Después de mostrar el cartel, todo fue sin duda maravilloso. Él se quedó completamente estático, por lo que Rydel tuvo que interrumpir el seguimiento de canciones pero antes de le ocurrió la magnífica idea de dedicar una canción.
Ross me dedicó Do It Again, sentí que mas de dedicación era como perdirme una cita o algo así.
Ahora iban en Did you have your fun? por lo que el concierto está próximo a terminar.
Love me, leave me, left me numb
Love me, leave me, left me numb...
Amo esa parte.
Acabaron la canción, después hicieron el sonido extra para indicar el término de la canción; se apagaron las luces para que en unos instantes se encendieran de nuevo con humo saliendo de unas maquinas e hicieron su referencia de despedida.
¿Y ahora? ¿Qué hago? Muchas fans alistan sus cosas para salir tranquilamente del auditorio, otras salen corriendo para alcanzar a ver a los chicos y otras salieron corriendo como burros sin mecate cuando los chicos hacían su despedida.
Si esto no hubiese sido organizado, yo hubiera salido como las de burro sin mecate pero como sé que estoy aqui gracias a los chicos no sé a donde irme.
¿Salgo como toda fan normal?
¿Los de seguridad me mandarán a llamar?
¿Me quedo parada, aquí como estúpida, a ver que pasa?
Sin pensarlo -y sin darme cuenta- ya había decidido la tercera opción. Todos las fans se encontraban fuera del auditorio y sí... estaba parada como... como un señalamiento o algo así.
-¿Dónde estás? Hay un rubio descontrolado buscándote...
-Rydel, eres mi salvación. Sigo dentro del auditorio ya no supe si salir o quedarme aquí. Sigo en el lugar donde estuve todo el concierto
-Quédate allí, el rubio ya fue a buscar para allá.
-¿Y qué hago si...?
-¡Amelia Isai!
Oí que girtaron y sentí unas manos en mi cintura darme media vuelta y ser rodeada por unos fuertes brazos.
El aire se me iba.
No me podía mover.
Ross no me soltaba.
Y sólo sabía que necesitaba aire.
Estoy... emocionada tanto que ya me urge el inhalador.
Inhala con el inhalador.
No me puedo ni mover.
Piensa, Amelia Isai, piensa.
Y como pude, pise a Ross bien fuerte para que me soltara.
Al parecer vio mi cara ya un poco colorada a causa de falta de aire, su reacción fue un rostro asustado.
-¿Tu inhalador?
Preguntó y solo moví mi mano.
Entonces me quitó el aparato de la mano y me lo puso en la boca y dio tres push push y allí si... respiré.
Lo abracé yo.
-Dios mío, Ross. Por fin pude conocerte.
Yo a este punto estaba creando un lago en el auditorio.
-¿Pero cómo es que estás aquí? ¿Rydel lo planeo, cierto? Eres muy hermosa, Amelia Isai. Aunque no seas como una muñeca de plástico. Me encantan tus ojos. Son claros.
-Y.. y... y a mi... ah!
Y lo abracé, otra vez. El solo soltó una pequeña risita.
-¡Pero que lindoooooo!
Segurisima de que la que gritó fue Rydel.
-Delly, déjalos con su momento de encuentro.-Ellington.
-Quuep leenbdo enmcuemtrou.
¿Qué?
-Primero come y después habla, por favor.
-Que lindo encuentro, dije.
Ah, era Rocky.
-¿Y Riker?
Todos abrieron los ojos y se miraron para despues gritar:
¡Las pizzas, corran!
¡Corre, Rydel!
¡Cállate, uso tacones!
Y ¿que creen? Me quede sola, otra vez.
Empecé a caminar por donde se fueron.
¡Noooooo!
Escuché.
¡Riker, las pizzas eran para todos!
¡Eran tres, por dios!
¿Tres?
¿Y ahora qué comeremos nosotros?
¿Qué comerá Isai?
Llegué -sin perderme, ¡no me perdi, que milagro, lloverá!- a donde estaban ellos.
-Riker, ve a comprar tres cajas de pizzas. Pero tuya no comerás.
Y sí, mandaron a Riker por las pizzas.
