Capítulo 10 - Sopresas inesperadas

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El timbre de la última hora del viernes sonó, todos estaban contentos. Jason y Ryder fueron de los primeros en salir del salón, porque iban a ir al cine esa tarde.

Matthew tenía planeado ir a la casa de Louise para luego ir al centro comercial juntos. Caitlyn corrió detrás de los dos chicos para decirle una cosa a Jason antes de que saliera de la escuela. Jason y Ryder estaban hablando y riendo.

-¡Jason! –gritó Caitlyn, haciendo que Jason se volteara a ver quién era.

-Caitlyn... ¿Qué sucede? –preguntó él.

Ella alcanzó a los dos amigos, recobró el aliento y le habló a Jason.

-Tengo que contarte una cosa súper importante, ¿te puedo llamar en la tarde?

-Pues, sí. Pero no entre las tres y las cinco, puesto que vamos a estar en el cine con Ryder.

-Vale, está bien. Chao.

Caitlyn se alejó de ellos y salió de la escuela. Hoy día iba a seguir con su plan de boicotear a Matthew. Ya que Louise y su novio iban a ir al centro comercial, Caitlyn también iba a ir y se los iba a encontrar "accidentalmente". Sería una lástima que alguien no los dejara estar solos esta tarde, pensaba Cait irónicamente.

Matthew y Louise iban camino a casa hablando casualmente. Caitlyn los seguía desde atrás de manera discreta. No es que los estuviera espiando a propósito, pero el recorrido para ir a casa de Louise era casi el mismo que el camino para ir a casa de Caitlyn.

Al llegar Louise y su novio a casa, Giselle los recibió.

-Hola Matthew. ¿Cómo estás? –preguntó Giselle Weigand.

-Hola señora Wiegand, yo estoy bien ¿y usted?

-Yo también estoy bien –Giselle sonrió -, en diez minutos les sirvo el almuerzo.

-No mamá, no es necesario. Pensábamos ir a almorzar al centro comercial. Vinimos solo a dejar las mochilas –aclaró Louise.

-Ah, está bien.

Louise llevó a Matthew a su habitación y allí dejaron sus cosas. Louise rápidamente pasó al baño a cambiarse de ropa. Matthew espero sentado en la cama jugueteando con los tiernos peluches de su novia, eran suaves y tiernos. Al rato, Louise salió del baño vestida con una falda corta fucsia, pantis negras y un suéter blanco. Matthew se quedó pasmado.

-¿Qué pasa? ¿Me veo mal?

-No, lo contrario, te ves muy linda –dijo Matthew sonrojándose.

Louise le sonrió y tomo su cartera. Los dos salieron de la casa y caminaron hacia el centro comercial. Almorzaron en el piso de comida rápida, Matthew comió una hamburguesa y Louise comió sushi.

-¿Sabías que la próxima semana vuelve Iris de Canadá? –preguntó Louise.

-Iris... –Matthew se quedó pensativo –ah sí, la antigua novia de Adolph y Thomas.

-Ella misma.

Apenas terminaron el almuerzo se dirigieron hacia una tienda de accesorios electrónicos ya que Matthew necesitaba comprar un regalo para la fiesta de cumpleaños de Tommy.

-A propósito, ¿tú vas a ir a la fiesta de Tommy? –preguntó él a su novia.

-No creo –dijo Louise de una forma cortante.

-¿Por qué?

-Matthew –Louise paró a Matthew justo antes de entrar a la tienda –necesito hablar contigo.

-¿Pasa algo?

Louise no respondió y lo llevó a unos asientos. Había estado ensayando lo que iba a decir desde ayer.

-Mira, Matt, lo que te voy a decir es algo muy importante, así que por favor no me interrumpas.

-Está bien, pero me estoy preocupando.

-Últimamente he estado muy nerviosa y preocupada. Todavía no hemos resuelto el problema del tercer cumplemés, y ahora me vienes con tu enfermedad... -Louise hizo una pausa y luego soltó lo que tanto ansiaba decir –creo que deberíamos distanciarnos un tiempo.

Matthew quedó boquiabierto, se preguntaba cómo había sucedido esto tan repentinamente.

-Lou-Louise... no estás hablando en serio, ¿verdad?

-Matthew, no es que ya no te quiera, pero no me hace bien estar preocupada. Ya tengo mis propios problemas, no necesito más problemas –Louise estaba comenzando a desesperarse, sus ojos se humedecieron -Lo siento, de verdad, pero por lo menos separémonos por un tiempo.

-No...Louise –Matthew adoptó un sembrante frio. Comenzó a respirar anormalmente.


* * * * *


Caitlyn acababa de llegar al centro comercial, ya que ella almorzó en su casa. Ahora debía buscar a Matthew para arruinarle su momento con Louise. Buscó en el piso de comidas pero no los encontró allí. Caitlyn no se iba a dar por vencida y decidió recorrer todo el centro comercial. Cuando pasó cerca de una tienda de café se recordó de lo que le contó Margaret ayer. Lo que Matthew le había dicho a Louise era que sufría de una enfermedad pulmonar o algo así. Seguramente por eso había estado tan rara Louise estos días. Ese Matthew cada vez le hacía peor a su amiga. Pero por alguna razón, Louise no cambia de idea. Tiene a Jason bajo sus encantos pero ella ni lo toma en cuenta. Caitlyn prefería a Jason mil veces más que al insoportable Matthew.

Hablando del rey de roma, Caitlyn vio una multitud de gente acumulada cerca de una tienda de artículos electrónicos. Se acercó a ver que sucedía y se encontró con una terrible sorpresa.

Matthew estaba tirado en el piso, a los pies de unos asientos, con la cara enrojecida y respirando desesperadamente, estaba teniendo un ataque de taquicardia. Louise estaba agachada en el piso también, llorando, pidiendo socorro mientras ponía sus manos en el pecho de Matthew. Unos auxiliares del centro comercial trajeron una camilla de primeros auxilios y se llevaron al chico. Los auxiliares le preguntaron a Louise que había sucedido, pero esta no estaba en condiciones de hablar.

Caitlyn se hizo paso entre la muchedumbre y abrazó a su amiga que se ahogaba con sus lágrimas. Caitlyn no entendía muy bien que es lo que había pasado como Louise tampoco sabía por qué estaba su amiga allí, pero lo único que tenía en mente es que ella había sido la culpable del accidente.


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