-¡Aquí esta mi preciosa niñita!- exclama mi padre al verme entrar por la puerta. Ruedo los ojos y me cruzo de brazos. Ni si quiera le devuelvo el saludo. Todavia estoy resentida con él.
-¿Niñita?- susurra Adam a mi lado con gracia.
-Callate- le digo señalandole con un dedo.
-¿Y ati que te ha pasado?- le pregunta mi padre a su guardaespaldas cuando ya esta frente a nosotros y se fija en su bendada nariz.
-Tu niñita- dice este antes de salir de la casa. Mi padre eleva un ceja interrogante y le digo que mejor, no pregunte.
Después de cenar, se sienta en uno de sus caros sillones en su gran salón. Yo me quedo frente a la chimena apagada observando los marcos y figuras que tiene ahí, hasta que me topo con una foto mia, de cuando tenía unos 8 años, era el día del padre y yo estaba triste por que...bueno, yo no tenía padre, así que mi madre me llevó a una colina en la playa y allí jugamos, comimos y pasamos todos el día. Actualmente es mi lugar favorito. La foto esta tomada de frente, yo sonrío haciendo ver que me falta un colmillo, el viento me remueve todo el pelo sobre la cara y la puesta de sol se ve desde atrás.
-Siempre estuve pendiente de ti- dice mi padre quien se encuentra ahora al lado mia observando la foto que esta en mis manos.
-No sirvió estarlo cuando no estabas conmigo- digo soltando la foto en su sitio.
Él suspira y se vuelve a sentar.
-Me haces perdonarme mas dificil de lo que es- dice pasando sus manos por su rostro. En ese momento se me estruja el corazón y me siento a su lado.
-Lo siento- susurro- no puedo evitarlo.
El sonríe con melancolía y apoya una mano en mi rodilla dandone unos toquecitos paternales.
-Lo sé, eres igual que tu madre.
Voy a preguntarle por qué. Cuando se escucha un alboroto en la puerta de entrada. Mi padre se levanta pero no le da tiempo a andar cuando dos hombres entran en salón cargando a otro desmayado y con el rostro maltratado. Me cuestan unos segundos darme cuenta de que es Daniel.
-Dejenlo aquí- dice mi padre señalando el sofá.- ¿Que ha pasado?- pregunta con su voz gruesa de lider.
-Una emboscada...- dejo de escuchar y me arrodilló junto al sofá.
-Oh dios Daniel...- susurro tapandome la boca con la mano. Tiene la ceja izquierda y el labio inferior visiblimente rotos y le sangran con abundancia. Sus ojos estan hinchados y rodeados por intenso color morado. Su nariz sangra pero no parece estar rota.
Su camiseta esta rasgada y se ven hematomas por todo el lado izquierdo de su tabajado torso. Su nudillos tambien estan en muy mal estado lo que me hace pensar que el no fué el único en recibir.-¿Por que no para de sangrar?- pregunta uno de sus amigos, Antonio, creo.
-Tiene una hemorragia interna- susurro.
-¿Qué?- pregunta de nuevo.
-Que tiene una hemorragia interna.- le rajo mas camiseta y le toco el estómago con cuidado.- Hay que llevarlo al médico, creo que tambien tiene una contusión. Seguramente le han pateado tantas veces que algo en su interior no ha podido aguantarlo. Si no lo llevamos ya, puede morir.- me levanto con las manos ensangrentada de haberlo estado revisando.
-No podemos llevarlo al hospital- dice Antonio alarmado.
-¿Cómo?- pregunto intentando controlarme.
-Si lo llevamos tendremos que dar información personal, y eso es imposible.
-Ah, ¿y es mejor que se muera?- digo elevando la voz.- Papá...
-Jennifer...- empieza el mirando a Daniel, al que ya le cuesta respirar.
-¿Vais a dejarlo morir? ¡Vais a dejar que muera!- exploto.
-Vamos a matar a quien le haya hecho esto.- dice Antonio con rabia.
-¿De que sirve eso? ¿¡De que coño sirve la venganza si vas a dejar que se muera!?- estoy atacada me vuelvo a agachar al lado de Daniel y pongo el oido sobre su pecho. Su corazón amenaza con pararse y los ojos empiezan a escocerme.
Lo agarro por las mejillas y le intento quitar la sangre consiguiendo mancharlo mas.-Daniel, Daniel aguanta ¿Si?-le susurro- te voy a ayudar y vas a estar bien ¿vale? Daniel, porfavor aguanta.
Me vuelvo a levantar y me dirijo a mi padre.
-Yo lo llevo.
-No, no pienso ponerte en peligro Jennifer por que...
-¡No pienso dejar que muera!- le grito. Y el se ve un poco sorprendido cuando se da cuenta de que es algo mas personal.- Iré al hospital, y diré....diré que lo encontré que no sé nada de él. Tendran que curarlo y esperar aque se despierte para preguntarselo.
-¿Y cómo coño piensas pagar el hospital?- pregunta Domingo, quien no había hablado desde que llegaron.
-Yo lo pagaré, en efectivo. Te daré el dinero- dice mi padre a lo que lo abrazo con fuerza y me giro de nuevo a Daniel.
-Vamos, ayudenme a meterlo en el coche- Antonio no duda ni un segundo, pero Domingo no se mueve hasta que le doy una mirada asesina.
❤❤❤❤
ESTÁS LEYENDO
Para verte sonreir
RomanceJennifer es una chica que tuvo que huir por que el sufrimiento que le causaba un chico que no se la merecía le estaba matando. Las circustancias le devuelven al sitio donde empezó todo, pero esta vez no se dejaría pisotear por nadie. Se encontará co...