Capítulo 18

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Dhalia's P.O.V

Desperté sintiéndome más cansada que cuando llegué a la habitación, entre el insomnio producido por mí encuentro con Duma y los susurros no tan susurrados de Keyla y Thomas había tardado lo que parecían eones en dormirme. Cuando fui al baño y vi mis enormes ojeras pude confirmar que eso era cierto, por el poco sol que había fuera de la habitación podía deducir que no eran más de las ocho, por lo que solo había dormido cinco horas o así.

- ¿Qué haces despierta? – oí que Keyla preguntaba desde su cama.

- Podría preguntarte lo mismo – dije yo, pues a Keyla le encanta dormir.

- Yo he preguntado primero... - dijo Keyla con voz de niña pequeña.

Rodé los ojos, y asentí. Estaba nerviosa, porque quería contarle las palabras que me había dicho Duma, pero no sabía cómo se las tomaría.

- Verás, Barbie, cuando vosotros salisteis de la habitación, Duma me pidió que me acercara a ella. Hice lo que me dijo, pero cuando me senté a su lado no habló. Le pregunté si estaba bien, que le pasaba, y ella me dijo que nada. Después, volvió a quedarse callada. Cuando levanté la vista, me encontré con Duma con los ojos en blanco, y con que todo su pelo flotaba. Tenía mucho miedo, pero mucho más con lo que paso después. – cogí aire, todavía asustada por lo que había pasado – E-ella empezó a ha-hablar con voz muy grave, no era la suya. Pronunció unas palabras muy raras, y después volvió a la normalidad. Me la quedé mirando raro, pero ella parecía que no sabía que acababa de ocurrir. Después cuando intenté contarle que había ocurrido Thomas entró y Duma me dijo que me fuera con él, que ya suponía lo que había sucedido, lo que me asustó más todavía, y casi no he dormido esta noche por esto – cuando terminé de contar el relato, me tapé la cara con las manos e inspiré hondo.

Miré a Keyla, que tenía una mueca en la cara, como si estuviera recordando algo. Entonces pregunto:

- ¿Cuáles fueron exactamente las palabras, Dhalia? – me pareció que había un poco de preocupación y respeto en su voz.

- Pueeees... - dije antes de repetir exactamente las mismas palabras que Duma había pronunciado y que habían quedado grabadas en mi cerebro para siempre.

Su cara pasó de la preocupación a la sorpresa, y de allí al miedo, entonces volvió a enfocar su vista en mí y dijo:

- Tenemos que volver al Agua, hoy.

- ¿Pero qué está ocurriendo? – pregunté más asustada que nunca.

Ella tardó un poco en empezar a hablarme y cuando lo hizo ya tenía casi todas sus cosas en una bolsa y estaba empezando a guardar las mías.

- Lo que Duma te dijo, fue una profecía, una de las grandes e importantes, y tengo que hablar de esto con el experto en el Agua, tenemos que irnos ya.

- ¿Y tú misión?

- Hay un protocolo en el Código de los Merodeadores que no se había usado en años, pero que decreta que si se oye una profecía o se es testigo de ella, hay que abandonar cualquier misión que esté en curso para volver a la Congregación.

Entonces unos toquecitos en la puerta sonaron y después de que diéramos permiso para entrar, Thomas apareció en el umbral.

- ¿Adónde vais? – preguntó confundido – No nos marchamos hasta mañana.

- No hay tiempo Thomas, Dhalia ayer fue testigo de una profecía que pronunció Duma, tengo que volver a la Congregación del Agua inmediatamente.

- ¿¡QUÉ!? ¿¡Una profecía!?

- Lo que oyes. Y como Mediador que eres sabes muy bien que tenemos que irnos ahora.

Yo solo estaba allí, viendo como todo a mí alrededor ocurría demasiado rápido como para procesarlo y viéndolo todo como en una película. La última vez que eso había ocurrido me había tenido que ir de mí casa, y ahora volvía a tener que irme a toda prisa, ¿ocurriría esto a menudo desde ahora?

- ¿Dhalia? ¿Estás bien? – preguntó Thomas.

- ¿Eh? A sí, estoy bien, solo estaba pensando en la profecía.

- Voy a avisar a mi padre, nos vemos en la entrada en treinta minutos.

- ¿Vienes con nosotras? – dijimos Keyla y yo al unísono.

- ¡Claro! ¡No voy a dejar la oportunidad de ir al Agua! ¡Y menos voy a dejaros ir solas por ahí otra vez!

- ¡Ni que tuviéramos doce años! – protestó Keyla, aunque noté que apreciaba su gesto.

Yo seguía estando en shock. Las palabras de Duma no eran al azar, eran una profecía, una predicción de futuro, algo que cambiaría Rylen para siempre. ¿Quiénes serían las personas de las que hablaba? ¿Podríamos ser nosotros? Si era así, ¿quién nos traicionaría?

Entonces un escalofrío me recorrió toda la espalda. Estaba claro quien tenía más posibilidades de ser tentado por el mal, al fin y al cabo era yo la que llevaba el mismo mal que había provocado la Guerra Antigua en las venas, era yo a la que habían echado de su propio elemento, era yo la que ya no tenía ningún lugar al que llamar casa, y pensado esto todo empezó a darme vueltas y caí al suelo.

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¡Hola! 

¡Esperamos que os haya gustado el capítulo! Sabemos que es corto pero estamos de exámenes y casi no hemos podido escribir, hubo un momento que nos planteamos no colgar esta semana, pero ya la que viene estamos libres y en teoría los capítulos volverán a ser un poco más largos.

¡Muchas gracias por leer la historia!

¡Comentad cuál es vuestro personaje favorito!

*Baiii*


Las tierras de RylenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora