Capítulo 19

34 9 7
                                    

Keyla's P.O.V.

No me di cuenta de lo que estaba pasando hasta que Dhalia ya estaba en el suelo.

- Mierda. ¡Thomas, cógela y túmbala en la cama! – grité histérica.

El castaño debió ver que estaba al borde del colapso, ya que obedeció sin rechistar. Yo todavía estaba en shock por lo que me había contado Dhalia, lo de la profecía. Seguía sin creérmelo... ¡Había presenciado una profecía! Cuando Dhalia ya estuvo tumbada, le dije a Thomas, o más bien le grité:

- Thomas, si de verdad vas a acompañarnos, ve a preparar tus cosas. Yo prepararé la bolsa de Dhalia, la mía ya está terminada. Nos vemos en las cocinas cuando termines.

- De acuerdo, ¿y Dhalia?

- En mi mochila tengo un poco de un líquido que preparaba mi abuela que te ayuda a quedarte despierto. Si alguien está dormido o inconsciente, se lo pones en la nariz y despierta al instante.

- Vaya... Eso es asombroso. – dijo con admiración. - ¿Y porque no se lo das ahora, y ella prepara su bolsa?

- Porque sé que ha pasado una mala noche, casi no ha dormido por las palabras de Duma. La dejaré descansar un rato, lo necesita.

- Oh, eh, genial. Pues que descanse. Voy a preparar la bolsa y nos vemos en las cocinas. Si cuando vosotras lleguéis yo todavía no estoy allí, dile a Marc – me dijo el nombre de ese individuo con una mirada pícara – que os prepare comida para ir hacia el Agua.

Salió por la puerta antes de esperar una respuesta de mi parte, yo solo rodé los ojos. Empecé a guardar la ropa de Dhalia en su bolsa, la verdad es que no tardé casi nada. Lo demás que tenía fuera de la bolsa también lo guardé. Cuando terminé, cogí de mi mochila un poco de algodón y el líquido de mi abuela, puse un poco de líquido en el algodón y se lo acerqué a la nariz. Al cabo de unos instantes, Dhalia abrió los ojos como platos y empezó a toser.

- ¿Pero qué...? ¿Qué es esto, Keyla? Huele fatal...

- Es un líquido que inventó mi abuela, te acaba de despertar del desmayo que tenías. De nada, te he preparado la bolsa.

- Valeee... Gracias. – dijo mientras cogía su bolsa - ¿Ya nos vamos?

- ¡Por todos los elementos, mujer! Que impaciente que eres... - me dirigió una mirada asesina, así que le dije.- Sí, ya nos vamos. Primero pasaremos por las cocinas a por comida y agua para el viaje.

Cogí la bolsa, y con Dhalia nos dirigimos a las cocinas. A lo mejor os estáis preguntando ¿cómo saben dónde están las cocinas? Fácil, hay carteles. Sé que os esperabais que fuera magia pero no, de momento no tengo esa habilidad.

Cuando llegamos busqué a Thomas, pero no lo vi por ningún lado. Mierda, eso significa...

- Hola, belleza. Que sorpresa verte por aquí. ¿Te has pensado lo que te dije ayer?

- No estoy para bromas, idiota pervertido. Venimos a recoger la comida para el viaje de vuelta al Agua.

- Pero, ¿no os ibais mañana? – preguntó él con una mirada confundida pero todavía con la sonrisilla que me hace querer matarlo a cada hora.

- Ése era el plan, pero ha surgido un inconveniente. Si empiezas a cocinar, cuando llegué Thomas te lo contaremos.

Él me hizo caso, y empezó a coger ingredientes para preparar algo. Al fin me acordé de la presencia de Dhalia a mi lado, y vi cómo me miraba a mí y al idiota sucesivamente con mirada interrogativa. No sabía porque me miraba así, hasta que algo en mi interior se iluminó y recordé que ella no conocía a Marc. Que tonta soy.

- Ah, por cierto. – Marc y Dhalia me miraron. – No los he presentado. Idiota, ella es Dhalia. Dhalia, él es Marc, el mejor amigo de Thomas.

- Vaya, así que tú eres la famosa Dhalia. Un placer, yo soy Marc. – dijo él, tendiéndole la mano.

Nubecita la aceptó rápidamente, y murmuró algo así como: También es un placer. Sí ya, seguro que lo dice para que le prepare buena comida. Nunca es un placer conocer a alguien como él.

- ¿Famosa Dhalia? ¿Quién te ha hablado de mí? – dijo Dhalia, tímida y con curiosidad.

- Pues tu futuro novio Thomas, ¿quién más va a ser? – dijo Marc de forma pícara, mirando por encima del hombro de Dhalia.

- No soy su futuro novio, Marc. – dijo Thomas apareciendo por donde miraba el idiota. Estaba sonrojado, pero mataba con la mirada a Marc. Ya tengo un cómplice en mi próximo asesinato.

Me puse a planearlo en silencio, mientras los otros hablaban y preparaban la comida para el viaje. No me di cuenta del tiempo que había estado pensando donde esconder el cadáver, ya que de repente sentí una mano en mi hombro y a Dhalia que me decía:

- Barbie, nos vamos. Puedes guardar tu comida. Despídete de Marc y marchémonos.

- Claro, ahora mismo. Adiós idiota, no ha sido un placer conocerte. – me guiñó un ojo y volvió a esbozar su sonrisilla.

Salimos de la Congregación, y empezamos a caminar hacia el bosque que habíamos cruzado con Thomas para llegar. Adiós Tierra, hola de nuevo Agua.

-------

Sé que este capítulo no es muy largo, pero tengo una buena noticia. ¡Ya no estamos de exámenes! Eso quiere decir que los capítulos volverán a ser más largos.  Además, tenemos una sorpresa para el siguiente capítulo. No narrará Keyla, sino otro personaje.

Espero que os haya gustado,

*Baaaai*



Las tierras de RylenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora