Capítulo 16

39 9 26
                                    

Thomas's P.O.V

Mientras Keyla explicaba la historia que les había traído aquí, la cual yo ya había escuchado antes, me puse a observar a las que serían mis nuevas compañeras de viaje.

Se notaba que Keyla era la líder, aunque también se podía ver que Dhalia era mucho más responsable que ella, al menos por lo que había podido ver el tiempo que llevaba con ellas. Keyla era mayor que Dhalia, uno o dos años quizás. No se podía negar que era guapa, rubia con ojos azules y buen cuerpo, pero no era mi tipo.

En cambio Dhalia... Ella sí que era bonita. No tenía una belleza clásica como Keyla, y supongo que eso la hacía especial. Su cabello rubio-rojizo le caía en suaves ondas por su espalda, y tenía unos ojos de un precioso color avellana. Era bastante alta, más que Keyla, y tenía una constitución atlética. Unas pequeñas pecas surcaban su rostro, por la nariz y las mejillas. Nunca he sido muy fan de las pecas, pero en ella le daban un toque único y especial, le quedaban geniales.

Keyla seguía contando la historia, y aunque parecía un poco nerviosa mientras contaba lo de Dhalia, no tartamudeó en ningún momento. Me di cuenta de que no estaba nerviosa por ella, sino por su amiga, a la cual miraba de reojo todo el rato. A Keyla la historia no le afectaba, en cambio Dhalia parecía a punto de echarse a llorar. No me extraña, con lo que ha debido tener que pasar.

Me encantaría ir allí y abrazarla, consolarla. Sin embargo, me quedé sentado donde estaba, observándola con cara de tristeza y compasión, pensando millones de palabras de consuelo. Soy demasiado tímido para ir a abrazarla, ¿y si me rechaza? Con lo tímida que es ella también, seguro que se pondría roja como un tomate, y quién sabe, a lo mejor le empezarían a arder las manos. Y eso sería fatal, ya que Duma le tiene mucho cariño a su despacho, y si algo le pasará a este, toda la apariencia de pobre anciana que aparenta desaparecería.

- ... Y así es como hemos llegado hasta aquí. – finalizó Keyla.

Vaya, debo de haber estado meditando un buen rato, porque ya ha terminado con la explicación. Que yo recuerde, a mi tardaron mucho tiempo en contármelo todo. En fin, ese es otro caso.

Duma miró a Keyla, supongo que intentando ver si estaba diciendo la verdad. Cuando comprobó que efectivamente lo que había contado era cierto, dijo:

- Muy bien, querida. Os creo. Ahora, Noah te acompañara a ti, Keyla, a la que será tu habitación por hoy. La compartirás con Dhalia, si así lo deseáis. – las dos asintieron. – Mientras, Thomas ira a buscar un poco de comida y ropa para ambas.

- ¿Y-y que haré y-yo, Duma? – preguntó Dhalia, tartamudeando.

- Tu, mi querida niña, te quedarás conmigo un rato. Y hablaremos ¿de acuerdo?

Dhalia parecía a punto de negarse, muy intimidada por mi líder, per terminó asintiendo y bajando la cabeza. ¿Qué querrá Duma de Dhalia? ¿De qué hablarán? Miles de preguntas iban rondando por mi cabeza, y parecía que Keyla estaba igual que yo. Parecía a punto de quejarse, pero yo sabía que cuando Duma quería hacer algo, siempre lo conseguía. Así que una mirada mía en su dirección, bastó para hacerla callar. Mi padre, la rubia y yo nos levantamos e inclinamos la cabeza en señal de respeto. Keyla se acercó a Dhalia, y mientras la abrazaba le susurró:

- Vigila las manos, Nubecita. No vaya a ser que quemes algo tan bonito como esta habitación. – cuando dijo eso, se separó y le guiño un ojo. Después se fue saltando hasta la puerta y dijo - ¿Nos vamos?

¿Enserio, esta chica es hiperactiva o algo? Porque lo parece. Moví la cabeza, y sonreí. Quería acercarme y despedirme de Dhalia como Keyla lo había hecho, pero simplemente anduve hacía la salida y sacudí mi mano en señal de despedida. Cuando salí, mi padre me siguió y cerró la puerta tras de sí.

- ¿Qué quieres que te traiga de comer, Keyla? – pregunté, y al instante me di cuenta de mi error. Por el poco tiempo que llevaba con ella, se notaba que le gustaba comer. – Sabes q-que, mejor da i-igual. Conseguiré lo que haya. Adiós.

