Aquí estoy

24 8 2
                                    



Mi padre nos miró esperando alguna respuesta de nuestra parte, pero que podía decir, así que decidí explicarle la situación y que había pasado. Muy atento me escucho mientras yo intentaba usar las palabras correctas para que no se enojara conmigo. Por otro lado yo era culpable de aquella situación, pero si de algo estaba segura era que tenía una cuenta pendiente con Sandra, ella no podía seguir cometiendo tantas imprudencias y por más que la quería tenía que frenarla; estaba queriendo arruinar mi relación.

Cuando termine de explicar lo sucedido a mi padre, él se acercó y beso mi frente, su mirada era de preocupación, pero al mismo tiempo de ternura; se notaba que aun yo era su bebe y lo mucho que me amaba. ambos salieron y me quede envuelta en un vacío aterrador, me dolía todo, pero al ver a mi padre así de preocupado trate de fingir que estaba bien, el dolor que sentía iba y venía con fuertes cólicos y ni hablar de mi cabeza que parecía que fuera estallar, me tome dos analgésicos y trate de dormir, pero no lo lograba, me acorde que una vez leí que cantar calma el dolor, así que inicie a cantar muy suave y lento, tratando así de relajarme y cerré mis ojos para luego fundirme en un sueño profundo. Cuando desperté ya eran las dos de la madrugada, me quede así acostada y recordé que no había revisado mi celular y ¿y si Lucían me ha llamado? Me dije, tome el aparato y efectivamente había un mensaje de él; le quite la clave y empecé a leerlo.

/ Hola mi amor, ¿Por qué no respondes el teléfono, está todo bien? Quiero decirte que te extraño mucho, que ya tenemos todo listo para la exposición y espero con ansías que este acá conmigo, no deseo presionarte, pero podrías venir antes de lo pensado, quiero mostrarte algo y además quiero darte un tour por la cuidad, sé que amaras el clima y esta ciudad es hermosa, y no lo digo porque haya crecido en ella, pero...piénsatelo. Te amo no lo olvides /

Al terminar de leer mi corazón se arrugaba, en verdad lo extrañaba mucho y deseaba tenerlo a mi lado, podía sentir como mis ojos se aguaban y las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas, abrace con más fuerza la almohada que estaba a mi lado, era feliz con él, pero aun así seguía llorando, tenía mucho miedo de que algo pasara y no poder disfrutarlo lo suficiente. Mis inseguridades volvían a mí, es horrible vivir así, sin saber cuánto duraran las cosas, pero es por esto que tenemos que disfrutarles lo más que podemos.



Me levante y me organice, aproveche para comer algo y despedirme de mi padre, de Laura y de mi hermano, de camino a mi casa, observaba las calles, las cuales me parecían vacías aun estando habitada por caminantes, entre y comencé a organizar mi maleta, llame a la aerolínea para reserva el boleto, la señora que me atendió, fue muy educada y el vuelo salía a las diez de la noche, no tuve problema con ella, me urgía llegar a Medellín era lo único que me importaba en ese momento, termine de empacar lo que necesitaba y pedí algo para comer, prendí la televisión para ver algún programa y matar el tiempo, recordé que no le había contestado el mensaje a Lucían y ahí fue cuando se me ocurrió sorprenderlo llegando así sin más que decirle aquí estoy.

Ya era la hora y me encontraba sentada en una de las sillas del aeropuerto esperando el llamado de mi vuelo, como siempre pensando en tantas bobadas, estaba ansiosa, me mordía los labios y suspiraba a cada momento. Por fin el llamado llego y me subí al avión rumbo hacia mi amor, en 24 minutos ya estaría a su lado, durante el observe a un bebe que estaba a mi lado con su madre; no pude evitar hacerles gestos y mimos durante toda la trayectoria incluso la señora dejo que le cargara, me decía que se me notaba lo mucho que amaba a los niño, y conversamos un poco, al llegar mi corazón latía con más fuerza, tragaba saliva una y otra vez y respiraba profundamente, aborde un taxi y le dije el lugar a donde tenía que llevarme, estaba muy nerviosa, le pague al taxista, y me dirigí a la puerta; toque el timbre y una joven abrió la puerta.

MI VIDA ENTRE LETRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora