Capítulo 9

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Quería irme, pero quería saber que sucedía...
Su rostro se fue tornando blanco, pero un blanco raro; un blanco feo que mostraba que no quedaba más de esa persona.
Me imaginé que saldría su alma o algo por el estilo, ya sabes, como en las películas.
Pero lo único que paso fue un silencio cómodo, un silencio de paz.
Vi mi reloj y eran las 7:30 am
Me levanté, dispuesta a irme de aquel lugar hasta que la puerta se abrió lentamente y vi a una señora sosteniendo una charola con un tazón de cereal y un baso de jugo.
Llevaba una sonrisa que alegraba a cualquiera que la mirará, era una de esas personas que todo el día están felices, que por dentro se están muriendo y sufriendo pero aún así dan lo mejor de si.
La señora paso atravez de mi y me giré para ver que hacía, olvidando completamente a su hija, hasta que tiró la charola.
La vi... estaba inmóvil, sus ojos comenzaron a llenarse de... lágrimas, lo que daría por sacar una en este momento, lo que daría por poder respirar una vez más...
Calló de rodillas, llorando.
Grito tan fuerte que enseguida llegó un señor alto, de ojos apagados y cansados.

Señor: clara!!, ¿todo esta...?.- no pudo terminar la frase, sus ojos se abrieron de par en par, se acercó rápido a la niña, dejando atrás a la dicha clara.

Señor: mi amor...- dijo tocando su hermoso cabello dorado, que ahora estaba más apagado que antes.- nina... por favor despierta corazón, por favor!!!.- llevó su mano a su corazón y empezó a llorar más fuerte incluso que la madre.

No podía seguí viendo esto, el levantó a la pequeña, la levantó con tanta facilidad que hizo pensar que era tan frágil, lo era... Pero ya no.
Se arrodilló con ella aún en brazos, acariciando suavemete su cabello, derramando las lágrimas que brotaban de el en su pálido y seco rostro.
Acercó su cabeza a la suya y le dio un beso en la frente, no un beso de tristeza... un beso de amor y despedida.

Salí de el cuarto, pero antes pude notar que no había herida en el cuerpo, estaba perfectamente bien, pero sin vida alguna.
Camine sin rumbo, pensando en todo lo que había pasado.
Llegué a la entrada del bosque y comencé a caminar hacia mi casa.
Sabía que tenía que hacer, el dolor que sintieron esos 2 padres era inimaginable y mi madre lo sintió.
Soy la hermana menor, pero ahora debo ser más que eso.
Abrí la puerta y mi madre estaba preparando algo en la estufa, cerré y me vio... tenía los ojos cansados, aunque no se de que... Si ya estamos muertas, la verdad quería aceptar a Marie pero no puede evitar sentir celos de ella.
Mi madre corrió hacia mi, colocando sus brazos en mis hombros, yo me devolví el abrazo con más fuerza.

Jessica: cariño, perdóname por no decirte antes, yo sólo...

- esta bien, mamá.- sonreí lo más natural posible.

Jessica: ven, vamos, te contaré todo.- me tomó de la mano y me llevó a la mesa.- muy bien...

Xx: ¿qué esta pasando mami?

Me giré para ver dónde provenía la voz, esa estúpida voz que hacía que odiara a partir de ahora la palabra "mami".
Estaba ahí, llevaba puesta una pijama que era mía, tenía unas trenzas y me miraba con curiosidad. No podía mirarla bien!!, ni podía!!.
Ella noto mi odio hacia ella y corrió hacia mi madre, abrazandola por la cintura.

Jessica: Hola, nena, siéntate con tu hermana, tenemos que charlar acerca de algo.

Marie: si, mami.- otra vez con su estúpido mami!!!.
Por supuesto que no se sentó alado de mi, se sentó alado de mi madre.

Jessica: mira Gina... tu padre y yo nos casamos a los 23, viajamos mucho y un día decidimos tener un bebé, me embarace y nació Marie.
Ella creció y me embarace de ti cuando ella tenia 4.
Un día decidimos salir a comer, tu tenías 1 año y Marie 5; tu padre manejaba y Marie iba adelante con el.
Tu y yo íbamos en la parte de tras... tu padre no se dio cuenta y un camión arrasó a el carro haciendo que la parte donde iba Marie saliera dañada.
Me desperté contigo en brazos, estabas bien, sin ninguna herida, pero lamentablemente Marie y tu padre no. Salí del carro rápidamente y abrí la pierta donde estaba Marie...- mi madre tenía ganas de llorar, sostuvo su rostro entre sus manos y sollozo, sin soltar una mínima lagrima y Marie la abrazo...-ella tenía un fierro enterrado en la parte frontal del cráneo.- mire a Marie y recordé la marca que tiene en la frente.

Jessica: ella murió y tu padre salió gravemente herido, quedó en coma por 5 mese y luego decidí desconectarlo.- mi madre se sentia aliviada, se veía más tranquila de lo normal... ya no se ve culpable...

Cura mis heridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora