La inconformidad reina en nuestras mentes, lo ya existente está demasiado gastado y lo innovador se gastará eventualmente, el único límite que nos ponemos es el que nosotros mismos jamás podremos cruzar. Gastamos el tiempo imaginando y recreándonos en nuestra mente idealizando un futuro menos oscuro, donde la incertidumbre y la inseguridad se mezclan haciendo un pasillo angosto por el que sólo pasan muy pocos y la gente como nosotros no llega jamás al destino. ¿Cuál es el destino? La felicidad, ¿por qué no iba a serlo? Es la meta, la finalidad por la que vivimos, ¿no? El deseo de tener estabilidad y de cada día poder ser feliz sin necesidad de monotonía. La felicidad hoy en día está en venta, no puedes ser feliz si no tienes la moneda de cambio de turno, la cual siempre y sólo representará algo en esta realidad: el tiempo. ¿Invertir tiempo para ganar monedas con las cuales comprarte tu sustento y, con suerte, tu felicidad? Me parece algo ilógico e injusto que nos encerrasen en este sistema de organización sin pedirnos opinión ni permiso.
Cuando digo "y aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión" me refiero a esto, vivimos forzados a vivir de una manera si queremos vivir dignamente, y eso no es la vida, la vida es opción y constante decisión, no obediencia.
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Razonamientos
SpiritualSí, sí, aquí está lo más aburrido de lo que suele salir de estas fauces, es lo que mejor sé hacer. Algún audaz y tenaz cerebro algún día dijo que los filósofos nos enfrentábamos sin temor a las incógnitas que a muchos aterran por sus posibles respue...