Capítulo 4

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Keyla's P.O.V

Me desperté, y rápidamente me llevé las manos a la cabeza, que me dolía mucho. Miré a mi alrededor, confundida. No recordaba nada de la noche anterior. Me encontraba en mi habitación, con la ropa puesta.

- Menos mal – dije en voz alta. Mala idea.

- ¡Aaaaah doloooor! – volví a gritar.

Apreté con más fuerza mi cabeza, intentando aliviar el dolor.

ODIO LA RESACA.

¿Qué paso ayer? No recuerdo nada, salvó llegar a la fiesta y empezar a bailar con Alicia. Y a beber, quizás demasiado. No importa, seguro que no hice nada malo. Ya le preguntaría después.

Salí de mi cuarto y me dirigí escaleras abajo, hacía la cocina para "desayunar", ya que son más de las tres de la tarde. También me tomaría una pastilla para el dolor de cabeza. Mi cabeza estaba que estallaba... Realmente odio la resaca. ¿Por qué tuve que beber? Porque soy idiota. Una idiota con resaca... a la que le duele mil infiernos la cabeza.

Lo que me apetecía hacer hoy era tumbarme en mi cuarto y dormir hasta la hora de cenar, ya que me había saltado la comida. ¿Sabéis esos días en los que os encontráis mal y no queréis hacer nada salvo tumbaros a leer o a ver la televisión, o a simplemente tumbaros?

Este es uno de esos días. Pero como no, el Karma me odia y Murphy es mi mejor amigo.

Mientras yo me tomaba mi pastilla para el dolor de cabeza y comía algo de pasta que quedaba, el teléfono sonó. Supuse que mi madre contestaría, de seguro que era mi tía o mi abuela. Pero como siempre ahí está mi suerte para amargarme la existencia. Oía a mi madre emocionada hablar por el teléfono, cuando entró en la cocina me sonrió.

- Keyla, cariño. Es para ti. – se notaba a quilómetros de distancia la felicidad en su voz.

Temerosa, cogí el teléfono que me acercaba.

- ¿Hola? Soy Keyla Fall.

- Hola, querida. Yo soy Richard Wilson, un placer.

Richard Wilson, Richard Wilson... el nombre me sonaba de algo, pero era incapaz de recordar de que.

- Te llamo desde la Congregación para... - la voz del hombre me saco de mi ensoñación.

¿La Congregación? ¿Había hecho algo malo?

- Perdone, señor. Pero lo que crea que he hecho mal no he sido yo, lo juro. ¿Qué se supone que he hecho?

Él se rió. Se rió. De mí. En mi cara. Fruncí el ceño, aun sabiendo que no podía verme.

- No, no, no querida. No has hecho nada malo. No te llamo por eso.

- Ah, menos mal. Entonces, sino es de mala educación preguntar, ¿Por qué me llama?

- Verás, querida. Queremos ofrecerte trabajo.

No NO. NOOOOOOOOO. ¡¿Por todos los elementos Murphy, porque te gusta amargarme la vida?! ¡¿PORQUE?!

Quería gritarle a ese hombre, decirle que se metiera el trabajo por donde pudiese, y de paso gritarle cuatro cosas que si mi madre oía estaría castigada de por vida. Lo único que yo pedía era un par de meses de tranquilidad, para recuperar tiempo perdido con mis amigas, salir y estar con mi familia. Pero no. Tenía que venir éste con una oferta de trabajo. En lugar de todo esto solo dije:

- Oh, qué bien. ¿De qué trataría el trabajo?

Estoy segurísima de que él malinterpreto mi desesperación por emoción en el trabajo, ya que muy alegremente me contestó:

- Nos han informado de que estudiaste como Mediadora, y que fuiste la segunda mejor de la clase. Así que queremos ver lo que puedes hacer, estamos seguros de que eres buena y tienes potencial.

- Oh, vaya muchas gracias.

- Te esperamos hoy a las siete de la tarde en el edificio de la Congregación. Cuando entres habla con la recepcionista y dile que tienes hora con el señor Wilson. Ella te ayudará.

- Pero...

- Genial, te espero ahí. Adios.

Y colgó. Me colgó. Sin darme tiempo a contestar. Y ahora tenía que ir a hacer una entrevista de un trabajo que yo no había solicitado, un día en el que lo único que me apetecía era dormir. Y más me valía estar preparada, porque suponía que era un trabajo importante. Los trabajos de Mediadores siempre son importantes.

Genial. Dentro de cuatro horas tenía la posiblemente mejor oferta de trabajo que pudiera encontrar en años, y yo tenía resaca.

Felicidades Keyla Margot Fall, acabas de ganar el premio a la mala suerte.

Mirándolo por el lado bueno, la cabeza ya casi ni me dolía.


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¡Hemos vueeeelto! Muchas gracias por todas las visitas que ha recibido la historia en los últimos días, sentimos haber tardado tanto en colgar pero estábamos de vacaciones. Esperamos que os guste el capítulo y poder colgar lo más rápido posible.

*Baii*

Las tierras de RylenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora