Mi vida, mis reglas ©

#25

Quiero agradecerle a @Blcampos el maravilloso tráiler que me ha hecho, es la mejor♥
https://youtu.be/L23-rLuaQ_8

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Creyó ver algo más en la mirada de Aurora que no consiguió descifrar. ¿Quizás preocupación? ¿ansiedad? ¿temor? ¿a que?

Incluso un idiota sabría que no tenía nada que hacer contra aquella mujer de largo pelo naranja, había toda clase de historias acerca de Aurora, la fiera enjaulada de las peleas ilegales, la leyenda de todas las mujeres.

Aurora pertenecía a un movimiento feminista radical, del cual Charlie se había informado atraída por el tema el cual amaba y ahora la tenía delante de ella, masajeando la espalda de su compañero molida a golpes por Travis.

-Trav, puedes hacerlo. - susurró Charlotte al oído de Travis, que éste la miró y se le partió el corazón al ver que una herida profunda sangraba de su ceja albina, tiñéndola de rojo. La parte derecha de su cara estaba hinchada también, y unos moratones adornaban su frente.

-Ven aquí, pequeña. - el chico la cogió del mentón y le dio un beso en los labios, tan desesperado que las entrañas se le encogieron. -No voy a decepcionarte, mini tigre. -

-Te quiero. - le dijo ella sintiéndose vacía de pronto, y en cuanto Travis se levantó de su sitio para volver a luchar, se encontró con horror la cara pálida de Daniel entré la multitud.

Acababa de presenciar aquél beso.

Su Daniel, ¿estaba llorando?
Su propia inspiración entre cortada la asustó, y se vio perdida entre los ojos de grises del chico el cual había sido dueño de su corazón.

-¡Daniel!- gritó de manera estrangulada al ver que el chico caminaba dándole la espalda.

Travis giró el rostro al oír aquello y su contrincante aprovechó para asestarle un puñetazo que lo derribó.

-¡Daniel no! - dispuesta a bajar del ring sintiéndose estúpida, ya que él le había sido infiel, unos brazos tenaces la agarraron con fuerza.

-¡Idiota! - gritó la estridente voz de Aurora. -¡Tienes un combate por acabar! ¡Nunca vayas tras un hombre! -

Vio con horror el acompañante de Aurora en el suelo inmóvil.

Travis había ganado y la observaba con preocupación desde el taburete.

También observó el rostro inexpresivo de su padre, Luke Flynn estaba sufriendo por sus apuestas y Daniel lo pagaría.

Justo después de pensar eso, vio como dos hombres sujetaban el cuerpo de Daniel que se retorcía y Luke sonreía en esa dirección.

Haría que Daniel viera el combate, ¿había hecho eso por ella?

Volvió en si con un ligero ladeo de cabeza y se colocó frente la mujer de cabello cobre, que sonreía.

-Cuanto has crecido, Charlie. - susurró la misteriosa mujer antes de abalanzarse sobre la desprevenida Charlotte.

Ambas cayeron al suelo y rodaron, Charlie consiguió colocarse sobre Aurora llevándose unos arañazos en ambas mejillas, ésta gruñó cuando la pesada mujer que tenía encima la hizo girar y la inmovilizó con las piernas.

Aprovechó la oportunidad para lanzarle un puñetazo que fue directo a su nariz, rompiéndosela, Aurora gruñó y se hizo atrás gimiendo de dolor, pero pareció más un ataque de frustración.

En aquél momento los vio.

Una niña y un niño de unos ocho años de edad aferrándose a las mugrientas cuerdas del ring.

-¡mamá! - gritaba la niña horrorizada al ver la sangre y la nariz torcida de su madre que no le quitaba los ojos a Charlie, con desesperación.

-¡Mami no hagas esto! - exclamó el pequeño, ambos tenían un aspecto desaliñado y dejado, eran delgados a causa del hambre.

Le recordaron tanto a ella misma con su edad, Charlie sonrió y por primera vez hubo algo más importante para ella que ganar.

-¡Charlie vamos a que esperas acaba con ella!- gritó Travis, pero Charlotte había tomado una decisión.

Se plantó frente a ella con el corazón encogido, pero alzó el rostro y recibió el aterrador puñetazo de Aurora con una cálida bienvenida.

Cayó al suelo con los ojos cerrados, sin apenas espiración, pero algo cálido y dulce inundó su pecho.

Ella no podría haber huido de Luke Flynn, pero aquellos niños podrían vivir una mejor vida, podrían pagar sus estudios, incluso podrían invertir en alguna especie de negocio.

Entonces lo vio todo negro a su alrededor, hasta desplomarse.

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-¿¡Charlotte me oyes!? - una voz familiarmente dolorosa la recibió y cuando vio el perfecto rostro de Daniel sobre ella quiso desaparecer.

-No..me grites, idiota. - gruñó intentando visualizar su alrededor.

En efecto, se encontraban en los vestuarios del campeonato.

-Has perdido y te he sacado de allí antes de que los hombres de Luke pudieran alcanzarte. - dijo colocando la bolsa de hielo de nuevo sobre las contusiones y ella estalló en un llanto desgarrador.

-¿Por que, Daniel? - gimió. -¿Por que lo arruinaste todo? Este iba a ser nuestro día. -

-Me muero, Charlotte. - dijo al fin, con tanta normalidad que dejó a la chica de piedra. -Ni siquiera me acosté con esa cría, fingí aquello para que me odiaras y pudieras llevarlo mejor.. Pero en cuanto te he visto allí arriba con Travis yo...-

Charlotte lo calló con el dedo índice.

-¿No puede haber un trasplante? - sollozó la chica incontrolablemente.

-No han encontrado ningún donante y no soy millonario para comprar uno, se acabó Charlie, la palmaré en cualquier momento, pero antes necesito saber que me quieres. -

-Te quiero. - dijo ella tristemente a causa de la verdad que había trepado por su garganta. -No quiero que mueras, Daniel. -

Los ojos del chico parecieron humedecer se en un momento, instantes después se agachó y la besó, de manera sincera, desesperada y profunda.

-Tenemos que irnos, Char. - dijo Daniel dándole la mano. -¿Puedes andar? -

Ella asintió.