Yo no era una persona religiosa. De hecho, yo no lo era en lo absoluto.
En algún momento lo fui, gracias a que, bueno, nací en Italia, el país donde reside el Papa, ¿qué esperabas?
Mamá y papá se conocieron en Roma, a pesar de que ella era americana y solo fue de visita con su tía abuela, quien era su única familia. Yo nací ahí y, ciertamente cada un par de años, viajaba hacia allá para no perder mi nacionalidad italiana ya que, como te habrás dado cuenta, yo resido en América.
Antes de que mamá fuera asesinada, creía mucho en un ser supremo llamado Dios. Creía en los milagros y tenía fe por que mamá me enseñó. Pero entonces ella se fue y supongo que, tales creencias fueron disminuyendo poco a poco hasta que desaparecieron por completo. Yo dejé de asistir a misa los domingos y me olvidé de rezar por las noches. A papá no parecía importarle, le tenía sin cuidado pero de alguna manera, se sentía como si estuviera defraudando a mi madre. Y procuré seguir creyendo y procuré mantener mi fe pero me fue imposible luego de un día.
El día después de finalizar mi primer caso en la empresa Johnson, ese mismo día surgió las dudas que habían estado rondando por mi cabeza desde hace mucho tiempo, pero ese día también encontré mi respuesta.¿Dónde estaba Dios ahora? ¿Por qué no aparecía y me daba una clase de lección? ¿Por qué no nos salvaba a mi y a mi padre de tanta crueldad y venganza?
Y entonces un interruptor hizo click en mi cabeza.
No se trataba sobre Dios. Dependía de mi y mi voluntad. Dios no me salvaba de la venganza porque yo no quería olvidar ni mucho menos perdonar. Habían asesinado a mi madre y entendía el dolor de mi padre, entendía por qué hacía lo que hacía y Dios no tenía nada que ver.
Así que, en conclusión, yo era la persona menos creyente que puedas encontrar y mi abuela, la madre de mi padre (vaya aclaración, Bianca, ¡déjame adivinar! Tú eres la hija de tu padre, y Tom el hijo de su padre. Ugh, estúpida) es la persona más creyente que puedas encontrar.
Tom está al teléfono hablando con ella ahora. Están discutiendo, como siempre y no puedo evitar sonreír.
-Per favore, mamma! -Exclama Tom, golpeando su frente -Ma che dici? Ovviamente! Se, se ho mangiato tutto. -Suelto una carcajada y Tom me mira mal, entonces dice: -Bianca quiere hablarte.
Ruedo los ojos, y contenta, cojo el teléfono.
-Ciao, Abrielle.
-¡Eh, Bianca! ¡Niña! ¿Pero por qué no me has llamado? ¡Te extrañamos tanto! A Tom también...por si está escuchando, pero tu eres un poco menos gruñona que él, ¡solo un poquito! Oh, mio Dio! Sólo él sabe cuanto te extraño. ¡La pequeña Aria también te echa de menos! Dice que cuenta los días para volver a verte...
La pequeña Aria no es mi mayor fan, ni yo la suya. Si cuenta los días para verme será para jalarme el pelo, robar mi dinero o molestarme mientras duermo. La niña tiene cinco años y es toda una experta en hacerme enojar. Yo no me quedo atrás, por supuesto, soy la que le enseñó a sacar la lengua cuando era un bebé y disfruto discutir con ella. Cada vez que la llamo "fea" me da una patada en la espinilla y me dice "Horrenda" entonces le digo -Le voy a contar a Abrielle que haz dicho una mala palabra. -¡Horrenda no es mala palabra! -Lo es y lo has vuelto a decir. ¡Abuela, Aria habla como camionero!
Entonces trepa por encima mío, y me jala el pelo mientras grita "¡Horrenda!"-Yo también cuento los días para verla -Digo -¿Cómo está Carol?
La madre de Aria es un caso diferente. Es la mejor tía por no decir la única que tengo, ella es divertida y jovial y suele contarme historias embarazosas de cuando mi padre y Tom eran pequeños. Ella es mayor a Tom por unos cuantos años y menor a papá pero ella recuerda mucho la infancia de él y me encanta escucharle decir lo enamorado que estaba de mi madre. Mi padre en algún momento, debió haber sido un hombre dulce y cariñoso por como Carol habla de él.
-Oh, Carolina está bien. Todos estamos bien, cariño, ¡yo quiero hablar de ti! ¿Cómo está Edward?
-Bien -Respondo, escuetamente. Cada vez que mi abuela habla de Ed temo que quiera planearnos una boda en secreto o algo así -No he podido verlo mucho estás últimas semanas, he estado ocupada.
-No lo digas -Dice con la voz temerosa -¿Otra misión?
Mi abuela por supuesto está en total desacuerdo con la empresa Johnson y odia siquiera escuchar sobre eso.
-No -miento y me alegro que Tom no sepa de que estamos hablando. Él descansa en el sofá acolchado de su casa con un bol de palomitas en la barriga, y el control remoto en su mano. -Yo...he estado saliendo con un chico.
La cabeza de Tom se gira tan repentinamente que hace una mueca de dolor. Sus ojos me escrutan y yo ruedo los míos.
Mi abuela olvida su repentina angustia de que yo trabaje en la empresa Johnson y la escucho gritar y preguntarme cosas como -¿Cuál es su nombre? ¿Es guapo? ¿Es Edward? ¿Usa Calvin Klein o...? ¡Protección! Se están cuidando, ¿verdad? ¿De qué sabor los compran?
-¡Que demonios, abuela! -Me quejo.
-¿Por qué estás tan roja? -Interroga Tom por el otro lado, con ojos acusadores.
-¡No estoy roja, yo nunca me pongo roja!
-Ignora a Thomas, cariño -Abrielle me tranquiliza -Y dile que tiene que comer todo.
Sonrío -Tu mami dice que tienes que comer la sopita, Tom. Espera, ¿tu puedes solo?
-Oh, ¡cállate! -Y me lanza palomitas.
Me río y gesticulo, "me las pagarás".
-Se llama Colin. -Digo a Abrielle -El chico con el que...uhm, salgo.
-Es un bonito nombre. Sexy. ¿Él es sensuale?
-Sí -me río -Lo es.
Hablamos por una media hora más y prometo ir pronto, aun que Abrielle no se nota muy preocupada al respecto ya que no quiere que Tom este solo. Me ha hecho prometer que cuando vaya, tengo que convencerlo de acompañarme.
-¿Qué es eso de "si, abuela, Colin es hermoso, jiji, precioso, jiji, me encanta y no, no lo voy a matar" ? -Tom imita una voz de pito que me recuerda a la mía cuando estoy nerviosa. Lo miro mal.
-Eres un idiota.
-Bianca, hablo enserio. Tu cara, literalmente, se ha iluminado al hablar de él.
-No es cierto.
-Lo es. Mira, es fantástico que estés menos gruñona de lo normal, pero... -Le pego con fuerzas en el hombro -¡Joder! ¡Esta bien, estás igual de gruñona que antes!
-Gracias.
Me da una mirada incrédula y niega con la cabeza -En fin, te decía que...
-Olvídalo, Tom. No es nada. Estás sobre exagerando.
Cuando termino de hablar, al segundo me llega un mensaje de texto. Es de Colin.
"¿Quieres pasar el rato por ahí?"
"No lo sé, amigo."
Sonrío. Esto de ser amigos se había convertido en un tipo de broma entre nosotros. Quiero decir, nos habíamos besado y metido mano, y ahora éramos amigos. Era divertido en un sentido morboso porque yo no quería que el fuera solo mi amigo.
"Déjame intentar de nuevo: ¿Quieres pasar el rato por ahí conmigo, amiga?"
Me río, olvidando que estoy en la misma sala que Tom. Entonces digo -Oh, mi amiga es muy graciosa.
-Tu no tienes amigas -Su voz suena burlona pero sus ojos lucen preocupados -Es Colin, ¿verdad?
-No -Digo al tiempo que escribo una respuesta rápida en mi teléfono.
"Cuenta conmigo ;)"
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Love of killing
Teen Fiction•Portada por: _AllYouNeedIsLove• Matar era su destino. No tenía escapatoria en cuanto al trabajo de su padre, trata. Desde temprana edad, Bianca Moretti, sabía que la 《empresa》familiar dirigida directamente por su italiano padre, Jhon Moretti, reque...