Dhalia's P.O.V:
- ¿Pero vais a contarme qué está pasando o no? – dijo Thomas después de cinco minutos.
Con esa carita de perrito apaleado que se le había quedado después de su discusión con Keyla me daba verdadera pena, pero no me atrevía a abrir la boca todavía, en presencia de Thomas no había hecho nada más que cometer una estupidez tras otra.
- Primero tenemos que llegar a la Congregación de la Tierra, Thomas, tenemos que hablar con alguien allí.
- ¡No puedo llevar a alguien del Fuego a la Congregación! ¡Me matarían!
Keyla le lanzó una mirada asesina mientras yo bajaba la mirada avergonzada por el comentario, aunque debería irme acostumbrando, ahora sería así siempre que alguien descubriera mis poderes, los del Fuego eran bichos raros y muy peligrosos.
- Lo siento... Yo no quería... Quiero decir que... - balbuceó Thomas.
- Lo que quiere decir, Dhalia, es que aunque podrías ser peligrosa, cosa que no eres, nos llevará hasta la Congregación para que hablemos allí con el líder – dijo Keyla - ¿Verdad que sí Thomas?
Eso no era una pregunta de verdad, ni tan siquiera era retórica, era una afirmación y una amenaza si la respuesta de Thomas era negativa, yo si fuera él tendría miedo, mucho miedo.
- Eh sí, os llevaré allí... De todos modos ya estamos llegando a la ciudad, es esa de allí enfrente y... esto... no es que me parezcas peligrosa ni nada de eso – dijo sonrojado y mirándome.
- Esto... Gracias – dije mirando a otro lado y sonrojándome también.
Enseguida empecé a rezar para que bajara el sonrojo, no podía repetirse el episodio de antes o Thomas descubriría que mi control era absolutamente nulo.
- ¡Genial! ¡Así me gusta Thomas! ¡Vamos chicos!
Thomas tenía razón cuando dijo que ya estábamos llegando, en quince minutos más ya habíamos llegado a la ciudad y en otros quince estábamos delante del edificio de la Congregación.
Creo que nunca he hablado de las Congregaciones y me parece que este es un buen momento. Las Congregaciones son como los edificios de gobierno de cada uno de los elementos. Cada elemento tiene solo una Congregación que se halla en la capital del elemento, normalmente es la ciudad del centro del elemento, como ocurre con el Agua y el Aire, pero aquí en la Tierra la capital es una de las ciudades más cercanas a la frontera.
Con Thomas a nuestro lado no tuvimos ningún tipo de problema para entrar en la Congregación, para ser solo un Mediador parecía que todos le respetaban, ¿qué estaría pasando?
- Oye Thomas, ¿por qué eres tan famoso aquí que todo el mundo te saluda y te deja pasar sin problemas? – dijo Keyla – No es que me queje ni nada de eso, pero yo también soy Mediadora como tú, y aunque acabo de empezar, dudo que haya un día en que entre en la Congregación y todo el mundo me abra las puertas y demás.
- Uhm... Eh... Bueno... Digamos que...
- ¡Thomas hijo mío! – dijo un sonriente hombre de pelo castaño como Thomas entrando en la sala en la que habíamos parado.
- Papá, te presento a Keyla y Dhalia, vienen de la Congregación del Agua para hablar con Duma. Y chicas, os presento a mi padre, Noah, el Mediador jefe de la Tierra.
- ¡Oh por favor! Llamadme solo Noah, es un placer – dijo sin dejar de sonreír.
- Lo mismo digo – dijimos Keyla y yo al unísono.
- Y ahora que ya nos hemos presentado, ¡acompañadme! Os llevaré a hablar con Duma.
Después de que se girara y se dirigiera hacia la puerta Keyla y yo nos miramos y segundos después miramos a Thomas, Keyla fue la primera en hablar.
- Tú tampoco nos has dicho toda la verdad, no eres solo un Mediador, ¡eres el futuro Mediador jefe de la Tierra!
- Eso no es seguro pues el cargo no tiene porqué ser hereditario, y además, ¿por qué iba a contarles a dos completas desconocidas que podrían secuestrarme, que yo era una persona medianamente importante? ¡Tendría que ser tonto para haberlo hecho!
- Y claro como los de la Tierra sois los listos – dijo Keyla en un murmuro y rodando los ojos.
- ¡Eh! ¡Yo no me he metido contigo! Para ser del Agua no eres muy pacífica que digamos...
- ¡Mira! ¡Acabas de hacerlo!
- Chicos, creo que tal vez deberíamos seguir a Noah, no queremos hacer esperar a Duma – dije, hablando por fin.
- Cierto, pero, ¿quién es Duma?
- Ella es la líder de la Congregación de la Tierra, es la persona más anciana de toda la Tierra, nadie sabe con exactitud su edad pero se dice que nació el año en que la Guerra Antigua terminó así que...
- ¡Tiene más de doscientos años! – gritó Keyla.
Esta chica de verdad que no sabe lo que es el disimulo ni la educación, esperaba que al menos delante de Duma se comportara un poco o nos echarían de allí en menos de lo que me como un bollo.
- ¡Keyla por favor un poco de respeto! – la reproché.
- Lo siento, es que sabía que en la Tierra, igual que en el Agua, no importaba qué poderes tenías y que se elegía a los gobernadores por su edad y sabiduría, ¡pero doscientos años me parece exagerado!
- Lo cierto es que los poderes sí que importan en la Tierra, pero aquí todo el mundo es portador, ¿no es así en los otros elementos?
- ¡Chicos! – se oyó des del pasillo.
- Será mejor que nos demos prisa – dije yo empezando a moverme.
Seguimos a Thomas por los pasillos hasta que nos encontramos con su padre, quien pasó a hacer de guía. La Congregación de la Tierra, al igual que las demás que había visitado, era enorme. Caminamos durante unos diez minutos antes de llegar a la sala de reuniones donde se encontraba la mayor parte del tiempo el líder de la Congregación.
Al llegar Thomas y su padre nos hicieron esperar fuera mientras hablaban con Duma. Keyla empezó a impacientarse pero yo ya me había acostumbrado a los protocolos en las Congregaciones, en pocos días había visitado dos de ellas, y llevaba desde pequeña yendo a la del Aire por el trabajo de mis padres. Cuando al fin Thomas volvió a salir nos indicó que nos acercáramos para hablar con nosotras un momento.
- Todavía no saben lo de bueno... Lo de tus poderes Dhalia, pero Duma es muy intuitiva, está casi ciega y por eso se fía de sus otros sentidos, no lo he confirmado nunca, pero dicen que es capaz de percibir los poderes de una persona en el aire, así que yo se lo diría enseguida para que no haya... esto... malentendidos.
- Gracias Thomas- murmuré.
Después de eso entramos en la sala de reuniones. Era preciosa, no tenía nada que ver con la del Aire, con sus muebles y sillas de mármol blanco impecable, ni con la madera y las paredes azules del Agua. La sala estaba llena de plantas y dibujos de estas por todas partes, flores, plantas exóticas de distintos colores y olores... Además la madera de que estaban hechos los muebles quedaba perfecta con los colores verdes de las enredaderas que envolvían las patas de estos.
Miré a Keyla para ver su reacción y estaba exactamente igual que yo, con la boca un poco entreabierta y los ojos muy abiertos como si quisiera absorber los que estaba viendo.
- Bienvenidas a la Tierra – dijo una voz al fondo de la sala.
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¡Aloha!
Lo hemos dicho ya muchas veces, pero, ¿a qué Thomas es monísimo?
¡Responded a esto con un comentario en vuestro Team! (competición entre las escritoras, aunque sé quien ganará)
#TeamDhalia
#TeamKeyla
#TeamThomas
¡Muchas gracias!
*Baiii*
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Las tierras de Rylen
Teen FictionEn las tierras de Rylen existen cuatro Congregaciones, una para cada elemento, aunque antes no era así. Antes de la Guerra Antigua los elementos convivian entre ellos con naturalidad pero la guerra los separó a todos. La vida de Dhalia, una chica de...