#11 TODOS LOS RECUERDOS QUE TENGO DE TI

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No sé cuando sucedió exactamente, supongo que me sentía vulnerable, pero durante un tiempo lo nuestro fue como un tira y afloja por ver quién ignoraba más al otro.

Nos habíamos distanciado un poco, pero de repente nos volvimos a encontrar, debía de ser invierno ya...

Sé que estuvimos hablando y pasándolo bien, pero al final sucedió algo, algo que no consigo recordar perfectamente, es confuso y difícil, pero no sé cuándo ni por qué, te pregunté si recordabas el día en que nos conocimos.

Había pasado algún tiempo y tenía curiosidad, supongo que para mí era algo importante, algo que me gusta recordar y, sin embargo, tú me respondiste negativamente: Me dijiste que no te acordabas de lo que había sucedido ese día y aunque no lo comprendas me dolió, me dolió bastante. Yo sabía que mentías, yo sé que mentías.

¿Cómo no podías recordar ese momento? ¿Cómo no podías recordar esa noche? ¿Cómo podías haberlo olvidarlo? Era imposible, tenías que estar mintiendo, pero la pregunta era ¿por qué? Eso era lo más doloroso, esa pregunta y tener que hacérmela una y otra vez.

Todavía hoy me dices:

—¿Si sabes que me acordaba por qué te enfadaste? Es más... ¿por qué me preguntaste?

Pero eso fue precisamente lo que me dolió, que me dijeras que no te acordabas, que renegases de mí, como si tratases de borrar ese momento, ese instante único en ti y en mí del que tanto he hablado.

Me sentí como en esa canción que estaba tan de moda, como si yo "solamente fuese alguien a quien solías conocer". No, yo no quería ser sólo eso, no para ti, nunca.

Después de eso dejé de hablarte. Ni siquiera podía mirarte a los ojos por unas semanas y pronto te diste cuenta, pero, de algún modo, había confiado en ti y ahora tú me negabas.

Dejé de pensar en ti y de hacerte caso, aunque nuestros encuentros nunca habían sido tantos como yo habría deseado.

A veces coincidíamos en el parque, coincidíamos más que nunca, pero yo ya no quería verte y tú te diste cuenta enseguida, eres lista y supongo que te hice sentir mal.

No me siento orgulloso de ello, pero en aquel momento sucedió lo que tenía que suceder.

Notaba como me mirabas, notaba que querías pedirme perdón, que querías saber que me pasaba, por qué me comportaba así contigo. Aunque yo pensaba que era obvio, supongo que no comprendías el motivo de mi enfado y aquello te confundía.

Ahora ya lo sabes, lo sabes todo de mí y lo que no sepas te lo enseñarán estas líneas.

Recuerdo que caminabas junto a mí y yo me cambiaba de lado, te sentabas a mi vera y yo me levantaba para sentarme en el otro extremo; que me hablabas y no te respondía o que me limitaba a sonreír condescendientemente.

Así actué todas las veces que nos vimos durante ese breve período, pero mi mirada llevaba la melancolía de lo que podría ser entre nosotros y no era.

Vi como me mirabas en aquellos momentos y sé que no deseabas nada de lo que estaba pasando.

Hasta que regresé a casa una noche y recibí tu llamada diciendo que no querías aquello, que no querías continuar así, que no lo soportabas más, que te estaba haciendo daño y que necesitabas saber que estaba sucediendo... que querías que todo volviera ser como antes.

TODOS LOS RECUERDOS QUE TENGO DE TI (CARTAS REALES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora