preciado

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Preciado es la vida y aún más preciado es compartirla con la persona que amas. Ya eran las tres y teníamos que organizarnos íbamos a ir a un pequeño pueblo que no quedaba muy lejos de la cuidad, pero que en verdad era hermoso. Al salir de casa nos subimos al auto y Lucían conducía rumbo hacia nuestro destino, yo por mi parte me perdía entre hermosos paisajes ¡oh naturaleza maravillosa! Me decía a mí misma, los arboles tan verdes y el aire tan puro me fascina sentirme así; le mire para luego sonreírme y cerré mis ojos para respirar aún más y absorber el olor, ese lugar se metía por mi piel.

Llegamos hasta aquel pueblo, no había cambiado mucho desde que estuve la última vez con mis padres, al bajarnos del carro entrelace mi mano con la de Lucían y nos dirigimos hacia una casa pintada de amarillo, toque el timbre y mi tía salí, abrazándome tan fuerte,

—mi niña, como estas de hermosa, cuanto has crecido

Pude notar como una lagrima bajaba por su mejilla, es cierto que desde que tenía diesi nueve años no nos veíamos

—lo sé, déjame presentarte a mi novio, él es Lucían

—mucho gusto señora ¿como esta?

—estoy muy bien gracia, pero pasen por favor

Adentro están mis otras primas a la cuales salude, ellos son familiares por parte de mi madre, ellas eran seis hermanos; tres mujeres y tres hombre, mi tía tuvo cuatro mujeres y todas me parecen hermosas. Son amigables y ya con su familia formada, mi tía me había llamado porque iban hacer una reunión familiar y todos estaría allí reunidos en esa casa, lo cierto era que no pensaba llevar a Lucían a esa reunión pero el insistió y no pude negarme; la mejor decisión fue haberle traído vera todos con parejas y yo sola que horrible hubiese sido eso, pero con Lucían a mi lado no me importaba. Nos sentamos y el esposo de mi prima marta se acercó hablar conmigo, su nombre es Mario y en mi juventud tuve en rollo de una semana con él, se veía diferente, pero aun bien conservado.

—hola Alex, que hermosa estas cuñada mía

Sonriéndome de oreja a oreja Lucían solo le veía

—estoy bien, gracias y vos ¿cómo estás?

—estoy muy bien, ya sabes casado y con dos hijos

Eso ya lo sé, no es necesario que me lo recuerdes ¡por favor piedad!

—qué bueno, él es mi prometido Lucían

—mucho gusto, que bien por fin te vas a casar, ¡oigan familia por fin Alexia se va a casar y este hombre es el afortunado!

¡Vaya idiota de pasa tiempo que tuve! Me deja en vergüenza con mi familia y para colmo todos están feliz porque por fin me casare

—ya entiendo Alexia, tu familia es muy divertida y además me agradan

—eso he notado, mejor porque no buscas alguna pareja y sales a bailar

—pero no se enoje amores de mi vida, mejor porque no sales tu a bailar conmigo

—está bien vamos

Salimos a bailar a igual que muchos de mis familiares, la música estaba a todo volumen y había trago en todos lados al igual que comida, ya se imaginaran como son las fiestas en Colombia. Baile hasta ya no poder más y me tome algunos traguitos, Lucían por su parte solo bailo, pero no quiso tomar porque tenía que conducir, me fui hablar con mi tía y cuando regrese una manada de insinuadoras tenían rodeada a mi hombre, me abrí campo y lo abrace y bese, tenía que marcar mi territorio, no de nuevo ni lo piense partida de brujas él ya tiene novia y esa soy yo el único amor de su vida. Lo cierto era que ya estaba un poco mareada y ver esa escena me ponía peor, pero no hice reclamo solo fui amable y con más inteligencias las espante, ellas solo me miraban.

— ¡vaya Alexia tremendo lotería que te has ganado con este churro de hombre, esta delicioso!

Esta vulgar mujer quien se cree para decir eso de mi hombre, quien le ha dado permiso para que opine sobre el

—pues sí y pronto nos casaremos y nos iremos de luna de miel a una isla paradisiaca solo los dos que delicia

Pude ver su cara el disgusto y en mi cara se dibujó una pequeña sonrisa maliciosa, lo cierto es que lo disfrute tanto al decirle eso, a esa mujer que era más joven que yo por unos siete años al menos eso creo, Lucían hablaba con mi tío y yo mientras tanto miraba a cada una de esas mujeres con desprecio y ellas a mí con la misma intención

—sabes algo, ese hombre es mucha carne para una mujer sin chiste como tu

Me dijo la bruja mayor de ese grupito de idiotas mujeres

—¿eso crees? Pues te informó que me tiene sin cuidado lo que pienses y además soy yo la que me como todas las noches a ese hombre, sí, yo la que no tiene nada de chiste; pero que aun así él se muere por mí y haría lo que yo le pida, pero lastima ustedes no saben qué es eso, solo son unas taradas sin sentido de que es el amor, pero bueno no todas podemos hacer que nuestras neuronas funcionen, y ahora si me disculpa mi hombre, porque es mío me espera adiós

Me despedí con una sonrisa aún más malvada y dejándolas paralizadas sin poder responderme, me acerque a mi Lucían y le sonreí como si nada, el me abrazo besando mi boca, eso era una cuchillada un más para esas brujas, ya eran las dos de la mañana y teníamos que irnos; pero mi tía no lo permitió debido a que era muy tarde y nos organizó una habitación. Entramos y me quite todo para poder dormir más cómodas, Lucían solo me veía

—hasta el rato mi amor

—hasta el rato lindura



"AVECES SOLO RESULTA QUE NUESTRA REALIDAD ES UN ESPEJISMO Y LO QUE CREEMOS QUE SON SUEÑOS ES NUESTRA REALIDAD"




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