Te quiero, ¿sabías? (Lisa Cimorelli)

Capítulo 24:

A las diez de la noche llegué al aeropuerto de Nueva York. No tenía ni idea de que hacer para encontrar a Lisa, no sabía donde ir. Lo que tenía claro es que no me iría sin encontrarla y hablar con ella.

Salí del aeropuerto y me monté en uno de los taxis que había en la puerta esperando a que alguien necesitara ir a algún lugar.

Le pedí que me llevara a un hotel lo más cerca posible de la Estatua de la Libertad. Lisa siempre me hablaba de que le encantaría venir a NY y subir a esa estatua. Cuando llegué le pagué al taxista y salí del coche.

"The Roxy Hotel" leí cuando bajé del taxi. Parecía bastante grande y lujoso. No traía mas de 4000$ así que esperaba que no fuera muy caro. En la recepción me atendió una chica muy guapa y un poco morena de piel. Era de pelo oscuro pero tenía mechas pelirrojas, lo cual me llamó la atención. Tenía el pelo recogido en una coleta con trenzas en la parte derecha.

-Hola, quería una habitación individual para tres noches.- La chica pareció no escucharme ya que tenía los auriculares puestos y mientras bailaba. "Yvette" leí en la chapa de su uniforme.-¡¡Ey!!

Se quitó un auricular y siguió bailando en el sitio.

-Dime preciosa.- Me sonrió. Aunque pareciera raro me gustó su actitud y la chica era muy guapa. En fin, yo había venido aquí a por Lisa y la encontraría.
-Decía que quería una habitación individual para tres noches.- Me di cuenta de que seguía sonriendo pero levantó una ceja al oír lo de "individual".
-¿Y que hace una chica tan guapa yendo sola por Nueva York? Aquí la gente suele venir en pareja.- Seguía sonriendome mientras tecleaba algo en el ordenador. Me estaba poniendo muy nerviosa que me sonriera así.
-Es una historia muy larga.

Se apoyó en el mostrador con sus brazos y me dio la llave. Nuestras manos se tocaron y yo rápidamente aparté mi mano. Ella seguía sonriendo mientras me miraba y bajé la cabeza.

-Si quieres mañana podemos quedar para comer y me lo cuentas. Salgo a las once.
-Ni de coña.- En realidad si quería quedar con ella pero había venido a por Lisa. Cogí mi maleta y me dispuse a salir del vestíbulo hacia mi habitación. Me paré al oír su voz y me giré.
-Si cambias de opinión estaré por aquí. Ah, y me llamo Yvette.
-Yo soy Alejandra, pero llámame Alex.- Nos sonreímos y subí a la habitación.

Nada más llegar a la habitación dejé mis maletas y fui a buscar a Lisa a la estatua. Para mi sorpresa al bajar no estaba Yvette en recepción. Me había gustado conocerla.