3- sollozos

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A pesar de haber comido, se sentía muy débil como para mantener los ojos abiertos, la luz la cegaba, su cabeza estaba a punto de estallar, veía cada vez mas borroso, todo le daba vueltas, se arrodillo en el suelo, y vomito.

Aiden, temiendo que su compañera empeorara, la acogió en el gran sofá de la sala, luego giro la vista al suelo y observo detenidamente la atemorizante escena, su mujer había vomitado sangre.

...

-signos vitales débiles, defensas bajas-anotaba

-¿Qué tiene?-

Ben, el doctor de la familia, quien llevo los embarazos de su madre, era quien estaba revisando a su pequeña compañera.

-aun no se sabe bien lo que, solo sabemos que ataca a los humanos, y que hay que tener paciencia-

-ya eh tenido mucha paciencia-

-pues lamento informarle, joven Aiden, que su compañera esta enferma-

Sollozo de tristeza, se sentía terrible, la espero tanto tiempo, y ahora no podía estar con ella.

No lloraba desde que era niño, no recordaba como se sentía ahogarse con sus propios sollozos, siquiera sabía como tranquilizarse, pero decidió que lo mejor seria calmarse, pues tenía que ser fuerte para su pequeña.

-¿va a despertar?-

-claro, solo déle unas horas-

Suspiro desolado y se recostó a su lado, tratando de trasmitirle cariño y amor, se acercaba a sus labios, pero el sonido de la puerta lo interrumpió

-Aiden, mama dice...-

La miro sonriente, y ella comprendió al instante que era lo que sucedía. Se le escaparon unas cuantas lágrimas de felicidad al saber que su hermano por fin había encontrado a su compañera.

-no redigas a mama todavía-

-tu secreto esta a salvo conmigo-

-ahora solo faltas tu-dijo separándose de su mate

-no creo poder encontrar a mi pareja-

-¿Por qué?-

-tu sabes cuales son mis gustos, y si mi mate es hombre, no se que haría-

Y si, leyeron bien, a Melody no le gustan los hombre, y eso siempre lo supo de pequeña

-no creo que la luna provoque tal daño-

Su conversación termino, y se formo un silencio incomodo, solo se escuchaban sus respiraciones y latidos. La cara de los hermanos se desfiguro cuando escucharon 1 latido sobrante.

Habían escuchado la historia miles de veces, pero no se imaginaban que podría repetirse, Aiden se acerco a su amada y escucho con mucho cuidado, un solo latido, miro a su hermana y levanto una ceja.

-ni te atrevas a pensarlo-amenazo

-solo suponía-se alzó de hombros

Entonces la puerta volvió a abrirse, y tras ella apareció su padre.

-Aiden, tu madre quier...-

-SHHH-

-¿Quién es ella?-

Aiden suspiro, y le dijo todo con la mirada. Derek dirigió la vista a la joven y al ver sus pálidas mejillas y ojeras, se dio cuenta de lo que significaba ese rayo de tristeza en los ojos de su hijo.

Sabia que su primogénito le tenía un amor profundo a su compañera, pero la Luna no se lo había puesto nada fácil, le dio un abrazo, intentando consolarlo, y por segunda vez, Aiden se largo a llorar, soltando toda la presión su cuerpo contenía. Su familia se sorprendió al verlo en ese estado, pues solo lo habían visto llorar 2 veces, cuando era niño.

-todo estará bien Aiden, no te preocupes-

-solo quiero que este bien-sollozo

El dolor envolvía su pecho, su respiración estaba muy agitada y los sollozos habían terminado. Se separo de su padre y volvió a mirar a su amada, se relamió los labios y acaricio su cabello, tan suave como el algodón.



Pequeña flor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora