37. Demasiado fuerte para ti

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La semana había transcurrido bien, aunque la noche anterior tuve que mantenerme despierta hasta las dos de la mañana para terminar las diapositivas sobre la genética, tuve que prepararme toda la semana para salir perfectamente en la presentación; no se preocupen, me fue bien, no obtuve diez pero estuve cerca (sólo porque Tarantino se hizo presente, se unió a los jurados y los hizo dudar sobre algunos puntos).

Ya estaba recogiendo mis cables y mi laptop, ya todos se habían ido excepto por Tarantino que seguía cerca a mí pensando algún tipo de comentario (ya les dije que fue él el que me hizo bajar la nota); pretendía ignorarlo, pero mis cables estaban totalmente enredados que finalmente los metí de la misma manera, me estresó demasiado fácil.

Tarantino se encargó de seguirme a lo largo del pasillo; lo frené en varias ocasiones en las que quizo burlarse sobre la manera en la que me veía y los nervios que detectó en mí.

Varias chicas me sonreían, otras me miraban con disgusto. Los chicos me miraban con admiración. ¿Por qué?.

Tarantino se atrevió a agarrarme de la cintura, no lo dejé, me voltee airada y le asesté una fuerte bofetada que él supo bloquear bien. Tarantino reía.

—¿Qué demonios? —le musité en voz baja. Tarantino seguía sonriéndome, me estaba asustando.

—Nos miran, Hewitt —asintió hacia un lado sin dejar de mirarme. Le hice una mueca en señal de explicación— .Sé que esas chicas son pesadas contigo y puedes darles en el corazón a las malditas brujas.

—Me estás sugiriendo que te bese, ¿no? —sonreí— .Lo que sucedió entre nosotros fue algo instantáneo, tú me lo dijiste después del segundo round.

—¿Por qué tienes que ser tan mala? —tenía una gran intención en los ojos, los labios o simplemente algo me decía que mi mente se estaba ensuciando.

—Porque te gusta —seguí caminando sin preocupación. Tarantino pasó junto a mí, se acercó a mi costado.

—Te veo mañana en el trabajo, Hewitt —y si creen que fue lo único que me dijo...—.Sólo si quieres, no tengo escrúpulos, me gustaría seguir jugando contigo.

—Poder femenino —alcancé a susurrarle— , ¿no?.

Olvidando el hecho de que de alguna forma me sentía demasiado extraña por obtener tanta atención de los chicos, no me molestaba, me sentía cómoda...pero alguna vocecita me decía que iba a ser lo peor que haya hecho.



Me senté junto a Cara, extrañamente estaba con su hermano (eso es tan extraño como si el gobierno nos revelara el Área 51, todos se llevaran bien en un reality show o los Seahawks campeones en la NFL...bueno, eso es posible, ¡Vamos Seattle!), parecía estar en trance mientras ella intentaba hablarle.

—Cat —Cara dijo finalmente con voz resignada, hizo una mueca para que viera qué tan miserable estaba— .Jonah necesita apoyo, dile algo lindo.

—Me gusta como pronuncia "naranja" en alemán —me encogí de hombros mientras me sentaba en el puf de al lado, sentí que me estaba hundiendo al punto en que sólo verían mis piernas y mis brazos agitándose como los de un bicho intentando ponerse de pie.

Era el pequeño café de variedades al lado de la biblioteca (servían rollos de canela, hamburguesas, café, batidos, cocteles, bistec, ensaladas, muffins...por eso dije "variedades").

Single as a Pringle: Tierna pero pesadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora