inevitable

102 10 2
                                    



Me quede sentada viendo como mi padre se iba y decidí caminar para regresar a casa, al llegar la melancolía me invadió y me sentí tan sola, recordé mi infancia, a mi madre y comencé a llorar no podía parar. Me di cuenta que en realidad siempre he estado sola. Mi primer novio lo tuve a mis diecisiete años y desde ese tiempo hasta ahora muchos hombres han recorrido mi vida, mi cama, mi piel y mi corazón. He sido de esas mujeres que aunque le han destrozado el corazón sigue creyendo en el amor ciegamente, me digo diariamente que no hay que perder la esperanza que el amor llegara pronto, pero con cada paso del tiempo eso solo se aleja de mí, ¡hay por Dios! Sola estoy y seguí llorando. No podía permitirme que mis ojos se inflamaran, debido a que al día siguiente tenía una entrevista, por el éxito de mi columna iban a tomarme unas fotos e iban a indagar más sobre mi vida. 

Al día siguiente me levante con energía positiva y dije bueno hay que sonreírle a la vida, me mire al espejo y hable con mi yo, solo le decía lo sé, hace dos semanas que estamos heridas, pero animo ya sabemos que los hombres no se hicieron para nosotras y que hay que vivir sin ellos. Me vestí y salí, al llegar al lugar de la entrevista para mi sorpresa el que me iba a tomar las fotos era el mismo hombre que vi en el bus, me llamaron para maquillarme y ponerme el vestuario.

—Alexia déjame presentarte a Lucían, él es nuestro fotógrafo –no salia de mi asombro, era el. Pero debía tranquilizarme, respire, lo mire y le dije 

—mucho gusto, Alexia

— ¡oh! el gusto es todo mío, soy lucían, vamos a iniciar la sesión de fotos. No te preocupes relájate y se tu misma.

—claro, tratare de estarlo

Pero lo cierto era que no podía relajarme, Lucían me hacía sentir muy incómoda, su mirada era igual a la que vi en aquel bus y me preguntaba si él se acordaría de mí, pero algo me decía que yo solo una chica más de las tantas que se cruzan en su camino. Terminamos la sesión de foto y pase a la entrevista, hable un poco de mi vida, la periodista quería saber todo sobre mi, mi vida amorosa y sobre mis planes a futuro.

—cuéntanos Alexia ¿a qué se debe tu éxito?

—pues veras, creo que lo que ha hecho que tenga tanto éxito con mi columna es que entiendo todo sobre el amor, doy consejos los cuales ya me ha pasado a mí. Trato siempre de poner en cada artículo un poco de mi vida, muchos creen que mi vida amorosa debe ser un gran éxito. Pero lo cierto es que no es así, soy tan normal como cualquiera.

— ¿Qué quieres decir, con que eres normal como cualquiera?

—pues que también sufro, me han roto muchas veces el corazón. Pero aquí estoy.

—es decir ¿que aun estas soltera a tu treinta seis años?

 —ohasí es, aun lo estoy. Hasta hace dos semanas tenía un novio con el cual llevaba cuatro años de relación, pero decidió terminarme porque según el ya no me amaba, pero lo cierto era que yo para el solo era una acción, no la mujer que amaba y con la que quería pasar toda su vida.

—oh que sorpresa, es decir que has sufrido mucho estos días, pero dime ¿cuáles son tus planes a futuro?

—pues por ahora no los tengo, solo quiero seguir viviendo y plasmando mis letras que es lo que amo hacer, cambiar vidas con ellas. Deseo transformar el mundo.

—pues vaya Alexia, muchas gracias por tu tiempo.

—gracias a ti, que estés bien.

Al salir de ese lugar para abortar el taxi una mano toco mi hombro, era Lucían

—hola Alexia

—hola, ¿pasa algo?

—no, es solo que me acorde donde te había visto. En el bus

— ¿Qué?, pensaba que no te acordabas, son tantos los rostros de chica que ves a diario que es fácil olvidar un rostro como el mío.

— cómo crees eso, con un rostro como el tuyo es muy difícil de olvidar. Lo note en el bus cuando te veía, tienes algo que aún no logro descifrar y me encantaría poder descubrir que es eso, si tú me lo permites claro.

—pues no sé qué decir

—solo acepta mi invitación a cenar y veremos que nos trae la noche, nada está escrito; todo pasa por algo. ¿No crees?

—está bien, acepto tu invitación, pasa por mí a las 7:00pm

—bueno, me alegro que aceptaras. Nos vemos esta noche.

Se despidió de mí con un beso en mi mejilla. No sabía que usar para ir a esa cita, mis nervios me dominaban y miraba mi almario y me decía no tengo nada adecuado para salir con ese chico; si estuviera aquí mi madre ella me diría que podría usar para no causar una mala impresión y deslumbra a Lucían. De tanto pensarlo termine usando un vestido de color rojo que me habían regalado una amiga por mis cumpleaños, y los combine con estos zapatos negros, pero ahora tenía otro problema; mi cabello y me dije bueno lo dejare como esta suelto y con mis rizos. Como me dijo a la 7:00 llego y salí, pude notar que él estaba muy cómodo pero elegante y muy guapo, y me dijo.

—te ves realmente hermosa, aunque desde que te vi eso te sobra a ti.

—gracias, tú también estas muy guapo.

—pues gracias, puedo tomarte una foto. Así como estas.

—claro, no tengo problema con eso. 


SI TE GUSTO POR FAVOR DEJA UN COMENTARIO, DALE COMPARTIR Y VOTA. GRACIAS



MI VIDA ENTRE LETRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora