Te Apuesto Mi Vida ❀ Blue Exorcist

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『YUKIO POV』

Caminaba por los pasillos de la academia dirigiéndome al salón de clases de mi hermano pues debía dar clases. En eso escuché un par de disparos, el suelo no tardó en comenzar a temblar. Corrí hacia aquella dirección pero me detuvo una voz detrás mío.

- ¡Yukio! -Reconocí esa voz enseguida- ¡Yukio, espera!

- Nii-san, ¿qué está ocurriendo?, ¿¿tienes algo que ver con todo esto?? -Le miré amenazante-

- Si... y no... verás... -Rascó su cabeza levemente- ocurrió algo... y necesito que me ayudes en esto... -Se le veía nervioso-

Me explicó brevemente el asunto. Recuerdo con claridad el día en el que la academia fue atacada por demonios hasta hace poco, al igual que recuerdo a duras penas a quién estaba detrás de todo esto.

- Su nombre es Akane, y es un demonio que fue... algo así como poseída... -Apenas si encontraba las palabras adecuadas para explicarme- Solo sé que en ella habita el alma de otro demonio bastante peligroso, y ahora intenta matar a todo lo que se tope en su camino.

- En ese caso debemos detenerla. -Concluí sacando mi pistola-

- ¡Espera!, ¡no podemos matarla!... -Tomó mi brazo- ¡Mephisto me pidió protegerla por el momento...!

- ¿Protegerla?, ¡en ese caso por qué no viene él y lo hace! -Exclamé-

- ¡Por que él justo ahora no puede hacer nada! -Respondió en el mismo tono- Es... complicado.... por eso no puedo permitirme que la dañen, y hago todo esto por que sé que ella es todo menos una asesina... -Hizo una pausa- estoy casi seguro de que es igual a nosotros dos

- Tsk... -Desvié la mirada-

- Anda, Yukio. Debe haber un modo de detenerla sin dañarla. -Insistió-

- Ok, pero van a ser las cosas a mí modo. -Me crucé de brazos-

- Supongo que no hay de otra... -Suspiró aliviado-

『RIN VOV』

Por algún motivo pensé que Yukio estaría a la defensiva, que trataría de convencerme para que la exorcizáramos o algo, pero no lo hizo, al contrario... decidió ayudarme. Corrimos siguiendo el sonido de las balas y de los escombros cayendo para luego encontrarnos con aquella escena tan perturbadora. Akane tenía cuernos puntiagudos y bastante largos de color negro mientras que sus ojos ahora eran de color rojo sangre...

Un intenso rojo carmesí...

Daba por hecho que esta no era a quien vi hace un par de horas, en brazos de Mephisto y rogando por ayuda entre lagrimas. Ella, era otra persona...

- ¿Artemisa...? -Murmuró Yukio asombrado-

- ¿Eh?... ¿quién?

- Se había escuchado de la existencia del alma de un demonio bastante poderosa, lo suficiente para poseer a otros y adquirir fuerza del mismo para usarlos... todo para su propio beneficio el cual es saciar su sed de sangre entre otras cosas bastante horribles a mi parecer.

- No te entiendo, Yukio... -Lo miré atento-

- Lo que intento decir es que tal vez ella ha sido poseída por aquel demonio, es lo más obvio ya que ella es distinguida por los cuernos, sus ojos... y su doble voz bastante distorsionada. -Acomodó sus lentes y sacó la pistola-

- ¿¡Q..Qué haces!? -Exclamé-

- Escucha, esto no va a ser fácil, voy a necesitar que hagas lo que te pida... y que lo hagas tal cual te lo voy diciendo, sin trucos ni cambio de movimientos... ¿ok, nii-san? -Su voz se volvió seria-

Tragué saliva pesadamente y asentí al mismo tiempo que se lo hacía saber mediante palabras.

- Está bien, te escucho... -Desenvainé mi Katana-

- Debemos encontrar la forma de guiarla a la habitación de juicio. Es la habitación más grande, allí podremos exorcizarla... -Comenzó a disparar-

- ¿¿Por qué disparas??, ¡¡no debemos dañarla!! -Grité-

- Calma, estas balas solo dañan el alma del demonio, son totalmente diferentes.

- Ambas son demonios, ¿no dañará a Akane también?...

Quedó en silencio por un segundo.

- Lo sé pero el alma original no sufre daño si no está tomando el control total de su cuerpo. En este caso, el que estamos enfrentando en estos momentos.

No dije nada al respecto, me limité a pensar en una manera de llevarla a aquella habitación. Simplemente nada se me ocurría. ¿Cómo iba a lograrlo sin dañarla a ella o sin que yo saliera herido.

Esto no iba a ser tan fácil como pensé al principio...