Single as a Pringle: Tierna pero pesada

56. En la mente de Alex

No sé porqué demonios todo el mundo (metafóricamente) está en contra de la sexualidad de las chicas. ¡Oh, por favor!, díganme que no han escuchado a más de uno quejándose de las "plásticas" o las "zorras", las que usan ropa "provocativa" para "llamar la atención", o incluso de que las chicas naturales son mejores que las que "se maquillan demasiado". Me importa un soberano pepino que alguien sea así, pero si es necesario tener que ser agresiva para hacerlos callar...ahí me tienen.

No es porque esté entre el grupo, sino porque ellas (sí, todos apuntan a las chicas) tienen que soportar todo ese drama cada momento de su vida. No me gusta que los demás se hagan víctimas porque son "muy lindas", "tienen experiencia" o "simplemente porque son populares".

Ese día estaba en las duchas de la universidad esperando a una chica que había conocido por estar en el equipo de judo de la universidad. Su nombre era Kelly, tenía el cabello púrpura y era tan ruda como Kelly Obsbourne (irónicamente tenía un gran parecido).

Estaba sólo sentada en una banca cerca a los casilleros, viendo cómo algunas se cambiaban de ropa (el paraíso de una lesbiana, pero yo era un cincuenta-cincuenta). El equipo de judo y el de las animadoras estaban mezclados, algo que ocurre normalmente, pero para mí era una mezcla muy interesante.

—Pensaba que a Eric empezaba a gustarle, pero ahora sale con la plástica —una chica detrás de mí habló.

—Ya sabes que con ojos azules y cabello rubio llegas a la entrepierna de cualquier hombre. No te sientas mal, Sam es tan sólo una zorra, tú te mereces algo mejor.

—Pero...siempre es ella. Siempre se gana a mis novios, me arrebata mis oportunidades...

—Entonces véngate, cariño. Todos queremos a Sam Reynolds en el suelo, queremos ver cómo cae la reina del baile.

—¡Agh, por favor! —me giré gritando. Como dice el cliché, la "víctima" es castaña y su mejor amiga, el cerebro detrás del crimen— , sólo supéralo. ¿Quieres que no se robe tus novios? Deberías agradecerle, porque ella probó que tanto te querían, además, ten algo de orgullo y date tu lugar. ¿Quieres que no te quite tus oportunidades? Sé inteligente. ¿A quién demonios le cabe en la cabeza que debe haber venganza? ¡Eso es desperdiciar energía y tiempo de una forma inútil!. Eres mejor que eso, niña. Y tú... —señalé a su amiga— me gusta tu actitud, pero usa tu talento con sabiduría.

—¿Acaso alguien pidió tu opinión? —la castaña se cruzó de brazos.

—¡Ya cierra la boca, chismosa! —añadió su mejor amiga.

—¿Por qué la gente es tan idiota? —le hablé al techo como si nadie creyera en mí— Malgasto este don en gente que no sabe apreciarlo...

—¡Cállate, zo...! —la castaña se interrumpió cuando yo movía el dedo índice de lado a lado haciendo un "Shhh".

—Púdrete, capulla —le enseñé el dedo medio, aunque hablaba con mucha calma, como un monje de ciento setenta y cinco años que sabe lo que es la paz interior.

—Hey, —Kelly salió sonriendo con su bolso en el hombro, enganchó su brazo con el mío y mientras hablábamos, simulaba sonreír— ¿estás loca?.

—Puede ser —me encogí de hombros. Kelly me dio un empujón con el costado.

—Maldita loca —ella comenzó a reír— , esa chica es la que todos aman. Es como un cachorrito...pero para los que se han liado con ella, puede llegar a ser la parca.

—¿Qué con ella? —ya parecía el escenario perfecto para Chicas pesadas, y yo había insultado a Regina George.

—Ella es Kirsten Styles, ni se diga de la otra flacucha...Emily O'Hare —Kelly rodó los ojos— . Puedes molestarlas, pero ganarás enemigos poderosos. Dímelo a mí por ejemplo, me dicen lesbiana...y bueno soy lesbiana, pero ni siquiera lo saben, lo que es muy ofensivo porque usan la sexualidad como un insulto y por lo tanto hacen que sea mal visto por la sociedad.