¡¡Que cosa mas pesada!!

5 1 0
                                    

    Una vez que se dio cuenta de todo estábamos muy unidas íbamos prácticamente a todas partes juntas, a comprar a lavar, y yo lo que pensaba era que lo único que faltaba era que me pidiera que nose que, vallamos al baño juntas osea ¡¡¿WTF?!!, una vez que me canse le dije: -Aprecio todo el tiempo que pasamos juntas pero creo que en este momento prefiero que estemos un poco mas distanciada, no quiero decir que no nos hablemos, pero si que me dejes respirar unos días por que ya es como una obsesión que estemos juntas tanto tiempo, ¿Me entiendes? - Le explique y ella asintió con la cabeza y se fue a su cuarto con la tablet que habíamos comprado con nuestros ahorros. Yo me preocupe por que en una semana no me dijo nada, ni siquiera nos hablábamos en la comida, por ahí yo sacaba un tema y ella lo respondía cortante mente. Yo le volví a explicar que podíamos ser mas unidas que esto, osea que no nos hablemos y después de eso volvió la pesadilla, era como un vaivén que le decías algo, se callaba, le decías otra cosa, era pesada de vuelta; pero yo prefería que me hablara y se descargara con migo antes de no escucharla nunca y estar encerrada en su cuarto y yo en el mio, osea cada una por su parte. Empezamos a leer libros y nos terminábamos las frases, yo amaba el momento de caridad con mi madre pero no era muy divertido en exceso; las dos estábamos cansadas de vivir en el mimo vecindario hace mas de 11 años entonces decidimos mudarnos a una ciudad que este mas alejada de todo este transito y bocinas, yo en parte no quería por que iba a dejar de ver a mis amigos y por otra que si quería era que íbamos a cambiar la casa en la que había vivido  toda mi infancia hasta mi adolescencia. Buscamos por mas de una semana una casa especial para vivir y la encontramos, solo la teníamos que ir a visitar y ver por dentro haber si el modelo era el que en realidad preferíamos. Mi madre, en el viaje a visitar la casa nueva, me comento que podría ir a visitar a mis amigos cuantas veces quisiera y también que los podía invitar a casa cuando se me plazca. En el viaje me comento que ella tendría que trabajar en 3 trabajos mañana, tarde y noche, así que iba a estar solo los sábados y domingos con ella, para mi no había problema entonces congeniamos y así quedamos. 

O una isla o una ciudadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora