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RIN POV

Desde que desperté he estado sintiendo una extraña sensación. Es como si un montón de demonios me observaran. Como si estuvieran cerca, mirándome, observándome solo para atacar. Escalofríos me invadían a cada minuto y no dejaba de mirar a mi alrededor. Obviamente yukio fue el primero en notarlo, lo cual lo veía venir. Aveces yukio se preocupa mucho por mi.

-nii-san, hey, ¡nii-san! -me llamó sacándome de mis pensamientos-

-¿ah?, oh, lo siento... -me disculpe aun mirando a los lados-

-nii-san, te noto distraído, muy raro... ¿ocurre algo?

-no mentiré... y la verdad es que siento como si... hubieran demonios asechando -dije aun con inseguridad-

-¿demonios?, ¿dentro de la academia?... tonterías. No hay demonio que pueda cruzar la barrera de mephisto y lo sabes

-si... supongo...

-tendría que ser muy fuerte para entrar -continuo haciendo el intento por tranquilizarme-

- -sonreí falsamente-

Estábamos fuera de la academia y el hermoso atardecer hizo olvidar por completo la amenaza que cada vez la Sentía mas y mas cerca. Nos sentamos en uno de los escalones que estaban frente a la entrada mientras tomábamos una botella de agua, estaba todo muy callado. Era un silencio que daba miedo.

De la nada algo rompió aquel silencio. Eran las risas de demonios inferiores. De un momento a otro habían cientos de demonios de varios tamaños atacándonos y no hicimos mas que intentar acabar con todos junto con otros exorcistas. El demonio mas grande no atacaba, solo estaba mirando. Cuando mire hacia la cabeza de aquel demonio pude notar que encima de este había una persona de rodillas. ¿Será acaso humana?.

-yukio, encárgate por unos minutos, intentare matar al demonio mas grande

-¡e..espera!, ¡¡nii-san!! -quiso detenerme solo con palabras-

Lo ignore, no tenia intención de escucharlo. Di un gran salto y pude llegar a la cima de su cabeza, tomando por sorpresa a la mujer que estaba siendo protegida por esos demonios. Cuando me miro se alarmo. Pensé que era humana pero de pronto unos grandes cuernos oscuros crecieron de su cabeza. Tenia pinta de mujer común con cuernos de demonio. Su cabello marrón y ojos rojos era algo que me ayudaba a entender mas lo que ella era en verdad... ella era una verdadera demonio de gehenna. Lo podía ver en sus ojos.

A los pocos segundos me gruño algo asustada y enfadada, parecía también estar herida por la forma en la que tomaba su brazo. Sin tomarle importancia, alcé mi espada decidido a acabar con ella, pero algo detuvo mi ataque. Un paraguas rosado estaba frente a mi y quien lo sostenía no era nada mas y nada menos que el director de la academia, Mephisto Pheles.

MEPHISTO POV

Desde lejos había podido presenciar como los jóvenes okumura y otros exorcistas intentaban detener a los demonios. Eran de bajo nivel y por eso les era sencillo matarlos. No me había dado cuenta que encima del demonio mas grande había una mujer. Sus enormes cuernos oscuros llamaron mi atención al igual que sus brillantes orbes rojos. Cuando rin estaba a punto de matarla pude sentir su miedo, su desesperación. Entre demonios, el transmitir el miedo es la forma de pedir ayuda en pocas palabras.

Usando mis habilidades logre llegar sin problemas hacia donde ella y rin, logrando parar su ataque. Suspire aliviado y baje el paraguas.

-mejor encárgate del resto, yo me quedare con ella -intente sonar despreocupado-

-¿¿que??, ¡claro que no!

Los gritos de los estudiantes llamo su atención. Chasqueo la lengua disgustado y se retiro para ayudar al resto, dejándome a solas con ella. Le extendí mi mano, quería ayudarla pero ella aun estaba asustada, enfadada, no se sentía segura aquí en assiah, lo podía asegurar.

-vamos, no muerdo -sonreí divertido-

Dudosa tomo mi mano. Cuando se puso de pie la tome en mis brazos como a toda delicada mujer ya que se le veía herida y débil. Al instante se comenzó a quejar haciendo ruidos que solo querían hacerme ver que se sentía incomoda. Le sonreí y al instante regrese a mi oficina en la academia.

La deje en el suelo, justo frente al escritorio ya que no quería que la siguiera cargando. Estando ya en el suelo retrocedió un poco y volvió a tomar su brazo. No hice mas que ponerme de rodillas frente a ella y tomarla del mentón. Solo quería ver esos penetrantes ojos color carmesí.

-te ves indefensa... -sonreí de lado- tal parece que alguien escapo de casa

-tsk, ¡déjame, estupido payaso! -exclamo-

Su voz sonaba dulce a pesar de quererse oír amenazante. Ella sin duda era única. Reí bajo y me aleje un poco solo para darle su espacio.

-tienes sin duda la actitud de toda mujer que proviene de gehenna. Dime, ¿que haces aquí? -pregunte-

-¡yo!... yo... huí... quería conocer assiah pero mis padres me lo prohibieron... por eso escape pero en el camino fui herida... "esos malditos exorcistas"... -susurraba bajo-

Cada vez me sorprendía mas. Pero ahora tenia otra duda y quería que me la respondiese ahora.

-y... ¿por que no has vuelto a gehenna después de todo esto?

- -quedo en silencio por unos segundos- n..no se como regresar... no puedo... -queda cabizbaja-

-entiendo -fue lo único que dije al final-

Se puso de pie con dificultad y se acerco tambaleandose solo para decirme:

-¡a..ayúdame a regresar a mi hogar!

Pareciera que estaba exigiéndome ayuda, no la pedía amablemente así que pensé que podría aprovechar eso para divertirme un poco.

-no -dije serio-

-¿por que?, ¡ayudame!

-no lo haré

-¡¿por que?! -sonó esta vez mas desesperada-

-no me has dicho "por favor" -reí levemente-

-eres... un imbecil...

-dilo amablemente y te ayudare -sonreí divertido-

-ni loca, mejor le pediré al resto de los demonios que me ayuden -se acerco a la puerta para salir-

Me sobresalte, ¿enserio se iría por su cuenta en ese estado?. La tome del brazo sano pero al instante se zafo decidida a irse. Quería detenerla, me preocupaba que se fuera sabiendo que puede sufrir mas daño. Al instante se me ocurrió detenerla con palabras.

lo sabia... tu no aguantarías ni un día en assiah. Una mujer como tú necesita la protección de los demonios de gehenna para sobrevivir -dije burlon-

Al instante se dio la vuelta y volvió a ponerse frente a mi con una mirada desafiante.

-¿quieres apostar? -gruño-

-claro, adoro apostar... será una apuesta simple

-¿ah, si?

- -asentí- te doy un mes. Si aguantas un mes aquí entonces puedes regresar a gehenna... Pero si pierdes y tratas de huir... te quedaras aquí «conmigo» en assiah

La mire asentir con nerviosismo. Ahora había iniciado esta apuesta que de seguro la pondría en riesgo debido a los exorcistas de esta academia. Supongo que ahora no tendrá mas opción que confiar en mi, ya que ahora su vida esta en mis manos.

Te Apuesto Mi Vida ❀ Blue ExorcistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora