Capítulo 16 - La verdad

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-Cait...descubrí que fue Jason el que me llevó a mi casa cuando llovía.

-¿Qué? ¿Estás segura?

-Ayer que estuvo en mi casa, mi mamá me dijo que fue él.

Caitlyn no lo podía creer. Jason no podía haber sido más tonto.

Intentó mostrarse indiferente para que Louise no se exaltara.

-¿No te sorprende? –preguntó casi gritando Louise.

-Es que...

Caitlyn no alcanzó ni a terminar su frase cuando una mirada de odio de Louise la fulminó.

-¡Maldita! Tú ya sabias

-¡¿Qué?! No seas ridícula, Lou.

-No me mientas. Te conozco muy bien.

Caitlyn no estaba preparada para esta situación y no tuvo tiempo de ingeniarse una buena excusa o explicación. Louise ya la había descubierto, ahora no había nada que hacer para remediarlo. Solo se puede alivianar el enfado con unas lindas palabras.

-Bueno. Sí sabía, pero no te lo dije porque estabas un tanto sensible con el tema de Matthew y no quería confundirte. Te hiciste muchas expectativas con lo del príncipe azul y me asustó decirte. Fue sólo para protegerte, amiga mía.

Louise estaba indignada. No podía creer que su mejor amiga le había escondido algo tan importante.

-Como sea –dijo Louise antes de irse enojada al patio. Caitlyn intentó seguirla, pero entendió que Louise quería estar sola.

Louise bajó rápidamente las escaleras para llegar al patio. Eran apenas las nueve y cuarenta y ya estaba molesta. Se sentó en una banca sola. En el patio, vio a Matthew jugando futbol con sus amigos, se veía cansado. Louise se puso más triste aun al ver a Matthew haciendo sobreesfuerzo físico.

Margaret, desde la ventana de la cafetería, vio a Louise sentada sola en el patio y se preguntó por qué estaba así. Entonces, decidió bajar a verla. Dejó su café y se dirigió hacía el patio.

Louise estaba consumida en sus pensamientos y ni se percató de que Margaret se sentó a su lado en la banca.

-Louise –dijo Margaret.

-Margy...me sorprendiste –dijo Louise con tono cansado.

-¿Qué te pasa? Estás sola acá.

-Nada.

-Vamos, soy tu amiga, cuéntame.

-En serio que no me pasa nada.

-Te aseguro que sí le pregunto a Caitlyn si te pasa algo me va a decir que sí. Ya...dime.

-Está bien –dijo Louise como vencida. –Lo que pasa es que Caitlyn me escondió una cosa muy importante. No sé por qué no me lo dijo antes. Se supone que las amigas no se esconden ese tipo de cosas.

-¿Pero, qué te escondió?

-Hace unas semanas, fue el cumplemés mio y de Matt. Ese domingo estaba lloviendo, y él nunca apareció y yo me desmayé en medio de la lluvía, tú sabes que mi cuerpo nunca ha aguantado mucho. Entonces Jason me encontró y me llevó a casa. Yo no sabía que había sido él hasta ayer, pero Caitlyn sí sabía y no me dijo.

-Mira, Louise, te entiendo, pero creo que le estás poniendo mucha importancia al asunto. ¿Qué tanto te interesa saber que fue Jay el que rescató?

-No lo sé... –Louise se sonrojó.

-¡¿Qué acaso te gusta Jason?!

-¡No! ¿Cómo se te ocurre?

-Entonces te gusta Matthew –dijo Margaret y luego lo vio jugando futbol.

-¡Tampoco! Yo...no sé –dijo Louise nerviosa y frustrada.

Margaret se rio. Le encantaba ver a Louise nerviosa y sonrojada.

-Louise. No te enojes con Caitlyn por algo como eso. Yo creo que no te lo dijo precisamente para que no te pusieras nerviosa como ahora. Estás hecha un tomate.

-Sí, puede ser que tengas razón...

Louise se quedó pensativa y luego sonó el timbre. Ella y Margaret volvieron rápidamente al salón, ya que tenían que tomar sus cosas de lenguaje y luego ir a la biblioteca para hacer el trabajo de lenguaje.

Jason y Ryder estaban esperando a Louise en el salón. Louise no pudo mirar a Jason a los ojos, le daba mucha vergüenza, pero en algún momento tendría que hablar con él sobre el tema del príncipe azul. Caitlyn también estaba en el salón. Esta ni miró a Louise.

-Hola Lou –dijo Ryder-, esta es la penúltima clase que tenemos para hacer el trabajo. Así que tenemos que esforzarnos harto para terminarlo a tiempo. Si no, vamos a tener que juntarnos fuera de clases a hacerlos.

-Sí...-asintió Louise desanimada.

-¿Te pasa algo? –preguntó Jason a Louise.

-No, nada –intentó mentir ella.

Jason se dio cuenta de que Louise estaba mintiendo, pero no quiso decírselo en frente de Ryder.

Los tres amigos hicieron el trabajo en Power Point de forma eficiente, pero Jason sintió que si Louise hubiera tenido mejor estado anímico hubieran avanzado mucho más rápido. Cómo cuando faltaban treinta minutos para terminar la clase, Ryder tuvo que ir al baño y dejó solos a Jason y Louise. Ella aprovecho este momento para hablar con Jason.

-Jay...-comenzó Louise.

-¿Sí? –preguntó Jason con normalidad.

-Me entere de que...tú me salvaste cuando me desmayé bajo la lluvia.

Él chico estaba sorprendidísimo. Intentó responderle pero su voz se trabó y tartamudeo.

-Mira, entiendo que ahora estés nervioso, pero no entiendo por qué no me lo dijiste. Si ya sabes que eres como mi hermano.

Hermano, allí estaba la respuesta. Jason no quería ser su hermano, sino su alguien especial. Ante esta situación, él no encontró más remedio que decirle lo que realmente sentía.

-Sabes, Louise, la verdad es que no te lo dije porque –Jason se armó de valor -tú me gustas y no quería que pensaras mal de mí por irme tan rápido tu casa sin decir mi nombre.


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