algo nuevo

89 9 2
                                    



Al notar que estaba a mi lado solo pude quedarme mirándole, mientras el acariciaba mi rostro. Recordé aquella vez cuando me decía a mí misma que me encantaría despertar al lado de este hombre y anhelaba que fueran esos mismos ojos los que me observaran siempre, esos ojos paralizantes, que me quitaban la respiración. Le veía y detallaba cada rasgo en su rostro, sus labios, su nariz, ¡oh mi Dios! Su cabello, el cual me fascinaba acariciar; mi amado Lucían solo me observaba, era la primera vez que no utilizaba su cámara para fotografiarme. Era como si sus ojos fuera aquella cámara y él estaba fotografiando aquel momento de amor. Así nos quedamos por más de media hora; él me abrazo y besaba mis mejillas, mi frente y mis manos, yo le observaba y me preguntaba que estaría pensando; así que decidí recostarme en su pecho.

—mi amor, tengo que decirte algo

—si dime que pasa

—quiero que conozcas a mi madre

— ¿que?

—pues sí, le he hablado a mi madre tanto de ti, que ella siente que ya te conoce. Mi amor por favor no te sientas nerviosa, es solo que no me imagino mi vida sin ti y ya es tiempo de pasar a un nivel más profundo y serio; ¿no crees?

— ¡claro!, es solo que no me lo esperaba. Pues aún es muy pronto; pero me encanta la idea.

—sí, también quiero decirte algo más.

—dime, ¿Qué pasa?

—tengo que viajar a Indonesia por trabajo, y aun no sé por cuanto tiempo me tenga que ir. Pero quiero que vayas conmigo por favor ¿Qué me dices?

— ¡¿Qué estás diciendo?!

—sí, ven conmigo serán como unas vacaciones románticas y aprovecharemos para visitar a mi madre en Italia. Para que se conozcan, mi amor por favor di que sí.

—está bien sí, pero tengo que pensarlo.

— ¿y eso que quiere decir, que si o que no?

—quiere decir que tengo que organizar algunas cosas y tomarme mi tiempo, necesito ir con calma. Además hay muchas cosa que tú no sabes de mi ni yo de ti; quiero que esto funcione con todo mi corazón y alma, es por esto que tenemos que hacer las cosas bien. Entiéndeme Lucían, esto no es como una novela y lo cierto es que hace mucho que entendí que la vida real no es igual a ellas.

— ¿pero a que le tienes tanto miedo?, a veces la vida solo se trata de arriesgarse, de no pensarlo tanto, de vivirlo con cada parte de tu ser. Escúchame, lo que yo siento por ti es tan fuerte que no estoy dispuesto a perderte, no dejare que tus miedo nos arrebaten la felicidad y sobre todo el amor que ambos sentimos el uno por el otro; mi pasión, convéncete de que tú y yo hemos nacido para estar junto, ¿es que aún no lo entiendes verdad?, Yo te amo, sin ti no puedo respirar, cada segundo que no estoy a tu lado es una tortura. Vida mía por favor no me alejes de ti.

—yo también te amo

En ese momentos nos abrazamos y lo bese no podía negarme, él en verdad me ama. Pero habían aún muchos cabos suelto, él era un desconocido para mí y yo para él; pero aun así sin darnos cuenta ya vivíamos juntos. El miedo era mi enemigo, pero también mi aliado, el miedo muchas veces me había advertido de lo que iba a pasar, al menos yo así lo veía; desconfiaba de todo, hasta de mí. Pero mi Lucían jamás me rompería el corazón, él me ama ¿o no?, si él en verdad me ama; me decía a mí misma mientras estaba en sus brazos.

Deje de hablarme, y mi teléfono sonó. Era mi padre quien me llamaba para decirme que estaba invitada a cenar y que podía llevar mi adorado lucían conmigo, para que así el pudiese conocerle. Además mi prima acaba de llegar desde Argentina para visitarnos y quería hablar conmigo, desde hace cinco años que no le veía y ella era muy cercana a mí. Siempre leía mis patéticos consejos amorosos y era fiel seguidoras de ellos; mi prima siempre tuvo suerte en el amor, recuerdo cuando teníamos quince y ella beso a su primer chico, ella era un poco loca, contrajo matrimonio a sus veinticuatro años, yo en ese tiempo estaba estudiando muy duro para poder graduarme y ella mientras tanto se casaba. Nunca quiso hijos y tiene tres hermosuras, que son la luz de sus ojos; cuando los veo recuerdo mí anhelado sueño de ser madre y me duele. Me duele no haber tenido las agallas de ser madre soltera, de decirme no necesito a un esposo para tener a un hijo, solo necesito mis ganas de serlo, yo sola pude haber criado a mi hijo; al que siempre imagine en mi cabeza, al que veía correr por la sala de mi casa, al que sentía cuando se movía dentro de mí, al que le hablaba y cantaba porque eso le encantaba, el cual me hacía antojar de un montón de cosas. Mi hijo, el que tendría mis genes, el cual no me dejaría dormir por miedo a que algo le pasara, y que sobre todo yo le amamantara, sin importar mis pechos, el que me dijera mamá. Mi rostro se entristeció y lucían lo pudo notar.

— ¿pasa algo malo?

—no, porque lo preguntas

—es que te has puesto triste, dime que te dijo tu padre, ¿le paso algo malo a tu hermano o alguno de la familia?

—no es nada de eso, tiene que ver conmigo; solo me he puesto melancólica porque recordé algo, eso es todo.

—bueno dime que recordaste, así podre saber cómo animarte un poco amor.

—hay muchas cosas que tú no sabes de mí, y de las cuales no me gusta hablar. Pero creo que es tiempo que tu vayas entendiendo un poco mi pasado. Sabes algo uno de mis tan amados sueños siempre fue tener una familia numerosa, cuando era niña solo éramos mi madre, mi padre y yo, y me prometí que cuando me casara tendría muchos hijo. Pero ahora tengo treinta seis años y no tengo ni lo uno ni lo otro, en esta etapa de mi vida solo tengo un novio, al cual amo, pero al recibir esta llamada de mi padre y saber acerca de mi prima me ha dolido tanto porque veo en ella mi sueño y sin mas no he podido evitar este dolor.

—entiendo, pero no debería sentirte así. Sabes lo dos tendremos nuestros propios hijos, nos casaremos y seremos la familia tan numerosa que siempre has deseado; por favor no quiero que estés triste por ello. Lo que tenemos que hacer es hacer los trámites para casarnos y por ahí mismo visitar al doctor para que podamos tener nuestro primogénito. ¿Qué me dices?

— ¡estas bromeando!, por favor no juegues con mis emociones.

—no lo hago, pero como crees que voy a jugar con algo tan serio como casarme y ser padre. Jamás lo haría, yo solo quiero que estemos juntos y que formemos una familia, que parte de que quiero pasar el resto de mi vida contigo no has entendido.

— entonces te quieres casar conmigo y tener hijos y todo.

—claro que sí, contigo quiero todo.

Mi felicidad era casi completa, ya estaba comprometida y ya estábamos pensando en tener un bebe, no podía sentirme más feliz. Mi amado me estaba cumpliendo mi tan anhelado sueño y yo estaba gratamente agradecida, pero esto era tan bueno que me daba mucho miedo. No podía ser así de fácil todo ¿o sí? Claro que no; para mí nada ha sido fácil ¿porque esto era tan hermosamente fácil?, ya vasta deja de desconfiar y se feliz, disfruta que esto es solo el principio de lo mejor que está por venir.



SI TE GUSTA COMPÁRTELA, VOTA POR ELLA Y RECUERDA SEGUIRME EN twitter COMO yelena (@aneley67) Y EN GOOGLE+ COMO yelena obando. Gracias 

 




MI VIDA ENTRE LETRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora