Capitulo #11

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Ann lo único que pedía es estar sola. Lo que había visto le destruyó el alma, sabe que no debe sentirse así, pero no puede evitarlo. Su amigo está destrozado y Ann lo sabe muy bien, se le nota en la cara.

-Le pasa por estúpido-pensó Ann.

Además Marcela ya consiguió lo que quería. Y de una manera muy seductora.
Ya es la hora del almuerzo, Ann salió de allí casi corriendo.
Entró a la cafetería y todos la miraron con una sonrisa en el rostro. Pidió su almuerzo y se sentó en una mesa sola, la mayoría de las veces se sentaba con James y charlaban de cualquier tontería, pero a Ann lo que más le gustaba es que podía a admirar de cerca los ojos verdes de su mejor amigo. Alguien se sentó a su lado, pero no quería levantar la mirada porque ya sabe de quién se trata.

-¿Que quieres?- la voz de Ann salio seca.

- Sólo quiero hablar contigo- James la miró tristemente.

-¿Porque no vas con Marcela?

-Ella y yo terminamos.

Ann levantó la mirada de su almuerzo para mirar a su amigo con la mirada cegada en cólera.

-Entonces explícame la escena que he visto-habló indignada.

-Lo que pasó es que llegue temprano a la secundaria y te estaba esperando en tu casillero. De un momento a otro Marcela me besó y me acorraló, en ese momento me di cuenta de tu presencia, traté de alejarme de ella. Lo juro.

Sólo sintió la calidez de un abrazo James sonrío y la abrazo de vuelta.

-Soy una idiota-pensó Ann.

-Lo siento James- murmuró contra su pecho.

James soltó un suspiro de alivio, la última pelea que tuvieron Ann y James terminó mal, pero pudieron reconciliarse.

-No hay cuidado Ann. Pero debes saber que debes tener más confianza.

-Lo sé- habló en un tono bajo.

James la miró a los ojos. Sus ojos eran azules como el cielo. La mirada de Ann era penetrante y hipnotizante, te podrías quedar horas admirándolos.

-Que hermosos ojos-pensó James.

Todo en Ann era perfecto, era admirada por todos los hombres de la secundaria y un poco envidiada por algunas chicas.

-¿Amigos por siempre?-le recordó James

Ann sonrió divertida al saber que James todavía recuerda esa promesa que hicieron cuando eran niños.

-Amigos por siempre-James se acerco y le dejó un beso en la mejilla.

Ann sintió sus mejillas arder. El de los ojos esmeraldas carcajeó al ver tan adorable escena.

Marcela movía las caderas decidida a arruinar la escena ridícula que están haciendo la pareja de mejores amigos.
Marcela está celosa que su novio o mejor dicho su ex-novio, tenga a la estúpida de Ann recostada en su pecho. Marcela nunca llegó a amar a James para ella es un capricho que todavía no quiere soltar y menos para dejarla en las manos de Ann.
Marcela le tiene mucha envidia a Ann y el soló hecho de arruinar ese momento con su mejor amigo, le pone una sonrisa en el rostro.

-Nadie me quita el novio ¡puta!-pensó Marcela.

Con su plan en mente camino hacia atrás de Ann y sin ningún remordimiento embarró todo su jugo encima de Ann, su cabello y su ropa quedaron desastrosos. Todo el mundo quedó en completo silencio, mirando lo que ocurría.

-Eres una zorra sin neuronas ¿O que?- le gritó Ann.

-Lo siento puta, pero ahora estamos a mano-sonrió cínicamente- tu me robaste el novio y yo te devolví el favor.

James ante tal parloteria se puso en medio de las dos.

-Marcela si que está mal de la cabeza-pensó James.

-Marcela ella no te robo nada.

-Claro que lo hizo. Te alejo de ¡mi!-grito Marcela.

Todo el mundo comenzó a susurrar.

-¡No seas mentirosa! Yo no te quite nada. Tú lo perdiste por zorra- Se defendió Ann.

Marcela la agarro de los pelos, botandola en el piso. La golpeó varias veces la cabeza con el suelo.

Todos intentaban separar a Marcela de Ann al ver sangre brotar.

Ann sintió su mundo al revés, todo da vueltas y vueltas.

-Me canse-pensó Ann.

La chica de los ojos azules agarró de la cintura Marcela y la empezó a golpear con furia y rencor.

La siguió golpeando hasta que un golpe la hizo caer al suelo. Solo pudo escuchar gritos de ayuda y desesperación. Y después la oscuridad se apoderó de Ann.

***
Los ojos de Ann tratan de abrirse pero hay una luz cegadora que no la deja abrirlos. Su garganta está seca, quiere un buen vaso de agua. Trata de adivinar en dónde se encuentra y pequeñas imágenes distorsionadas pasan por su mente. Marcela, pelea, golpe y después todo se vuelve negro.
Es allí cuando recuerda la pelea en la cafetería y que recibió un golpe muy fuerte.
Alejando esos pensamientos que hacen que su cabeza duela. Trata de abrir los ojos pero se le hace imposible parece que pesaran mucho.

Escucha un pequeño sonido pero ninguno llama su atención, son típicos sonidos de hospital y es allí que cae en cuenta en que está en un hospital o en la enfermería de la secundaria.

Escucha una puerta abrirse y pasos acercándose a dónde está. Una silla es arrastrada al lado de la cama y una mano fuerte le toma la palma derecha.
Ann fuerza a su párpados a abrirse y estos ceden, parpadea varias veces para adaptarse a la luz.
La visión de Ann se aclara y lo primero que ve es el color blanco por todos lados. Su cabeza se mueve hasta ver a su mejor amigo viéndola con  preocupación y alegría.

-Que bien que estés mejor-Ann se aturde y su mejor amigo le regala una sonrisa- sólo descansa.

James acerca a la mejilla de Ann y le deja un beso.

-No te sonrojes-pensó Ann.

Pero es muy tarde sus mejillas tienen un rojo vivo.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora