MI VIDA ENTRE LETRAS

confirmando su amor

—pero dime ¿qué tanto has hecho con tu vida?

—escribir, escribir y leer que tú sabes que siempre me ha apasionado

—lo sé muy bien, eres una adicta a eso y lo cierto es que era algo que me fascinaba de ti, mejor dicho aun me fascina

En ese momento Lucían se me acerco y tomo mi mano apretándola y haciéndome un gesto de sonrisa. En ese instante pude notar como Lucían veía aquel hombre, su mirada era penetrante de un depredador que defiende su presa, de ella es mía y me pertenece aléjate; yo trate de calmar el ambiente y los presente.

—mi amor él es Leandro

—hola, ¿cómo estás?

—hola, muy bien y ¿tu?

—estoy más que bien

—Alexia mi vida, será mejor irnos ya ¿no crees?

—si mi amor como digas, vamos a despedirnos de los demás

—Leandro fue un gusto en conocerte que estés bien

—lo mismo digo

Yo me acerque a Leandro y le extendí mi mano, más el me beso la mejilla y pude ver en él una mirada seductora; ¿acaso el trataba de reconquistarme? Oh no eso no puede ser, no lo permitiré ya es tarde para él; yo ya tengo una nueva vida y no pienso permitir que un idiota de mi pasado arruine mi hermoso presente. Aunque no puedo negar que él me atrae, pero no yo amo a Lucían el único hombre con que quiero estar. Nos despedimos de todos y de regreso en casa él se me acerco y mirándome de una manera muy extraña me pregunto.

— ¿Quién es ese tipo?

—pu...Pues él fue mi ex de mi adolescencia y lo cierto es que me sorprendió verlo allí

—entiendo, así que ese hombre es tu ex

—bueno algunos de mis ex

Lucían me veían de manera aún más extraña y sin más me abrazo y beso.

—Alexia yo entiendo que tengas tus ex y que es inevitable que en algún momento tengas que cruzarte con él, pero lo que no me agrada es que intente coquetear contigo sin importarle que yo esté allí. Eso en verdad que me saca de quicio y no quiero que ese tal Leandro te vuelva a ver de esa forma tan seductora como si aún le pertenecieras a él; eso no lo tolerare nunca. Ahora nosotros estamos juntos y formamos una familia, lo entiendes ¿verdad?

—si lo entiendo tú no te preocupe, yo solo tengo ojos para una sola persona y esa eres tú, solo tu mi misterio

—bueno, ven hay que dormir

—si mi amor

Me prepare para ir a la cama, mientras Lucían atendía una llamada. Me senté en mi escritorio para revisar algunas cosas en mi computadora y sin más la inspiración llego a mí, tenía que escribir o no podría dormir y así lo hice. La palabra Leandro daba vuelta en mi cabeza, él fue el primero en todo, mi primer beso, mi primer sentimiento de amor hacia un hombre que no fuera mi padre, mi primera caricia, el primero que me hizo el amor, él me había dado todas aquellas experiencias y ahora aparecía como si nada con esa misma mirada con la cual me derretía y sin más pretendía que yo no fuera indiferente y lo que es aún peor que estuviera sola y muriéndome aun por todo lo que es su ser; pero no yo ya no soy la misma he cambiado mucho. Además él fue el primero en causarme dolor.

En ese momento unas manos acariciaron mi cuello, esas manos que me eran tan conocidas, las cuales ya eran indispensables para mí; y lo vi directo a los ojos, si esos ojos que me hacían alucinar, que hacían que enloqueciera y sin más me deje llevar por mi Lucían, sin importarme que estuviera escribiendo. Cuando se trataba de Lucían para mí lo demás no importaba solo el, me deje llevar por sus besos por sus caricias por cada parte de su cuerpo y así nos quedamos hasta que el día nos atrapo como dos ladrones que tratan de huir. Una sonrisa se dibujaba en nuestros rostros, no habías dormido nada y lo cierto era que no parecía importarnos, solo el nosotros y nada más.

Lucían se levantó y se dirigió hacia la cocina y preparo algo para comer, él era todo un experto en el tema y se notaba que le apasionaba hacerlo, yo por mi parte no era de esas que le gustaba la cocina; lo cierto era que odiaba ese lugar a no ser que fuera usado para realizar otras cosas, era la única manera en que podía estar allí. Ambos desayunamos y nos besamos con locura él me amaba y yo a él ¡sí! Me siento un poco estúpida al decirlo, pero lo amo con obsesión.

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