Capítulo XVII
El tiempo siguió avanzando, tanto para James como para Annette, de la misma manera que avanzaba aquella mentira sobre su matrimonio por conveniencia que los dos habían decidido. Guardando en su silencio que aún no había sido consumado como todos pensaban. Y más cuando en frente de sus ojos el otoño finalmente se marchaba, tras aquel invierno que llegaba sin previo aviso.
Para ese entonces, Annette había empezado a sentir una gran admiración por James, aunque no se lo había expresado. Su temor se había disipado al observar con sus propios ojos como él cumplía su promesa cada día. Aunque eso significara sacrificarse por causa de ella en aquella mentira.
Y aquello le causaba un sentimiento de culpa a Annette. Y era algo que ella no podía evitar todas las mañanas al despertar. Su consciencia le perturbaba al recordarle lo egoísta que había sido todo ese tiempo al no permitir que su matrimonio se consumara. Ella no había tenido aún el valor de entrar en la habitación de James, en esa puerta contigua, para decirle que se encontraba preparada. Y era consciente de aquella presión que le exigía a él, un heredero varón, para continuar con el abolengo de aquella ilustre familia.
Y era algo que el abuelo de James esperaba.
Su excelencia, Bernand Cavendish, duque de Devonshire.
Un nudo se le formó en la garganta, mientras sentía una opresión en el estómago. Aquel hombre le había estado observando desde hacia mucho tiempo, al no ser todavía aprobada por él. Y no lo culpaba por ello, simplemente, intentaba hacer lo correcto en su circunstancia. Y más cuando su heredero se había casado, sin él saberlo, en aquella ciudad del sur de Escocia. En Gretna Green.
Ni siquiera él conocía sus orígenes. No conocía a su padre... << Su padre>>, pensar en aquello le dolió aún más. Ella no sabía quién era realmente su padre. Cerró los ojos un momento, deteniendo sus pasos, en aquel paseo matutino.
Robert Cartwright de seguro estaría buscándola por toda Escocia, sin imaginarse el nuevo futuro que ella tenía. Pedía al cielo cada día que aquel hombre no se ensañara en contra la familia materna de James. Ni mucho menos con aquella anciana que siempre había procurado ayudarle y hacerle sentir un ser importante, a pesar de aquel infierno que era su vida.
Abrió los ojos y siguió caminando. Beatrice O'Dubgaill era inocente de todas aquellas decisiones que ella había tomado después de que James salvará su vida. De perder la cabeza cuando él le propuso matrimonio, y ella, le había aceptado. Producto de aquella sensación de ser abrazada por él, cuando ella pretendía saltar y sus brazos les rodearon, para evitarselo.
— Caminando desde muy temprano por el jardín...— le expresó el duque Bernand con su habitual apatía, tomándola por sorpresa, al mismo tiempo, que sus pensamientos se disipaban en su cabeza.
— Excelencia...
— He de imaginar que contemplando como el invierno ha anunciado su llegada.— expresó secamente, sin realmente interesarle la opinión de aquella joven dama.
— Es un hermoso jardín, aun ha pesar de que ha llegado el invierno.
— Fue diseñado para eso... Para mostrar su magnificencia incluso en las épocas más crudas...
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Todo lo que Soy (1er libro )
Fiksi SejarahJames Cavendish, había nacido en Escocia, aunque parte de su niñez y adolescencia la había pasado en Devon. Había sido educado como inglés, al ser el único nieto varón de Bernand Cavendish, duque de Devonshire. Y por lógica, debería heredarlo por pe...