Capítulo 4 - Príncipe Azul

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Louise y Caitlyn salieron del salón y se sentaron en una de las bancas del pasillo. Caitlyn se veía más enfurecida de lo normal. Esto asustaba a Louise.

-¡¿Qué se cree ese Matthew al dejarte plantada en su tercer cumplemés y luego para colmo te pones a llorar en sus brazos?! – dijo casi gritando Caitlyn.

-Cait, no te enfurezcas tanto. Ayer estaba lloviendo, es entendible.

-No, Louise, no te pongas a defenderlo ahora. No es primera vez que comete un error grave. La otra vez te dio un chocolate con crema de maní. ¡Todos saben que eres alérgica a la crema de maní! Te salieron ronchas por todas partes.

-Pero...

-Nada de "peros" – la interrumpió hecha una furia.

-Me vas a hacer llorar de nuevo – replicó Louise mientras se sonaba con un pañuelo mentolado.

-Ya hablamos sobre lo de llorar por todo – Caitlyn comenzó a bajar su tono – tienes que ser fuerte.

En fin, ¿por lo menos ayer aprovechaste para repasar ciencias, no?

-Sí, también me ayudo mi papá.

-¿Volvamos al salón? – pregunto Caitlyn.

-Cait, hay algo que tengo que contarte todavía...

-Dime.

-Ayer mientras esperaba a Matthew en la plaza de los cerezos, comenzó a llover y yo me quede allí, tenía mi paraguas así que me senté en una banca. Al parecer, se me pasó la mano y con el frio me desmaye.

-¡¿Qué?! – Caitlyn estaba comenzando a odiar a Matthew.

-Pero eso no es todo...parece que un chico de la clase me encontró y me llevo a mi casa. Mis padres no lo conocían y él no dijo su nombre y se fue pronto. Lo único que mi madre recuerda es que era alto y tenía cabello marrón oscuro.

-Pero prácticamente todos nuestros compañeros son así.

-Eso mismo le dije a mi madre.

-Bueno, vamos a averiguar quién es el que te salvo la vida.

-Lo haces sonar como un príncipe azul – dijo riendo Louise.

Caitlyn y Louise rieron juntas y luego volvieron al salón. Se prepararon para el examen del aparato respiratorio.

* * * * *

Louise y Caitlyn caminaban de vuelta a sus casas. Siempre se iban juntas al terminar las clases.

-Creo que podría haber sido Thomas – comentó Caitlyn mientras caminaba.

-¿Qué cosa pudo haber hecho Tommy? – pregunto Louise extrañada.

-Que creo que Thomas te rescató en la plaza ayer.

-Ah, eso. Sí, yo también pensé eso. Pero mis padres lo conocen y no tiene pretexto para irse sin ni siquiera decir su nombre.

-Bueno, en eso tienes razón. Entonces fue Adolph. Estoy segura de que fue él – dijo muy confiada.

Louise miró hacia los lados para comprobar que no viniera ningún automóvil y cruzaron la calle.

-Es que podría haber sido cualquiera, el problema está en que se fue rápidamente, como si no quisiera ser reconocido.

Caitlyn levantó su cabeza para observar las nubes oscuras en el cielo. Su cabello rubio se remeció lentamente. Comenzó a pensar en Jason, hoy había estado mirando a su amiga de manera extraña. Caitlyn se preguntaba si pudo haber sido él.

-¿Que sucede amiga? – le pregunto Louise a Caitlyn.

-¿Y si fue Jason?

-Jason, no, no creo. No sabe mi dirección.

-Fue a tu fiesta de cumpleaños el año pasado.

-Cierto. ¿De verdad crees que fue él? Ahora que lo pienso, hoy me ofreció pañuelos. Nunca le he visto acercarse a otras chicas excepto a ti y a Paige.

Caitlyn se abstuvo de decirle a Louise: "creo que le gustas". Si le decía eso, se iba a poner nerviosa e histérica. Además, la última vez que le dijo algo así fue cuando a Matthew le gustaba Louise. Al decírselo se enteró de que a su amiga también le gustaba él y luego se hicieron pareja. Fue el error más grande de su vida. A Caitlyn no le podía caer más mal ese tal Matthew. Egoísta y pretencioso. Ella siempre intentaba hacer razonar a Louise, pero no funcionaba. Ni si quiera el episodio de ayer la hizo recapacitar.

-¿Y si le mostramos una foto de él a tu mama? Quizás lo reconoce.

-Sí, tienes razón Cait. ¿Quieres venir a mi casa y aprovechamos de tomar once juntas?

-Buena idea. Me encantan las tortas que prepara tu mamá – dijo Caitlyn entusiasmada – déjame llamar a mi mamá para avisarle que voy a llegar más tarde.

Al llegar a la casa de Louise, la mamá las atendió muy bien y les sirvió un té con torta de tres leches hecha por ella.

-¿Cómo les fue en el examen de ciencias? – preguntó la mamá de Louise mientras tomaba un sorbo de café.

-Bien, estaba más fácil de lo que esperaba – respondió su hija.

-Sí, estaba bastante fácil – apuntó Caitlyn.

-¡Me alegro!

-Señora, como siempre, su torta está exquisita, muchas gracias – dijo Caitlyn complacida comiendo un pedazo de torta tres leches.

Las tres rieron y siguieron con su once. Más tarde, Louise tuvo la intención de mostrarle una foto de Jason a su madre, pero se dio cuenta de que no tenía ninguna.

Las dos amigas acordaron tomar una foto de Jason mañana y luego Caitlyn se despidió para volver a su casa. Louise se dio una ducha y se metió a la cama. No se sentía tan bien con el resfriado.

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