Mientras bajaba hasta la cocina, podía escuchar la risa de mi padre y la rubia. Traidor. En la cocina no me encontré con Laura, la jefe de las cocineras, pero sí que me encontré con su hijo Marc, uno de los mejores chefs de este planeta.

- Hey, ¿Qué hay, tío? – Marc es el único que me habla así, ya que nos conocemos de la infancia. Es algo así como mi mejor amigo. Hizo un choque de manos con él, y hablé.

- Pues verás, me encontré con unas Mediadoras de otro elemento, y ahora me ha tocado venir a buscar comida para ellas. ¿Me podrías dar algo para llevarles?

- Claro, tío. Marchando dos Marquesas. – espera, ¿Marq qué?

- ¿De qué hablas? Me parece que esto de cocinar te está afectando a lo que sea que tienes allí arriba, hermano. – como podéis comprobar, con Marc pierdo toda la timidez que tengo con el resto de la gente. Normalmente, cuando cojo confianza con las personas dejo mi timidez a parte y me comporto mucho más abierto.

- Claro, Thom. Una Marquesa. Mitad Marc, mitad hamburguesa. Es una nueva receta de hamburguesa que he inventado. ¿Sabes? Da igual, déjalo tío.

Sonreí, este chico se parece tanto a Keyla. Ahora que lo pienso, harían buena pareja. Marc está soltero, y me parece que la rubia también. Ya los presentaré. Mierda, me estoy pareciendo demasiado a Keyla en este momento. No os penséis que no la he oído susurrar algunas veces Thalia es real cuando mira hacia nuestra dirección. Definitivamente esa chica está loca. Aunque la verdad es que no me molesta que piense que hago buena pareja con Dhalia, y no sé qué pensar al respecto.

- Aquí las tienes, Thom. Recién hechas por mí. ¿Y dime, son guapas? - ¿Eh? ¿De qué me está hablando ahora?

- ¿Qué?

- Las chicas, tío. ¿Son guapas? – Ah, está hablando sobre ellas.

- Sí, y estaba pensando en presentarte a una de ellas en particular. ¿Me acompañas a llevarle la comida?

- Claro, pero ¿porque solo me presentas a una? ¿Acaso ya te has pedido a la otra?

Mierda, me ha pillado. Me sonroje, pero intenté que no se me notase.

- Aw... Mi pequeño Thom tiene futura novia. Se ha hecho mayor. – me dijo con una sonrisa pícara.

- Oh, cállate. Somos de la misma edad. Además, sabes que soy muy tímido. Y ella también lo es, así que... Dejemos el tema, ya hemos llegado.

Llamé a la puerta, y se escuchó la voz de Keyla que decía que podíamos pasar.

- ¿Qué me has traído, castaño? – preguntó ella sin girarse, tumbada en la cama.

- Pues verás, rubia. Te he traído una hamburguesa hecha por una gran chef. Te va a encantar. – dije yo caminando hacia allí. También había cogido ropa de camino a la habitación, y le deje las dos cosas en la mesilla de noche. – Por cierto, este es Marc. Mi mejor amigo, y el increíble chef de estas hamburguesas.

- Un placer, Keyla. – dijo mi colega examinándola de arriba abajo.

- Lástima que yo no pueda decir lo mismo, Marc. Ese repaso me ha dejado incomoda, y era innecesario. Gracias por la comida.

- Bueno, chicos. – me revolví incomodó, observando la sonrisilla de mi amigo. – Les dejo para que se conozcan, voy a ver si Dhalia ya ha terminado de hablar con Duma, y la voy a guiar a vuestra habitación. Compórtense.

Dicho esto, salí de la habitación y me dirigí al despacho, con la duda de si había sido buena idea presentar a mi mejor amigo y a mi compañera de viaje. En fin, si Keyla no intenta matarme la próxima vez que me vea, sabré que no le ha molestado. Sino... Habrán sido unos diecinueve años de vida espectaculares.

-------

Aquí lo tienen, como les prometí un capítulo desde el punto de vista de Thomas. ¿Os ha gustado? ¿Queréis que hagamos más? ¿Os parece Thomas una monada? #Thaliaesreal #KeylayMarcsonadorables

En fin, espero que os haya gustado

*Baaaaaaai*



Las tierras de RylenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora