Single as a Pringle: Tierna pero pesada

48. Volver al futuro

Con el título les digo bastante de ese día...bueno, la parte relevante (piensen en la película de los ochenta con Michael J. Fox).

Todo comenzó cuando Cara y yo fuimos a comprar helado, pero nos desviamos a un café para ir con nuestro escuadrón femenino.

El grupo consiste en Alexandria Hewitt (sé que no debería mencionarme de primera, pero, así de elevada es mi autoestima), Cara Lerman (a quien ya conocen: la mejor amiga de Alexandria, la chica dulce, la chica por la que más de uno está loco), Thalia Coleslaw (tiene el apellido de Enid Coleslaw de mi cómic favorito Ghost World, y...sin duda, ella se parece un montón a Thalia) y Jasmine Gupta (sus padres son originarios de India, por eso, siempre que se presenta menciona lo irónico que es su nombre...por Aladdin. Lo hermoso de ella es que me recuerda a la rapera M.I.A).

No somos para nada parecidas a los grupos que se ven en los libros o las películas, no hablamos de chicos o compras o qué tan sexualmente activa es una a otra (es increíble que nos reduzcan a eso...Escritores, ¿acaso están cortos de imaginación o sólo siguen la ola de lo fácil sólo para atraer lectores con un trama que puede predecirse con un 87% de éxito?), pero tampoco hablamos sobre teorías o sobre otra gente (aunque hay excepciones). Nos gusta hablar de cosas cotidianas graciosas, ironía o algo que nos haga hablar por horas, con contenido relevante como la presidencia, la relación de Beyoncé con JayZ, la teoría de que Kenau Rives es un vampiro que ha vivido demasiado o acerca del pensamiento crítico que hemos desarrollado en las redes sociales (hay un contraste entre lo absurdo y lo importante, pero así éramos).

—Me quedé hasta las tres de la mañana, despierta, cuidando a mi sobrino de cuatro meses...creo que nunca quiero tener hijos —Thalia nos sonrió mostrando sus ojeras— . De todas formas esos mocosos estaban fuera de mi plan desde hace mucho tiempo, se me hace cursi que las chicas de nuestra edad ya estén casadas y planeando nombres para sus hijos.

—Tengo veinticuatro —Jasmine alzó los ojos; ella parecía una foto perfecta de Instagram viva y muy real, yo parezco un acercamiento realista de Bob Esponja— , esa sería el tipo de chica que tiene su novio de la secundaria, es muy calculadora, vive en un lugar predeterminado y es de clase media alta. Supongamos que esta chica le pondrá a sus hijos...Lily si es niña y Sander si es niño. Luego de unos cuatro...cinco años y estoy siendo optimista, habrá un divorcio. Lección: No todo lo que planees puede salir bien.

—Tengo veintiuno —Cara añadió al juego. Era divertido pero era la cruel realidad para alguien, ¿así se siente ser escritor?— . Esta chica estaba muy enamorada, no pudo contenerse más y se guió con las historias de amor de Nicholas Sparks —en algún momento voy a criticar a ese hombre, ya lo verán...lo hago prácticamente con todo y todos, él no se salva— . Su noviazgo han sido momentos y frases cliché. Ella vive en un departamento que comparte con su mejor amiga y tiene un cachorrito, adora la idea de casarse y tener hijos. La adrenalina la llevó a una notaría, probablemente de Las Vegas con su novio el rudo...

Thalia comenzó a reír, Cara le golpeó el hombro con fuerza pero ella seguía riendo. Esa historia parecía tan realista, creo que en muchas ocasiones hemos visto la misma situación (Jamie McGuire, te hablo a ti, fuiste una pérdida de mi valioso tiempo...bueno, omite eso).

—Sus padres no aprueban la relación, pero ella lo hace de todas formas —paseó los ojos por la mesa, con una voz dramática continuó— . Todo va bien, hasta que nota lo imbécil que es ese sujeto, luego vienen las peleas y en menos de seis meses por lo menos, ella se divorcia. Pero aún es una romántica empedernida; prácticamente es como si tuviera una venda en los ojos, la llevaran al bosque y le dijeran que no se golpee contra un árbol.

—Tengo veintiocho —Thalia sonrió con mucha picardía— . Es tan voluble y sin carácter, que se deja llevar por la presión de su madre. Es de esas chicas inteligentes que leen a Jane Austen, pero ni siquiera saben enamorarse sin que sea la imagen superficial que intentan embellecer para que no se vea tan mal.