13. Capullo

419 23 3
                                    

-Venga...1, 2, y... ¡3!- grita Lucía para despues tirar sin compasión de la tira de cera que tengo en la pierna.
-¡AHHHHHH, JODER, PARA YA!- chillo como una loca.
-¡No puedes ir a tu cita pareciendote a Chiwuaka!- me espeta. Si, Daniel me llamó y habíamos quedado para dentro de tres horas. Se lo comenté a Lucía, nose por que, y ella insistió en hacerme la cera aunque le dije que no era necesario.
-¡Dejame usar la cuchilla!
-¡Tus pelos parecen hilos de pescar! Me arañastes por encima del pantalón- dice ella.
-¡Eres una exagerada!
-¡Y tu una quejica!- seguimos gritandonos cosas como: ¡Cavernicola!, ¡Pija!, ¡Oso panda, etc . Durante un rato hasta que acabó. Mis piernas me quemaban, le heché una mirada de furia a Lucía y fuí al baño ha hecharme crema.
-¡Hechate crema!- me grita Lucía.
-¿¡QUE CREES QUE IBA A HEACER!?- le grito. Ella se ríe y despues de un rato se marcha a ir a no se donde.

Ya solo quedaba media hora para mi encuentro con Daniel, habíamos quedado en una fuente muy conocida por aquí. Abro mi armario y pienso que ponerme, y pienso, y pienso, y pienso... ¿Que me pongo?
Queda quince minutos... Me siento concursante de Master Chef. Me decido por unos vaqueros rotos negros, una camisa de cuadros roja con una camiseta blanca debajo y mis converse blancas. Mi maquillaje, como siempre, y mis labios, rojos, porsupuesto. Cojí mi bolso camel y me despedí de mi madre para ir a la fuente.

Llevaba casi treinta y cinco minutos esperando. Ya tenía un plan montado para asesinar a Daniel:
Primer paso: Seducirlo
•Segundo paso: acostarme con el.
•Tercer paso: le arranco la cabeza como hacen las mantis religiosas.
El plan, por supuesto, esta a mi favor, pero era un buen plan y estaba de acuerdo con todo los pasos.
Ya había pasado la hora, me levanto del borde de la fuente, donde me senté y voy hacia mi coche. Lo mato, juro que lo mato.
-¡Jenn!- grita alguien antes de que abra la puerta del copiloto. Por un momento pensé que era Daniel quien me llamaba, pero toda ilusion se fué cuando ví a Diego y a Anahís acercandose.
-Hola- digo intentando ser amable.
-¿A donde vas?- pregunta Diego.
- Diego, a ti que te importa- le dice Anahis.
- No te metas en mis conversaciones hermanita- responde el sonriendo de lado, a lo que recibe un toque en la cabeza de su hermana.
- Ya me iba a mi casa- digo riendome.
-Nosotros vamos a un bar, ¿te quieres venir?- dice el sobandose la cabeza.
-Si, vente- dice Anahis, la que me mira un poco raro. Me encogo de hombros y asiento. Bueno que mas dá.

Llegamos andando a un bar que me recuerda al de Moe de los Simpsons es exactamente igual, pero este es mucho mas grande. Nos sentamos en los asientos esponjosos, Diego enfrente mia y Anahis a su lado.
-Pronto llegaran nuestros amigos, les vas a caer bien- sonrie Diego. Asiento sonriendo. Maldito Daniel, por su culpa voy a tener que sociabilizar... Anahis sigue mirandome raro, me incómoda un poco, pero sigo a mi rollo. Al rato, llegan dos chicos y tres chicas. Los dos chicos son gemelos, Martín y Roberto , que por lo que tengo entendido, salen con dos de las tres chicas, Mónica y Rosa, la otra chica se llamaba Fabiana, no hablaba mucho, bueno, es que no hablaba, era muy guapa, y llevaba pircings por toda la oreja, la nariz y la boca, su pelo era negro azabache y sus ojos de color miel. Su ropa era negra, menos la camiseta, que era blanca y en letras grandes tambien negras, ponia No boyfriends, no problems. Que camiseta tan sabia...
Rosa, se veia mas expresiva y abierta, no paraba de hablar y de reir. Su pelo era de rubio bronce y le llegaba por encima de los hombros y sus ojos eran verdes. Tenia un pircing en la nariz y vestia de una manera extrovertida.
Mónica en cambio, se veia mas tímida y mas cariñosa. Su pelo era marron chocolate al igual que sus ojos y estaba recogido en una cola larga y lacia. Vistiendo era mas recatada y simple pero aun asi estaba guapisima. Los gemelos...eran iguales. Obvio. Pelo oscuro, ojos verdes y cuerpo trabajado. Mónica, salia con Roberto, que era el mas rebelde, y Rosa, con Martín, al que ví mas maduro y decente. Dicen que los polos opuestos se atraen ¿no? Aqui esta la prueba.
Los gemelos y Diego, no paraban de hacer bromas, Rosa y yo nos reiamos, Anahís rodaba los ojos, Mónica les riñia de forma cariñosa por su vocabulario y Fabiana sonrie de lado de vez en cuando...Cada loco con su tema.
-¿Donde estudias Jennifer?- pregunta uno de los gemelos, no se cual.
-En la universidad- digo en tono de pregunta. ¿En que otro lugar iba a estudiar a mi edad?
- Llevo dos años aqui y nunca te he visto- Anahís frunce el ceño.
-Me fui hace dos años a Francia- digo encogiendome de hombros quitandole importancia. Decido ir a la barra a pedirme un cocacola.
Cuando ya volvia a la mesa, me fijé en una pareja que se estaba dando el lote. La chica, era la puta de Tania, y el chico me era muy familiar, demasiado familiar. Empiezo a andar para volver a la mesa, pero me vuelvo para ver a la pareja una vez mas. LO MATO, JURO QUE LO MATARE, LO CORTARE EN PEDASITOS, Y LO ENVIARÉ A CANADA EN UNA PUTA CAJA DE ZAPATOS. ¡Era el, era Daniel! ¡Me dejo tirada para liarse con la puta de la cayo malayo!
-Chicos, me voy- digo al llegar a la mesa. Una de mis manos, esta en un puño, y la otra aprieta la botella. No debes estamparla en su cabeza, no debes estamparla en su cabeza... Respiro ondo.
-Pero si acabas de pedir- dice Rosa señalando mi botella de cocacola.
-Mmmm, la e pedido para llevar, Adios- le digo y me voy escuchando despedidas de todos.
Cuando salgo fuera, le doy la botella a un vagabundo, el me da las gracias y me ofrece una patata, si, una patata entera, con polvo y todo. No acepto la patata y salgo corriendo a mi coche.

Me doy una ducha y me pongo un pijama de la Betty Boop rojo y blanco. Despues me acuesto en mi cama y me tapo hasta arriba. He cenado con mi madre, no ha parado de hacerme preguntas sobre como estoy, y yo no he parado de evadirlas.

Me despierto por el timbre. Mi madre se habra ido temprano a trabjar. Hasta los Sábados me trabaja. Bajo a modo zombie hasta la puerta y la abro. Veo a Daniel con el pelo revuelto y tan guapo como siempre. Lo miro y el me mira, coge aire para hablar y...le cierro la puerta en la cara.
-¡Jennifer!- le escucho gritar.
-¡Vete de aquí Daniel, no te voy a abrir!- le grito iendo a la cocina. El timbre deja de sonar y supiro de alivio. Me tomo un vaso de agua y una pastilla y subo las escaleras para seguir durmiendo. Cuando llego a mi cuarto, una figura negra cae de la ventana.
-¡LA MADRE QUE TE PARIÓ!- grito al ver a Daniel en el suelo, se incorpora rapidamente y me mira de arriba a abajo. La camiseta que llevo es de mangas largas y ancha, pero es corta y deja un hombro y mi ombligo al aire. El pantalon es como de chandal, pero me queda muy estrecho por el culo.-¿¡QUE QUIERES!?
-Yo...Queria perdirte perdon por lo de ayer, tuve un problema y no pude llegar...- No mataras, uno de los diez mandamientos. ¿Sabria dios que esto podía pasar? No creo, por que hubiera puesto en letra pequeña, a no ser que ocurra esto.
-Estuve en el bar Daniel- digo cruzandome de brazos, y el se revuelve nervioso.
-¿Estas enfadada?- no Daniel, solo quiero golpearte con una piedra hasta que quedes inconsciente.
-Si tuviera dos balas y estuvieras tu, bin laden y hitler, te mataría dos veces- sonrio.
-Estas enfadada- esta vez lo afirma.
-CLARO QUE LO ESTOY, ME DEJASTE TIRADA PARA LIARTE CON LA PUTA DE LA CAYO MALAYO- le grito. El empieza a reirse, a reirse de verdad.-¿DE QUE COÑO TE RIES?
-¿Cayo Malayo?- dice y vuelve a reirse. Capullo... Me pongo detras de el y empiezo a empujarlo por la espalda. El ni se da cuenta por que sigue riendose el idiota. Bajamos las escaleras y llegamos a la puerta de salida, la abro con la intencion de empujarle fuera, pero el en un movimiento rápido, da la vuelta teniendome ahora delante de el, y empujandome contra la puerta para cerrarla. Ahora estoy entre su cuerpo y la puerta, genial.
-Jenn, enserio, Tania esta obsesionada conmigo, me hechó algo en la bebida o yo que se, de verdad que no sabia que es lo que estaba haciendo, te juro que no lo hubiera hecho si estuviera consciente- me dice. Sus caderas aprietan las mias, y de verdad me estoy muriendo, putas hormonas. Por un momento le creo, pero una duda viene a mi mente.
-¿Te acostastes con ella?- le pregunto. El me mira, sus manos que estaban sobre mis mejillas, empiezan a caer, no me contesta, pero ya se la repuesta. Lo aparto de mi y abro la puerta, señalo la salida con la mano. El pasa sus manos por su pelo con frustacion, pero sale sin decir nada. Cierro la puerta y subo las escaleras. Dije que nadie me tomaria el pelo, y Daniel no es una excepcion...



Hoolaaa ¿que tal? Teneis alguna duda? Quereis que haga un POV'S especial sobre alguien?
Graciias por leer!!
En multimedia el conjunto de Jennifer!
-Estefania

Para verte sonreirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora