Capítulo 17:

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Pasamos la mayor parte del día en el lago.

Veía a Lisa bastante preocupada por mañana pero yo no la dejaría sola ni un segundo. Pasara lo que pasara estaría a su lado siempre.

Al día siguiente llamé a un taxi, recogimos y nos fuimos.

-Gracias por estos días juntas.- Le sonreí. Ya íbamos de camino a casa en el taxi.
-Gracias a ti, por no abandonarme nunca y por aparecer en mi vida. Te quiero.- Me dió un corto beso.

Nos había tocado una señora de unos 40 años como conductora. Era pelirroja y con gafas, parecía simpática.

-Aww, que bonito es el amor.- La señora sonrió. Era una verdadera suerte que nos hubieran tocado dos taxistas que no nos miraran con mala cara. Nosotras reímos y empezamos a charlar con ella sobre su vida amorosa.

Se nos pasó el tiempo del viaje bastante rápido. Cuando llegamos le pagamos a aquella simpática señora, nos despedimos de ella y salimos del coche.

Caminamos hasta el jardín de la casa de los Cimorelli.

-¿Lista?- Miré a Lisa a los ojos y ella asintió. Atravesamos el jardín hasta la puerta y llamamos al timbre.

A los 20 segundos abrió Lynne.

-Oh, gracias a Dios que estáis bien.- Nos abrazó. Pasamos dentro y aparecieron todos los hermanos y hermanas.
-Te echábamos de menos.- Dani abrazó a Lisa.

Cuando ya saludamos a todos Lisa preguntó por su padre:

-¿Dónde está papá?
-Estoy aquí.- Dijo bajando las escaleras, se le veía enfadado. Se aproximaba cada vez más a Lisa preparando su mano para pegarle. Cuando levantó su mano me puse delante de Lisa llevándome yo la bofetada. Todos soltáron un "Oh" como muestra de sorpresa, incluida Lisa.
-No la toques, es tu hija. Al menos escucha lo que te tenga que decir.- Le dije con la mano en mi cara. Sabía que tenía la marca de su mano. Sentí la mano de Lisa coger la mía y apretarmela fuerte en señal de "Gracias".
-Está bien, habla.- Me quité de entre medio de los dos
-Papá... Yo la quiero, más que a nada. Estoy enamorada de ella. Me hace feliz y eso es lo que a ti debería importarte. Soy una persona normal aunque tú no puedas verlo. Soy tu hija.- El empezó a pensar, parecía entrar en razón. Se quedó callado durante unos minutos hasta que por fin reaccionó.
-Espero que la sigas haciendo feliz y sobre todo no le hagas daño.- Me dijo a mi.

Todos en la sala sonrieron, Lisa y yo incluidas.

Todos se abrazaron y yo me quedé mirándoles. Eran la familia perfecta y unida pese a todo.

-Eh, ¿qué haces ahí? Ven aquí, vamos.- Me dijo Katherine. Me uní al abrazo.

Tardamos en separarnos unos segundos y cada uno se fue a lo suyo.

-Me voy a casa, me espera una buena.- Abracé a Lisa y la besé rápidamente.

Durante el beso me sonó el móvil.

-¿Hola? ¿Alejandra Rodríguez?- Dijo un señor cuando cogí el teléfono.
-Si, soy yo.
-Soy el Dr. West del Hospital de Malibú. Sus padres han sufrido un accidente de coche.

Te quiero, ¿sabías? (Lisa Cimorelli)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora