Las tierras de Rylen

Capítulo 8

Keyla's P.O.V:

Esas palabras se repetían en mi mente una y otra vez. Keyla, querida. Ella es la huésped especial de la que te he hablado. Se llama Dhalia y será tu compañera en el viaje hacia la Tierra. Bueno, al menos me había resuelto una de mis dudas anteriores, la chica era la huésped de la que hablaba Richard.

Aunque esas palabras también habían dado pasó a nuevas preguntas: ¿Por qué me acompañaría hacia la Tierra? ¿Sería de allí? ¿Y si era una asesina que se aprovechaba de que estábamos solas en el viaje y me mataba?

Vale, olvidemos la última pregunta. Aunque todo era una posibilidad... No, debo dejar de pensar tan mal de la gente. Seguro que todo tiene una explicación y el señor Wilson me la va a explicar ahora. Mierda, me parece que he estado mirando demasiado fijamente a Dhalia mientras pensaba, seguro que ahora piensa que estoy loca o algo parecido.

"Recuerda que podría ser una asesina, no importa lo que piense de ti si te va a terminar matando" Genial, mi conciencia ha vuelto a ser la que era. Ya no más "Keyla diva sube el autoestima" ahora volvemos a la parte en la que soy "Keyla negativa". Esto va de mal en peor... Mierda, sigo mirándola fijamente. Me parece que esto ya puede considerarse acoso.

Aparte rápidamente la mirada, maldiciéndome mentalmente por parecer una loca acosadora. Menuda primera impresión. Carraspeé.

- Bueno, Dhalia. Es un placer. Me llamo Keyla Fall.

- Ejem, si, arg. También es un placer conocerte a ti, Keyla. – por su voz se podía deducir que estaba incómoda, y también nerviosa.

"Claro que esta incómoda genio, te la has quedado mirando por un buen rato". Volví a mirarla, avergonzada por la impresión que estaba causando. Richard debió notar nuestra incomodidad, ya que dijo:

- Bien, chicas. Ya sé que tendrán muchas preguntas, por eso voy a responderlas.- ¡Oh gracias, gracias, gracias, eres mi salvador! El ambiente se destenso un poco. – Pero primero, voy a dejar que os conozcáis un poco.

Y se fue. Dejándonos solas. Dejándome sola con la que podría ser una asesina... ¡Pero bueno Murphy, ya te tardabas en aparecer! ¿Cómo está tu gran amigo karma, sigue jodiendo la vida de los demás, o solo os ha dado por fastidiarme la mía?

Deje de pensar en mi desgracia, y volví a mirar a Dhalia.

- Esta bien, esto es incómodo... Creo que te he causado una mala impresión, normalmente no suelo mirar como una acosadora a la gente. Pero me he perdido en mis pensamientos, y tú sabes... muchas veces pasa... y... y... Y ahora estoy balbuceando y seguro que crees que soy estúpida. Mejor lo dejo.

Baje la mirada otra vez, avergonzada. Supongo que ahora iba a pensar que estaba muy mal mentalmente, e iba a creer que necesito ayuda o algo. En vez de eso, la escuché reír. Genial, se está riendo de mí. Seguro que le parezco una estúpida de primera. Cuando se calmó un poco, me dijo:

- La verdad es que me pareces simpática, necesitaba unas risas. Aunque si quieres, podemos volver a empezar. Hola, me llamo Dhalia, ¿y tu eres?

Levanté la cabeza sorprendida y emocionada. A lo mejor esta chica podría caerme bien y todo...

- Mi nombre es Keyla, un placer. – le extendí una mano, que no dudo en tomar.

- Bien Dhalia, como ha dicho el señor Richard tenemos que conocernos antes de irnos de viaje juntas. – dije después de un rato de silencio. De paso me aseguro que no tiene antecedentes penales... No es que yo crea que los tiene, pero todo es posible. – Así que ¿cuál es tu historia? ¿Por qué estás aquí?

Se revolvió incómoda en la silla. Vaya, debo haber tocado un punto sensible. Que estúpida que soy... Ya la he ofendido e incomodado otra vez.

- Perdón, soy muy entrometida. No es de mi incumbencia. No hace falta que me lo digas.

Sonrió un poco, y me dijo:

- No, no, no pasa nada. Es solo que no me gusta hablar de eso. Todo resulta muy nuevo para mí. Además, de donde vengo no era una chica con muchos amigos que digamos...

- Ah, está bien. Pareces una chica simpática, no entiendo quien no quiere ser tu amigo. – Con eso le saqué una sonrisa, una verdadera – Pero si todavía no estás preparada para contarme, te hablare yo de mí. ¿Te parece?

- Esta bien, muchas gracias por entenderlo.

Inspiré hondo, y empecé a contarle:

- Mí vida no es muy interesante que digamos. Soy de esa clase de chica que se preocupa por sus estudios, pero que cuando va de fiesta cambia radicalmente. He estudiado de Mediadora, aunque eso ya lo sabes porque es por lo que estás aquí. Casi todo el mudo me cae bien y es muy difícil hacerme enfadar, pero no quieres verme enfadada.

"Puedo parecer una Barbie por fuera, pero no soy como las típicas animadoras idiotas y crueles. Soy hija de un controlador del aire y una controladora del agua, yo he heredado ambos poderes. He vivido en el Agua toda mi vida, aunque siempre he querido ver algo más de mundo, por lo que soy Mediadora. Tengo dieciocho años y todavía vivo con mis padres, pero es posible que si me contratan de Mediadora fija para la Congregación, venga a vivir a una de las muchas habitaciones que tienen aquí. He tenido novio un par de veces, aunque ahora estoy soltera. Tengo bastantes amigas, si quieres cuando volvamos del viaje te las presento. Esa es básicamente mi historia, si tienes alguna pregunta sobre mi ahora o más adelante solo dispara."

Después de mi elaborado discurso sobre mí, respiré hondo otra vez. La miré fijamente, y vi como intentaba asimilar toda la información.

- ¿Qué quieres decir con que no quiero verte enfadada?

Sonreí con malicia, sabía que me preguntaría algo sobre eso.

- Pues que no acostumbro a enfadarme, pero la última vez que "estallé", el pobre chico termino en el hospital.

Era verdad, no mentía. Hace dos años un chico siempre me molestaba en el instituto, y aunque yo era una de las más pacíficas del curso, un día no pude más y le di su merecido. Me expulsaron por dos semanas, pero valió la pena. Me parece que él pobre sigue teniendo la nariz un poco torcida. Ups...

Dhalia me miraba con terror y diversión a la vez.

- Apuntado, no hacerte enfadar – ambas nos reímos.

- No quiero presionarte Dhalia, pero yo ya te he contado toda mi vida, es tu turno. Y bien, ¿cuál es tu historia? – preguté por segunda vez.

Vi como inspiraba hondo, dispuesta a empezar.

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¡Holaaaa!

Aquí vamos con otro capítulo. No es muy largo, pero como podéis ver hemos colgado el domingo, como prometimos. 

¡Esperamos que os guste!

*Baiii*