Pov. Minseok.
Mi teléfono sonó, me removí de la cama y cogí mi celular de la cómoda, eran las seis de la mañana, voltee a ver a mi costado y Luhan seguía dormido, mis ojos picaban por el rastro de lágrimas que quedaron en ellos.
-¿Aló?- contesté medio dormido, tenía el cabello alborotado, decidí sentarme.
-Cariño, ¿Cómo estás?- Oh, era mi madre, sonreí y terminé de despertar.
-¿Mamá, bien y usted?, me agrada que llame pero ¿Por qué tan temprano?- pregunté porque enserio era muy temprano.
-¿Mi nieto está bien?- cuando me enteré de mi embarazo llamé a mi familia y se los conté, no les ocultaría esa realidad, ellos se pusieron felices, como dije, esperaban tener un nieto pronto.
-Sí.- sonreí ellos aún no sabían su sexo.- y es un varoncito.- tuve que alejar el teléfono de mi oreja porque ella chilló a través de la bocina.
-Tu padre se volverá loco, justo te llamaba para preguntarte cuando sería tu próxima cita, creo que tu padre ya me ganó la apuesta, por eso te llamaba tan temprano.- sonreí mis padres nunca cambiarían parecían unos niños.
-¿Apuesta?- trataba de hablar con la voz más baja que tenía para no despertar a Luhan.
-Bebé, ¿Por qué hablas tan bajito?- ella preguntó curiosa.
-Es que Luhan está durmiendo.- ellos sabían todo, bueno al menos toda esa parte, no lo que Luhan me hace pasar.
-Oh, mi yerno, entonces mi vida, te llamo luego, chau, ¡Te amamos!- a través de la línea se escuchó la masculina voz de mi padre también, me gustaba mi familia, pero me siento mal porque mi pequeñito podría no tener esa alegría, no gozaría del amor de dos padres, eso me deprimía.
Dicen que su extiendes tus labios en una sonrisa, tu cuerpo se sentirá feliz así no te sientas como tal, confuso, sí, pero me funciona, así que sonreí, y aproveché en ir a hacer el desayuno.
Como le dije al doctor me encanta el helado de ron pasas así que iría a coger un poco de helado, bajé de la cama y me dirigí hacia la cocina.
-¿Mi bebé quiere helado?- hablé en dirección a mi pancita al sentir el ligero movimiento de mi amorcito, me gustaba acariciarlo.
Abrí el refrigerador y saqué el helado, necesitaba un depósito dónde servirme, miré hacia los costados y no había algún vaso cerca, alcé la mirada y allí estaban, ¡Oh! Estaba en el estante más alto, olvidé que ayer a Chanyeol le tocaba lavar los platos y como era tan alto tenía la costumbre de poner el servicio especialmente los vasos en aquel estante.
No me quedaba de otra más que arrimar mi banquito y subirme en él, bueno tenía miedito de caerme, pero, no pasará nada, me cogeré bien.
-¡Minseok! ¡Cuántas veces te he dicho que puta no cojas mi ropa!- ¡Madre mía! Su gritó me cogió de sorpresa, no lo pude evitar, por mi asombro el banco se movió y caí.
Caí al suelo, traté de proteger mi barriguita, si le pasa algo a mi bebé me muero.- ¡Luhan, ayúdame, el bebé, por favor ayúdame!- le gritaba, estaba llorando, traté de caer contra mi trasero para que mi pequeño no se lastime, lo vi, él estaba allí parado y mirándome, no se movía, mis lágrimas continuaban cayendo, me dolía el tobillo, en realidad me dolía todo, acaricié mi vientre.- ¡Ayúdenme, Kyungsoo, Yixing, por favor!
Los muchachos entraron apresuradamente y al instante me vieron allí acostado.
-¡Minnie! ¡¿Qué pasó?! ¡Luhan llama a una ambulancia, rápido!- Do le gritó, los chicos me rodearon y me levantaron, el tobillo derecho me dolía pero más me dolía la indiferencia de Luhan, vi que con lentitud y molestia llamaba a la ambulancia.
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Tu amor es mi tortura.
RomancePositivo...las lágrimas caían por sus mejillas era muy feliz tendría un bebé del hombre al que ama. -Seremos padres- Minseok anunció aquella hermosa noticia con las manos temblorosas. -¿¡Qué, eres un puto, esa cosa no es mía, ABÓRTALO!? -¡Luhan, n...