Me despierto en la habitación blanca. Pero algo no está bien. Esto no parece un sueño.
Trato de hacer memoria, pero sólo recuerdo un niño. Un pequeño niño de ojos marrones medios verdosos.
Cierro los ojos.
Recuerdo... Recuerdo a Ian de pequeño. Recuerdo que estábamos en lo que parece la sala de un psicólogo, estamos jugando mientras la mujer nos hace preguntas. Respondemos a penas nos pregunta. Todo, sin dudar.
Dibujamos cosas. Él dibuja a su padre dándole la mano.
-Ian ¿Por qué dibujas a tu padre?
-Por que sí.
-¿Recuerdas que murió, verdad?
-Sí, pero aun lo veo -dice pintando con negro la ropa del papá -Me da consejos -susurra -Me canta cuando tengo miedo y siempre me protege.
-¿Te protege de qué, Ian?
-De todos ustedes.
-Angie, ¿Qué dibujas?
-Dibujo a mi monstruo. Es pequeño, tiene mi edad, pero es grande, muy grande. Es todo negro, es como una sombra, tiene ojos grandes y celestes -Ian se tapa los oídos, veo como la psicóloga o lo que sea mueve los labios, parece que me grita, pero no la escucho -Me tapa a la noche, cuando tengo frío, cuando mi madre no me da de cenar porque me porté mal me trae algo de comida. Él me quiere, me dijo que me va a sacar de acá y que nunca volveré. Los odio a todos -empecé a tachar el dibujo de la señora que había hecho a un costado de mí y el monstruo -Te odio tía Sandra, por tu culpa mi abuela no está.
La señora, quien parece una psicóloga, quien según mi recuerdo es mi tía Sandra, la que supongo que es la hermana de mi padre, me pega una cachetada y yo la miro desafiante. Pego un grito aterrador. Tomo a Ian y salimos de la sala.
No recuerdo más cosas.
Abro los ojos.
La mujer de cabello oscuro y ojos verdes, llamada Cass, abre la puerta.
-Buenos días, Angie -saluda, entrando con una bandeja de comida.
-¿Como sabes mi nombre? ¿Donde están todos? ¿Donde estoy? ¿Por qué?
-Tranquila, soy yo, Cass, tu prima, la hija de Sandra ¿Recuerdas? Te trajeron acá hace bastante, esperando que recuerdes algo, lo que sea, pero cuando entrabamos estabas dormida o en shock, el doctor dice que es porque estabas recordando. Estás en el... manicomio de la tía Sandra.
-¿Ya había estado acá, verdad?
Cass asiente con la cabeza.
-Nadie sabe como pero escapaste, sola, Ian decidió quedarse y hace un año fue dado de alta. Nadie sabe como escapaste sola, sin ayuda y con ocho años. Sandra no te mandó a buscar, tampoco sé por qué y eso que es mi madre. Estas acá porque queremos ayudarte a superar tus alucinaciones.
-¿Mis alucinaciones?
-Sí. Lo del monstruo debajo de tu cama y eso... Alucinaciones.
-Sí, alucinaciones- repito.
Cass deja la bandeja sobre la cama y se va.
Ahí me doy cuenta. Lo de la habitación blanca no era un sueño. Era real y lo que creía real, sólo eran mis recuerdos volviendo.
Pienso en Ian y en Alexis.
"Pide que vuelva a mi forma original"
Escucho la voz de Alexis en mi cabeza.
ESTÁS LEYENDO
El monstruo debajo de mi cama
De TodoÚltimamente, todas las noches a la misma hora de la madrugada, María de los Ángeles se despierta por un ruido. Pero cuando enciende la luz no hay nada ni nadie. Su padre y su abuela desaparecieron hace tiempo y nadie sabe de ellos. ¿Tendrá algo que...