Hagamos algo divertido

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Narra Laura:
Hoy tendré que ir de nuevo a la casa de Ross, aunque no me quejo ver esos ojos, esa sonrisa perfecta y ese cabello rubio otra vez, sinceramente me gustaría contemplarlo todo el tiempo.

Entré al auto para irme, llegué muy rápido a la casa de Ross, toqué la puerta pero no abría así que grité:

-Ross, soy yo, Laura, ¿estas aquí?-pregunté hasta que sentí que alguien se acercaba.

Ross:-Hola...Laura, perdón por la demora.

Se escuchaba un poco nervioso pero lo ignoré.

Yo:-Descuida. ¿Puedo pasar?

Ross:-Oh, claro, pasa.

Se quedó a un lado para que yo pudiera pasar, nos sentamos en el sofá, iba a sacar los libros para enseñarle a Ross pero una mano de piel tan suave no me lo permitió.

Ross:-Espera, no quiero estudiar, quiero hacer otra cosa.

Yo:-¿Pero que quieres hacer?

Ross:-Hagamos algo divertido-me dijo con cara de súplica.

Yo:-Ross, me gustaría estar contigo pero tenemos que estudiar.

Espera, dije que me gustaría estar con él, oh no....lo arruine.

Ross:-Espera, ¿Dijiste que querías estar conmigo?-me dijo coqueto

No me veía la cara pero seguramente estaba ruborizada.

Yo:-Emm...yy...yo...lo siento por decir eso.

Ross:-No importa, porque yo también quiero estar contigo-me dijo coqueto, tan coqueto que me puse nerviosa.

Sentí que se acercó más a mi lado, acortando la distancia que había entre los dos.

Yo:-Ross eres muy amable, pero tú mamá me pagó para enseñarte, no para pasar el tiempo contigo-dije más relajada.

Ross:-Preciosa, yo se que quieres estar conmigo, sé que te vuelvo loca con sólo acercarme a ti-me guiñó el ojo.

Era cierto, me volvía loca si se acercaba a mi.

Yo:-Ross, yo tengo que enseñarte-le dije para que me dejara de insistir.

Ross:- Pero yo no quiero que me enseñes.

Sentí que su respiración se mezclaba con la mía, se acercaba lentamente hasta que siento que sus labios se juntan con los míos.

A principio no lo seguía pero sus labios eran tan dulces, besaba de una manera inolvidable hasta que me rendí y lo seguí. Se separa de mí y me dice:

Ross:-Guau, besas increíble.

Yo:-Tu también besas bien.

Ross:-Sabes, tenía muchas ganas de besarte.

Yo:-¿Entonces porque no sigues?

Ross:-Será un placer-. Me besó tan dulcemente, con desesperación.

La verdad yo quería me estuviéramos basándonos todo el tiempo, pero me tenía que controlar, se supone que yo le tengo que enseñar y hasta ahora no ha aprendido.

Ross:-Hey, ¿quieres comer algo?-me ofreció amable.

Yo:-Sí, por favor-. La verdad si quería comer porque desde el desayuno no había comido nada.

Comimos juntos en el comedor, estuvimos mucho tiempo conversando, era increíble todos los temas de conversación que teníamos. De repente siento que se hace de noche.

Yo:-Oh no, se hizo tarde, ya no me puedo ir a esta hora a mi casa.

Ross:-Entonces quédate, no hay problema, además estaremos sólos-me miro coqueto.

Yo:-Eres tonto, sólo me quedaré a dormir.

Ross:-Pero yo no quiero dormir-. Nos levantamos de la mesa, Ross me agarra de la cintura y me besa apasionadamente, me carga entre sus brazos, me agarro con mis manos de su cuello para no caerme, me lleva a su habitación y me acuesta en su cama.

El se queda encima de mi y me da un beso desesperado, sus besos bajan a mi cuello y con sus manos tratan de quitar mis pantalones pero yo lo detengo.

Yo:-Ross, es que, yo soy virgen y aún no estoy lista.

Ross:-Está bien, no te preocupes-dijo sincero

Yo:-¿No estás molesto?

Ross:-Porque lo estaría, yo entiendo, aunque tengo unas ganas de que seas mía-. Rió.

Yo:reí leve:-gracias por entender, te prometo que cuando este lista te lo diré.

Me dio un último beso agarrado de mi cintura hasta que nos quedamos dormidos.

Mi Tutora (Raura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora