Capítulo 8 - Tensiones y planes

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Jason se despertó muy enérgico ese miércoles. Tenía que hacer el trabajo de Wilde con Louise y Ryder. Últimamente, las clases de lenguaje le estaban gustando mucho. En realidad, le gustaba trabajar con sus dos amigos.

En las clases de historia de ese día, Jason vio a su compañera de banco, Caitlyn, un poco más preocupada y afligida que lo normal. Él se preguntaba qué moscas le pasaría, es verdad que es un poco neurótica, pero esta vez se ve realmente estresada.

-Hey, Caitlyn, ¿Qué tienes? –le susurró Jason a su compañera.

-Hey, Jason, ¿Quieres callarte? –le respondió ella con su típico mal genio.

-Ok, señorita malhumorada –contestó Jason. La estaba molestando a propósito.

-Déjame en paz, quiero escuchar al profesor de historia –dijo ella mientras le pegaba un codazo.

Jason optó por dejar de hablarle, pues cuando ella se enojaba, siempre habían consecuencias.

En el receso después de las clases de historia, Louise se le acercó a Caitlyn.

-Cait, ¿Qué te pasa?

-Nada, Lou.

-No me digas nada, sé que te pasa algo –dijo Louise preocupada.

-No, nada, en serio, solo estoy un poco estresada con los estudios –mintió Caitlyn. En realidad, estaba impactada por lo que había descubierto sobre Matthew y Prue.

-Ah, bueno –respondió Louise poco crédula.

Ahora Louise se giró hacia Jason y le dijo:

-Jay, hoy día hay que terminar de escribir la información de Wilde y comenzar a trabajar en el Power Point para la presentación.

-Sí, eso espero.

Como siempre, llegó Matthew a abrazar a Louise. Ella lo miró dulcemente y este la besó en la mejilla. Caitlyn y Jason se miraron con desagrado.

-Lou, ¿podemos ir a hablar a un lugar más privado? –le preguntó Matthew.

-Sí, vamos a la cafetería –invitó Louise.

Matthew asintió. Caitlyn no iba a dejar que se fuera impune, debía hacerle un comentario de mal gusto.

-Ya van los tortolitos a secretear a la cafetería –comentó con un tono sarcástico.

Matthew iba a responderle cuando Louise lo detuvo.

-Déjala, hoy anda estresada –le dijo Louise a Matthew.

Luego de que los novios se fueran, Jason volvió a preguntarle a Caitlyn que le pasaba, pero esta no le respondió.

-Jason, tengo que hacer algo –dijo ella antes de salir corriendo del salón.

"Hoy día sí que está rara" se dijo a sí mismo Jason.

Caitlyn corrió hacia la cafetería, debía llegar antes que los tortolitos. Al llegar a su destino, recuperó el aliento y luego vio, como siempre, a Margaret con sus amigas bebiendo café.

Caitlyn se acercó por detrás de Margaret y le habló en el oído.

-Margy, necesito pedirte un favor.

-Primero se dice hola –recalcó Margaret, pero Caitlyn no andaba de humor para juegos - ¿Qué necesitas?

-Louise y Matthew van a venir a hablar de algo privado acá. ¿Podrías intentar escuchar de qué hablan?

-Cait, eso no se hace.

-¡Tampoco se engaña a las novias! –Caitlyn estaba furiosa.

-No sé por qué siempre me convences de hacer cosas contra mis principios, Cait. Última vez que te hago estos favores extraños.

-Margy, te quiero. –dijo Caitlyn agradecida.

-Mira, ahí vienen Matthew y Louise, ándate antes que te vean –recomendó Margaret.

-Chao amiga.

Caitlyn se desplazó sigilosamente hacia la entrada de la cafetería y se escondió. Esperó a que los novios entraran para luego salir instantáneamente del lugar. "Ya soy una perfecta espía, siempre paso inadvertida" pensó ella.

Mientras tanto, Jason y Ryder conversaban caminando por el pasillo.

-¿Cómo van las cosas con Louise? –preguntó Ryder a su amigo.

-Bien, creo que bien.

-¿Y cómo van las cosas con Caitlyn? –volvió a preguntar Ryder.

-¿Con Caitlyn? –Jason estaba extrañado por la pregunta -¿De qué hablas?

-La otra vez se fueron a hablar a solas. ¿Crees que soy tonto? Ya te dije que Caitlyn es mía.

-Ya, no te enfades. No quiero nada con Caitlyn, ni ella quiere nada conmigo. Solo estábamos hablando de Louise.

-Ah, ya, menos mal –dijo aliviado Ryder.

Jason avistó desde lejos a Dylan, uno de los abusones de su curso. Ryder y Dylan siempre se habían llevado mal. Jason le hizo señas a su amigo para que se quitara del camino del abusón, pero este no hizo caso.

-¿Qué te pasa Ferguson? –vociferó Dylan en modo provocador.

-Nada, Lopez –le respondió Ryder. Él nunca había usado la violencia para resolver problemas, pero sus palabras eran más afiladas que una cuchilla.

Dylan Lopez empujó a Ryder contra la pared y amenazó con pegarle. Jason intentó detenerlo, pero no tenía mucha fuerza. 

-Ya basta, no tengo tiempo para tus tonterías, bruto –volvió a atacar Ryder.

El abusón estuvo a punto de pegarle si no por fuera el forcejeo de Jason a modo de separarlos y la pasada de un profesor cerca, lo salvara.

-Nos volveremos a ver, Ferguson –gruñó Dylan.

-Mejor vete a estudiar, burro.

Dylan se alejó refunfuñando. Jason miró a Ryder en modo incrédulo.

-Ryder, no te metas con esos tipos. Algún día te van a terminar dando una paliza.

-No te preocupes por eso, esos tontos no saben más que amenazar. "Perro que ladra, no muerde".

-Aun así, no me gusta –dijo en tono preocupado Jason.

El timbre sonó y los dos amigos volvieron al salón, era hora de la clase de lenguaje, Jason estaba feliz.

Mientras Jason sacaba su libro y cuaderno para ir a la biblioteca, vio entrar a Louise al salón con una cara de preocupación. "¿Qué le habría pasado?" pensaba él. Caitlyn también estaba sacando sus materiales.

-Caitlyn, ¿qué le pasa a Louise? –preguntó él a su compañera de banco.

Caitlyn miró a Louise.

-No sé, algo le debió haber dicho ese tarado de Matthew. –"pero ya me lo contará Margaret" pensó ella.


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