21. Regresión a la media

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Un sufrimiento, eso es lo que ha sido mi vida desde que "corté" con Daniel. No he vuelto a hablar con él, pero la miradas se cruzan, el dolor aumenta...

Mi madre esta empezando a ver a alguien, ella cree que no me doy cuenta, pero lo sé.

Manuel, esta en el extranjero con su querido novio, Pablo. Menudo traidor.
-No te piques, ya verá que en ná estoy ahí otravé
Me había dicho por telefono.

Hacía una semana que había empezado el verano. Es increible como pasa el tiempo y todo lo que puede pasar.

Lucía, mi mejor amiga, es anorexica. Ahora mismo, esta ingresada en el hospital en un estado muy grave. Resulta que cuando desaparecía sin motivos era por que su madre la llevaba al psicólogo, pero no había resultados, a la vista está.

Acababa de volver de allí, de verla en el hospital, cuando llegué a casa y vi a Diego sentado en las escaleritas de mi puerta.
Me pareció extraño, pero sin una palabra me senté a su lado y me encendí un cigarro.

-¿Que pasa yogurin?- le digo refiriendome a él con el nuevo mote con el que le bautizé.

-Me he peleado con mi padre- su voz se quebró- y despues con mi hermana.

Me apiadé de él asi que lo abrazé mientras el se desaogaba.

-¿Y tu madre?- me pregunta Diego.

-Estará por ahí con su nuevo novio- le digo abriendo la nevera para sacar dos latas de coca cola.
Diego se sienta en el taburete de la isla de la cocina y empieza a mirarse las manos pensativo.
-¿Cómo está tu hermana?- le pregunto con voz suave. Él se encoge de hombros.

-Está fatal, sólo se hace la fuerte por mi, lo sé. Me gustaría...- se calla un momento- que ella no tuviera que cargar con todo ¿sabes?... La vida es tan dificil..

-Nadie dijo que fuera fácil- le digo pasando mi mano por su espalda tranquilizadoramente.

-¿Tú cómo lo haces?- me pregunta de repente.

-¿El qué?

-Ser tan fuerte. En todo este tiempo he podido conocer un poco mas de ti, y lo llevas todo, tu amiga Lucía, lo de Fabiana, tu padre y seguramente más cosas de las que no soy consiente... Y no te e visto derrumbarte ni una vez.

Doy un suspiro largo y tardo en contestar.

-No creas que soy tan fuerte yogurin...Lo que suelo hacer es huir de mis problemas...

-Pero no de los problemas de los demás- me interrumpió él.

-Es fácil parecer fuerte ayudando a los demás. Yo no soy fuerte, ni valiente , abandono, como hice con mi padre- y como hize con Daniel agregé mentalmente.

-Aveces, lo más valiente es abandonar.- me dice él consolandome cuando yo debería consolarle a él.

-Tu lo has dicho, a veces- sigo poniendo mas enfásis en la ultima palabra

Diego bajo sus hombros y observó su lata. Se veía aún mas joven de lo que era encorvado sobre la mesa de mi cocina con expresion triste y desesperanzada.

-¿Has oido hablar de la Regresión a la media?- Diego negó con la cabeza.- Es mi manera de decir que la vida no puede ser del todo buena ni del todo mala, siempre hay un punto intermedio.

-Mi vida esta siendo del todo mala.

-Pues algun día será magnifica, perfecta.

-¿Y que sentido tendría, si en cualquier momento puede ser mala, incluso peor?

-¿Como conoceriamos el arcoiris sin un poco de lluvia?- le dije sonriendo, el tambien sonrío.
Mi telefono empezó a sonar y lo cogí.

-¿Si?
-¿Está contigo?- me pregunta una voz femenina y preocupada. Anahís.

-Sí, está aquí.

-Voy para allá ahora mismo- tras decir eso la hermana de Diego colgó.

-¿Ya viene no?- le asiento sonriendo. Él suspira y pega un trago a su lata.

Despues de que Anahís viniera a recoger a Diego y le lloriqueara un poco decidí darme una ducha.

Puse música a todo voz y me duché con una tranquilidad extrema.  Media hora después salí muy relajada y en vuelta en una pequeña toalla y secandome el pelo con otra. Al girar la esquina para dirigirme a mi habitacion, un cuerpo apareció ante mí y mi primera reacción fue lanzar un puñetazo.

-Oh dios- se quejaba el intruso en traje negro agarrandose la nariz.

-¿Adam?- pregunte al reconocerlo. El se aguantaba la nariz mientras que su camisa blanca  que llevaba bajo una cahqueta negra se llenaba de snagre- ¿¡Adam que coño haces!?

-¡No me grites! Me has roto la nariz.

-¡Has entrado en mi casa!

-¡No contestabas a la puerta! Oh dios mi nariz- se queja con voz nasal. Enfadada lo cojo del brazo lo llevo al baño y lo siento en la taza del vater.

-Callate, se supone que eres una especie de sicario no una niñita- le digo examinandole. Le limpio la sangre y le inclino la cabeza hacia arriba para ponerle unos algodones.

-Soy guardaespaldas- se queja él.

-Si, el guardaespaldas de un mafioso...¿Que haces aquí?

-Tu padre me mandó a buscarte, quiere que ceneis juntos.

-¿Sabe como se usa el telefono móvil?- suspiro y le bajo la cabeza- Se te va a hinchar mas.

-No me digas- dice sonriendo. Adam es guapo, muy guapo y mas cuando sonríe, que no suele ser a menudo.
Al darse cuenta de mi aspecto y de lo cerca que estamos, ya que estoy entre sus piernas depie, se queda callado y me mira de arriba abajo. Puede describir el momento con una palabra. Calor.

-Creo que deberías- carraspea un poco pero su voz sigue ronca y sus ojos siguen mirando mi toalla.- creo que deberías ponerte...

-¿Ropa?- acabo por él sonriendo con malicia. Él me mira y después de tragar asiente.- Claro.

Digo y me voy a mi cuarto a vestirme.

Este capitulo va para las chicas que comentaron el capitulo anterior. Siento tardar tanto, soy un verdadero desastre.
Hay algunos comentarios y mensajes a los que no me dejan acceder, si quereis volver a enviarme los mensajes o cualquier cosa os respondere con gusto. Tambien por si teneis alguna duda ya que es normal perder el hilo despues de estar tanto tiempo sin actualizar
Muchaas graciiass y besiitos a todaas

Para verte sonreirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora