Ryder estaba con cuatro boletos en la mano. La estación de trenes estaba repleta de gente, cosa que era de esperarse para un día domingo. Jason y Caitlyn odiaban las masas de personas, pero a Margaret parecía no importarle. El tren partía a las diez y media de la mañana, y el trayecto duraba más o menos dos horas. Tenían que esperar sólo diez minutos para que la aventura comenzara. Ryder estaba muy emocionado por el festival. Podría finalmente confesarle sus sentimientos a Caitlyn. Es verdad que era un poco mujeriego, pero en realidad sentía algo diferente por ella.
Por fin, llegó el tren. Los cuatro amigos mostraron sus boletos y entraron al vagón. Los asientos eran de a dos; Caitlyn se sentó junto a Margaret y Jason se fue junto a su amigo Ryder. En el trayecto, Ryder le confesó a su amigo como planeaba declarársele a su amada.
-Vi en la página web del festival Flechas de Cupido que va a ver un evento donde uno puede escribirle una carta a alguien y luego se la entregan. Creo que una súper oportunidad.
-¿Cómo es eso de la carta? -preguntó Jason no entendiendo.
-Uno escribe una carta, y luego miembros del festival las reparten.
-Se ve interesante.
Margaret leyó un libro todo el camino y Caitlyn se dedicó a escuchar música en su celular.
Al llegar a SunVille, lo primero que vieron de la ciudad fue un cementerio. Había un cartel que indicaba "Cementerio Wilde". Wilde, como Óscar Wilde. Esto hizo a Jason acordarse de Louise. La verdad es que no quería pensar en ella. Le hubiera gustado pasar San Valentín con ella, pero Louise ni le prestaba atención.
El tren se detuvo y el grupo de amigos se bajó del tren. Cerca de la estación de trenes, tomaron un taxi que los llevó directamente al festival Flechas de Cupido.
-¡Es hermoso! -dijo Margaret emocionada.
El festival era muy grande, había diferentes tipos de atracciones, puesto de comida y mucha gente. Lo primero que Jason notó fue la rueda de la fortuna. Era grande, con colores rosados y con motivos de corazón.
-¿Por dónde vamos a empezar? -preguntó ansiosa Caitlyn.
-Yo creo que primero deberíamos comer algo -sugirió Ryder, pensando en comida, como siempre.
-Te apoyo -se sumó Jason.
Los cuatro se dirigieron hacia donde estaban los puestos de comida. Había todo tipo de comida, de hamburguesas hasta pizzas.
Jason y Caitlyn optaron por comer pizza, los dos eran fans de la comida italiana, mientras que Ryder y Margaret pidieron sándwiches. Todo esto acompañado de unos refrescos, obviamente.
La felicidad se respiraba en el festival. Jason no sabía si era la música, o los colores, pero todos parecían más felices de lo habitual, tal vez es por el hecho de estar con quienes amaban. Aunque él no estuviese con Louise, estaba con sus amigos, a los que también, de otra forma, amaba.
Al terminar de almorzar, los chicos se fueron a explorar. Lo primero que hicieron fue subirse al tobogán acuático. Caitlyn al principio no quiso, porque tenía miedo de mojarse, pero Ryder logró convencerla. Eso fue un logro total, hacer ceder a Caitlyn es muy complicado, y que Ryder lo haya logrado era un avance muy largo.
Justo la balsa de tobogán era para cuatro personas, así que fueron todos juntos. Cuando la balsa empezó a deslizarse y ganar velocidad por el tobogán, Caitlyn comenzó a gritar, seguida por Margaret y luego Jason. Ryder, en vez de gritar, se puso a reír.
Luego de el tobogán, fueron a la casa del terror y después al paseo del amor. Lo estaban pasando realmente genial. En un determinado momento, iba a comenzar una interpretación del lago de los cisnes en hielo; Jason, Ryder y Caitlyn querían ir, pero a Margaret no le gustaba mucho el ballet en hielo.
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¿Destinados?
Novela JuvenilTodo comenzó una día lluvioso, sus vidas se entrelazaron sin ni siquiera darse cuenta. Jason y Louise son dos chicos tan diferentes y tan iguales al mismo tiempo. Se embarcarán en una aventura en busca del amor, pero lo que realmente encontrarán, es...