Capitulo catorce.

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Mis ojos envían dagas asesinas tras mi escondite no tan escondite. Sostengo un libro frente a mi cara, literalmente frente a mi cara, pegado a mis ojos para que el estúpido y caliente de Colin no me vea. El banco de la pileta de la Universidad con nombre de queso en el que estoy sentada con la espalda recta, está no muy lejos de mi víctima, por lo que puedo oír con claridad el coqueteo descarado que mantiene Colin con una chica con el cabello larguísimo.

La estúpida se cree Rapunzel.

-¿Crees que me podrías ayudar? -Dice ella, toqueteando el brazo de mi amigo. -Llevo muy mal la materia y seguro como el infierno que Franklin Merth no duda en negarme la tesis.

¿Cómo se atreve? ¡Colin es mi tutor!

-Creo que necesitaré tu número -Dice él, con una sonrisa en sus labios -Ya sabes, tendremos que reunirnos mucho y...

¡¿CÓMO SE ATREVE?! ¡Esto es todo! Les votaré una piedra, ¡sí! Y ojalá le caiga en la cabeza a Rapunzel y se funda con su cabello y así, tal vez, Colin dejará de mirar su escote y...

Eres tan acosadora. Basta, estúpida, actúas como loca. Coge un balón y tíratelo en tu puta cabeza.

¡Sí! ¡Un balón es más efectivo que una piedra y...! Oh dios mío, es enserio, Bianca, tienes que calmarte.

En mi defensa, yo pensaba que...oh santa mierda. De vuelta a la realidad y fuera de mi cabeza, Rapunzel se está alejando y Colin viene en mi dirección, ¡repito! ¡Colin me va a ver!

Alzo más mi libro, contenta de mi escondite. Me siento invencible.

-Hola, Bianca.

Bajo mi libro a la velocidad del rayo, y veo a Colin pasar a mi lado, sonriendo. ¡Me saludó! ¡A mi, que me creía invisible! ¡Invencible, lo que sea!

Corro hacia él, con las cejas fruncidas y libro en mano.

-Oh, hola, Colin. No te había visto, lo siento. Estaba leyendo un libro. Y no te había visto, ¿lo mencioné antes? Uh, sí, creo que sí, y uhm, ¿cómo has estado?

-Yo...

-¿Quien era ella, por cierto? -Interrumpo como toda una loca. Mentalmente, me golpeo la frente. Intento remediarlo: -Quiero decir, ¿que hacías con ella?

Esta bien, eso fue patético.

-No es que me interese, pero...

-No soportas verme con otra chica.

-Sí, y...espera. ¿Qué? ¡NO!

Colin se ríe. Me acerca a él, rodeándome con su brazo.

-Oh, preciosa. Los celos, los celos... -Canturrea.

Gruño e intento alejarme.

-Vamos -Se ríe -Sólo acéptalo.

-Ni en tus mejores sueños, Wadlow. -Entonces recuerdo a Rapunzel -Tú...ella...lo que quiero decir es que...bueno, no puedes ayudarla con la materia.

Me mira confundido.

-¡A la chica, Colin!

-Oh, Sabrina. -Pronuncia su nombre como cuando yo digo "comida". Imagina la magnitud del asunto.

-Sí, Sabrina -Repito con desdén -Casualmente, escuché...

Se ríe -Ya. Casualmente.

Lo miro mal -¡Sí! Casualmente, yo escuché que ella quiere que tu, bueno que la ayudes con Merth y no, no es posible.

Arquea una ceja, a la vez que me suelta y abre la puerta del auditorio de la cafetería para mi. -¿Ah, sí? ¿Por qué no?

-¡Porque tú ya eres mi tutor! ¿Recuerdas? No puedes serlo de Serena también, ni siquiera me has ayudado a mi aún y, ¿pretendes ayudarla a ella primero?

Me mira significativamente -Sí que eres celosa.

-¡No estoy celosa!

Me guía a una mesa cerca de la ventana en donde me siento casi inconscientemente. Se siente muy normal estar con él.

-Ajá -Dice tomando asiento a mi lado -Tú eres la única, ya lo sabes -Bromea, dándome un beso en la mejilla.

-Ugh -Finjo limpiarme la mejilla con asco pero estoy sonriendo de oreja a oreja.

-Hablando de tus pasantías, ¿crees que podría ser mañana? De todas maneras, no es mucho, sabes. Es sobre la conducta de una masa de personas, ¿de acuerdo? Sólo son un par de charlas y podrás acabar tú sola. A menos que quieras que te ayude a acabarlo, pero eso te costaría una cita.

Ruedo los ojos -¿Por qué mañana y no hoy?

-Es viernes, Bianca -Lo dice como si eso explicara todo.

-¿Y?

Me mira pensativamente -Habrá una fiesta en casa de Harrison por el cumpleaños de Jaimy...oye, ¿quieres ir?

Yo no sé quien es Harrison ni mucho menos Jaimy, pero digo: -Seguro.

-Genial. Ahora, ¿me acompañas? -Señala el puesto de comidas dentro de la cafetería -Yo invito.

Love of killingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora