Capítulo 17

33 8 7
                                    

Dhalia's P.O.V:

La sala había estado en silencio desde que todos excepto Duma y yo la habían abandonado. Yo me había acercado a la silla de Duma a un gesto que ella había hecho, pero desde entonces nada ni nadie se había movido u había hablado. Estaba empezando a inquietarme, pues aunque tenía claro que Duma era un hueso duro de roer y sabía cómo hacerse imponer, al fin y al cabo tenía doscientos años y si la veías sentada en una silla el doble de grande que ella y con los ojos cerrados, daba un poco la sensación de que podría estar muerta, lo cual era, cuando menos, inquietante.

- Acércate niña, ven aquí - dijo Duma al fin en una voz muy débil.

Me acerqué todavía más si podía, aunque manteniendo siempre las distancias, seguro que Duma era una gran persona, pero el aura de misterio y sabiduría que desprendía me ponían un poco nerviosa, lo sé, soy muy asustadiza.

Entonces el silencio volvió a caer en la sala provocando que levantara la vista del suelo para comprobar otra vez si Duma seguía respirando. La verdad, hubiera preferido no haberlo hecho. Sus ojos estaban en blanco y su pelo flotaba como levantado por un aire inexistente, entonces empezó a hablar con una voz profunda y ancestral, unas palabras que cambiarían el transcurso de la historia:

Cuatro personas en una misión se embarcarán

Los cuatro elementos al fin se reunirán

Entre ellos un traidor aparecerá

Tentado, al mal sucumbirá

Muerte, dolor y sufrimiento provocará

Y al fin la Guerra Antigua terminará

Cuando terminó de recitar, sus ojos volvieron a ser verdes como siempre y su pelo regresó a su forma habitual, dejándome a mí con la boca abierta, mil preguntas en la cabeza y un solo sentimiento, miedo.

- Dhalia cielo, ¿ocurre algo? - preguntó Duma otra vez con su voz.

- Yo, eh, no, estoy, bien, creo, gracias - respondí como pude.

- Estás muy pálida, ¿te he presionado mucho al pedir a Keyla que contara tu historia?

- Oh, no es eso, es solo que tú, pelo, ojos, palabras y, y... - titubeé.

- Espera, relájate y cuéntame que acaba de ocurrir, creo que sé de qué se trata y necesito...

En ese preciso instante unos golpes resonaron por la sala interrumpiendo lo que fuera que Duma iba a decir.

- Dhalia, ¿sigues ahí? - preguntó Thomas desde fuera.

- ¿Sabes qué? Mejor ve con él, lo que iba a decirte ya tendrá su momento.

Salí de la sala de reuniones para reunirme fuera con Thomas, sin aún recuperarme de lo que acababa de ocurrir, dudaba que nunca fuera a volver a sentirme tranquila, jamás.

- Dhalia, ¿te encuentras bien? - dijo Thomas en cuanto me vio.

- Tan solo estoy cansada, necesito dormir un poco nada más.

- Oh, claro, te enseñaré donde está tu habitación.

Recorrimos varios pasillos interminables y al cabo de lo que parecieron siglos, aunque no fueron más de cinco minutos, llegamos a una pequeña puerta de madera de roble con unos adornos negros y verdes simbolizando hiedra. Era un diseño precioso, pero lo que había detrás lo era todavía más. La habitación estaba llena de luz y daba la sensación de que acababa de entrar en un bonito bosque. Al fondo, debajo del gran ventanal, había dos camas enormes hechas de la misma madera que la puerta, a decir verdad, todos los muebles eran de esa madera. Todo estaba en perfecta armonía. Incluso el baño entonaba con el resto de la habitación, era como la habitación de una princesa, y aun después del susto que me había pegado, me sentía como una princesa.

- ¡Dhalia ya has vuelto! - gritó Keyla cuando me vio.

- Keyla, ¿y Marc? - preguntó Thomas buscando por la habitación.

- Oh - dijo Keyla con voz de niña pequeña - se ha ido hace un rato.

- ¿Cuánto rato?

- Justo después de que tú te fueras - confesó mi amiga al fin.

- ¿Qué le has hecho? - preguntó Thomas.

- ¡Yo no he hecho nada! - se defendió Keyla - ¡Ha sido él quien se ha pasado de la raya!

No conocía a ese tal Marc, pero me compadecía de él, una Keyla enfadada podía dar mucho miedo, y estaba segura que, fuera lo que fuera que él hubiera hecho, había provocado la cólera de Keyla. Pero ahora mismo no estaba como para meterme en una discusión con Keyla acerca de alguien a quien no conocía, así que dejé a esos dos hablando y me fui a dormir.

Pensaba que me quedaría dormida nada más tocar el colchón, pero las palabras de Duma no dejaban de repetirse en mi cabeza, una y otra vez, ¿qué significaban?

------

Sé que no es un capítulo muy largo, pero ahora mismo estamos de exámenes y no tenemos demasiado tiempo para escribir. Estaremos de exámenes dos semanas mas o menos, así que quizás los próximos capítulos sean un poco cortos. Cuando terminemos los exámenes, haremos los capítulos más largos.

¿Qué creéis que son las palabras que pronuncia Duma? ¿Algo bueno, algo malo?

¡Espero que os guste!

*Baiiiiii*



Las tierras de RylenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora