Trece

18 1 0
                                    

-Tengo algo para ti-Dijo Víctor acercándose a nosotras y entregándome un papel doblado-Eres libre de explorar-Luego se dio la vuelta y volvió a entrar en lo que luego comprendí era su despacho, abrí el papel que me había dado para descubrir un mapa de la academia.

-Fascinante-Dije mientras leía etiquetas de colores que señalaban lugares como Sala de entrenamientos, salón de música, gimnasio pero mis ojos se detuvieron en un rectángulo dorado cuyas letras negras señalaban la Gran


Biblioteca- ¿Puedo ir a donde quiera?-Pregunté con emoción y Dina se encogió de hombros.

-El hijo de la directora te ha dado permiso-Sus palabras revolucionaron el concepto que tenía de Víctor.

-¿Él no es el director?-Pregunté sorprendida y ella sonrió.

-Técnicamente es su madre quien tiene el control de la dirección, pero últimamente pasa tanto tiempo en Teimerland que todos nos hemos acostumbrado a obedecerle.

Me despedí de Dina frente a la sala de entrenamientos a la cual por alguna razón desconocida no podía entra y caminé hacia la Biblioteca guiándome por el mapa.

La biblioteca era un salón redondo e inmenso de techo alto color marfil y grandes ventanas de cristal iluminaban el lugar, las paredes estaban cubiertas de nueve pisos de libros en estanterías doradas y dos escaleras en rieles para alcanzarlos; desperdigadas por la habitación habían varias mesas y algunos atriles con libros encerrados en urnas de cristal; una decena de butacas de diferentes modelos y colores estaban puestas en torno a una gran chimenea sobre la que descansaba una gran espada y una Biblia y un gran escritorio ubicaba la pared del fondo.

Tardé unos segundos en recuperarme del asombro, entonces comencé a leer los avisos dorados que cada estantería tenia encima hasta encontrar Entretenimiento me acerqué a la estantería que para mí comodidad era la numero tres a mi derecha sin tener que subir las escaleras y me dispuse a leer los lomos: El general en su laberinto, Jane Ayre, Ivanhoe, El conde de Montecristo, Historia de dos ciudades, El capitán Nemo, Dr. Jekyll & Mr. Hyde, Drácula, El retrato de Dorian Grey, Noche de Reyes, El gran Gatsby...


-¿Te gusta la literatura?-Su voz me sobresaltó de inmediato y me di la vuelta para encontrar a Jerry en una de las butacas que estaban de espalda a los libros. Me limité a asentir y el achicó los ojos y se levantó para acercarse a donde estaba-¿Te has quedado muda?-Bromeó una vez que estuvo a un prudencial y reconfortante metro de distancia.

-Están desordenados-Dije señalando los libros el sonrió.

-A Adam no le interesa su orden-Dijo mirando los libros con cariño-Estoy casi seguro que se los sabe de memoria.

-¿Adam?-Me sorprendió que su nombre surgiera a colación y Jerry asintió.

-El creó la sección de entretenimiento cuando le exigí a Víctor que sacara los libros de la habitación.

-¿Por qué?

-No había espacio para caminar-Le devolví la sonrisa al imaginarlo y el volvió a mirar los libros.

-Nunca he podido comprender la emoción con la que devora estas páginas teniendo en cuenta la inexpresividad que lo caracteriza-La voz de Jerry sonó pensativo.

-Lo conoces desde hace bastante ¿Verdad?-El asintió y me aventure a preguntarle-¿Sabes quién en Demian?

-¿De dónde has sacado ese nombre?-Jerry me miro con desconfianza y yo me apresuré a responder.

-Lo escuche en el baño el otro día, unas chicas dijeron que luego de lo que

Demian le hizo Adam estaba loco por...

-Salvarte-Termino Jerry con la mano en la barbilla pensativo-La madre de Adam está muerta, el informe oficial dice que se suicidó-Me sobresalté ante aquello pero Jerry no pareció notarlo-Era una mujer excepcional, hermosa y


gentil. Adam fue quien la encontró colgada en su habitación, fue enviado a la academia luego de lo sucedido porque solo tenía siete años y no podía vivir solo, cuando llegó Víctor me ordenó que compartiésemos habitación debido a que yo era el único niño en la academia, Adam se negó a hablar durante semanas y cuando comenzó a hacerlo nunca mencionó a su madre, por las noches despertaba llamándola y pidiéndole que abriera los ojos-Jerry hablaba con la mirada perdida mientras el nudo en mi garganta se apretaba-Meses después se corrió el rumor entre nuestra gente de que Demian (El asistente de la madre de Adam) había provocado su muerte.

-¿Qué tengo que ver yo con Demian?-Le pregunté confundida.

-Demian era humano, Charlotte-Jerry se volvió a mirarme-La madre de Adam era miembro del consejo y la líder del proyecto de igualdad de razas, ella soñaba con un mundo donde humanos y guardianes conviviesen en paz.

-Creí que estaba prohibido...

-Fue su muerte lo que motivó la creación de la ley, antes de ello los humanos podían mantener contacto con nosotros siempre y cuando firmaran un trato de confidencialidad que pasaba a ser ley y en nuestro mundo el castigo para el quebrantamiento de la ley siempre ha sido la muerte.

-Adam debe odiar a los humanos-Dije volviéndome a mirar los libros y Jerry negó con la cabeza.

-Lo he conocido por años y aún no he encontrado algo que demuestre odiar –Señaló los libros y dijo-Puedes tomar el que quieras, la Biblioteca es pública-Asentí en su dirección antes de que saliera de la biblioteca y me dejara sola.

Terminé por elegir Las borras del café de Benedetti y me senté en una de las butacas leerlo por tercera vez.

TraidorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora