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Sé audaz aunque el mar se incendie, y ofrece amor aunque el cielo expire.
Charlie st. Cloud

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En aquél momento de silencio incómodo le dieron ganas de haber domesticado a un grillo para esas situaciones.

-¡Ella es Charlotte Flynn y como no tengas cuidado va a machacarte! - advirtió Kayla a la defensiva, parecía un puma furioso.

Daniel parecía una estatua de hielo, seguía en la misma posición de antes carente de emociones humanas.

Las que se la estaban jugando a ella, tenía que volverse fría. En cuanto antes, aquello le superaba.

Tragó saliva y se puso en pie, sintiéndose débil. Odiaba sentirse así.

-¿A caso quieres pelea? - como tantas veces había hecho, su voz sonaba firme como el acero. - Yo de ti no lo haría, si quieres conservar ése careto. -

Daniel alzó una ceja y Charlie no supo como interpretarlo, maldito hombre difícil.

Tallia sonrió mostrando unos dientes perfectos.

-¿Me estás retando? - preguntó ella fingiendo sentirse ofendida. -Te recuerdo que soy miembro de los Apartados. -

-Y yo la compañera de Daniel, para el campeonato.- contraatacó Charlotte con una sonrisa nerviosa preparada para saltar sobre ella.

Vio de reojo como Daniel esbozaba media sonrisa.

-Quizás es porque a mi me reserva para otras cosas, vaca. - dijo Tallia cogiendo el brazo de Daniel y Charlotte empezó a reír.

-No voy a entrar en tu juego de niñata ni me pelearé por Daniel, todo tuyo. - sonrió ella y Kayla negaba con la cabeza, su amiga sentía como estaba en realidad.

Destrozada.

-¿Tienes algo que decir? - le preguntó Charlotte a Daniel directamente, éste se encogió de hombros y cuando empezó a hablar la chica lo interrumpió.

-¿Sabes que? Me da igual, sólo te uso como una herramienta para ganar. - se estaba rompiendo, y sólo Kayla se estaba percatando de ello. -Que tengáis unas buenas noches. - notó la mirada grisácea en su nuca mientras se iba.

Kayla le dio un beso a Brook en los labios y corrió hacia su mejor amiga.

-Charlotte, ¡deja de hacerte la dura de una puta vez!- gritó Kayla cuando estuvieron lo suficientemente lejos, Charlotte la miró fijamente a causa de la dureza de sus palabras. -¡Deja de actuar como si nada te importara! ¡Te gusta Daniel, no te atrevas a negarlo! -

Charlie tragó saliva y se sentó en uno de los bancos de aquél parque desierto, las lágrimas volvían a la carga. ¡Ugh! Cuanto desearía arrancarse los lagrimales.

-¡Te ha jodido que Tallia dijera eso! ¿Pues sabes que? ¡No es verdad! - gritó Kayla pasándose una mano por su cabellera rubia. -Hace años estuvieron liados, pero Daniel la rechaza una y otra vez. -

-¡¿Entonces... Porqué no ha dicho nada?! - gritó Charlotte al borde del llanto. -¿Por que somos tan vulnerables? - golpeó la madera del banco con el puño en tensión, y Naomi apareció en su mente. -El amor nos hace débiles, podríamos vivir sin él. -

Kayla suspiró y encendió un cigarro pensativa.

-¿Por que me besó? ¿Para ser un capullo después? - insistió Charlotte hecha un lío.

Mi vida, mis reglas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora