Cap. 10

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Hay muchas preguntas. Está todo oscuro y mi cabeza da vueltas y vueltas.

¿Quién es esa niña? ¿A qué se refería con No es quién crees? ¿Quién me besaba la espalda? ¿Por qué sueño con esa habitación? ¿Quienes hablan y de quién hablan? ¿La niña de verdad estaba ahí? ¿Quién me sujetó antes de que me caiga?...

Las preguntas se apilaban en mi mente confundida.

-Todo tiene una respuesta y un tiempo, por favor, no te asustes y espera- la voz suena grave, pero a la vez suave y armoniosa, de alguna forma hace que me calme y de a poco la oscuridad que cubre mi mente se va aclarando hasta que veo una luz muy fuerte por unos segundos, hasta que puedo ver con claridad a la persona que me habló.

Es un muchacho, parece de mi edad. De cabello oscuro, con grandes ojos marrón verdosos. ¡Qué guapo!

-¿Quién sos?- le pregunto.

-Soy Ian- dice y luego sonríe- Supongo que tenés algunas preguntas, Ángeles.

Me sorprendo, no esperaba algo así. Asiento con la cabeza.

-¿Por qué sabes mi nombre?¿De dónde venís? ¿Qué hacés acá?¿Te conozco? ¿Me conocés? ¿Quién era esa niña de pelo rojo? ¿Por qué me señaló?- las preguntas salieron de golpe y en cuanto abrí la boca para seguir preguntando, Ian me la tapó suavemente con un dedo.

-Vengo de lejos, vine a ayudarte- me toma la mano- Ya nos conocimos, pero no te acuerdas- me da un beso en la frente- Al fin te encontré.

Trato de hacer memoria, pero es inútil, no recuerdo nada.

-Y la niña, ¿quién es?- le pregunto, sin soltar su mano.

-No sé de quién hablas.

-De la niña que estaba hablando con Joaquin, la que me señaló cuando me atajaste antes de que me caiga.

Ian me mira confundido.

-Lamento decirte que no la vi.

Asiento con la cabeza. Joaquin entra en la habitación.

-¿Por qué no me avisaste que se despertó?

-Porque recién lo hace.

Joaquin asiente con la cabeza y se acerca hacia mí. Me pone la mano en la frente.

-¿Te sentís bien?

-Sip- le suelto la mano a Ian- Joa, quiero hablar con vos.

Joaquin asiente e Ian se levanta y se va de la habitación.

-¿Qué pasó? ¿Con quien hablabas? ¿Ayer dormiste conmigo?

-Te desmayaste- mira mi mano- No sé quién era, pero me dijo que vendría alguien que nos trería problemas, así que nos iremos e Ian no vendrá con nosotros.

-Bien ¿Ayer dormiste conmigo?

-¿No lo recuerdas?

Niego con la cabeza.

-Sí, ayer dormí con vos, pero te despertaste, como a las tres de la mañana y me dijiste unas cosas, luego te dormiste, empezaste a moverte, yo me senté en el sillón y me dormí.

-¿Qué te dije?

-Que el monstruo no está debajo de la cama.

El monstruo debajo de mi camaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora