Te Apuesto Mi Vida ❀ Blue Exorcist

-20-

『MEPHISTO POV』

Después de que intentó herirse la mantuve en mi regazo, la abracé y le murmuraba que todo iba a salir bien. A los pocos minutos se quedó dormida. Un rastro de lagrimas fue lo unico que quedó en sus ojos al igual que una leve hinchazón. Me daba tanta rabia que esto estuviese pasando por culpa de Artemisa, nunca había sentido tanto odio en mi vida.

- Mephisto... -La oí murmurar-

- ¿Pasa algo? .-Intenté fingir que estaba tranquilo-

- Yo... quiero decirte algo... -Se separó de mí para mirarme a los ojos- Ahora que estamos a solas... quería hablar contigo... hablarte con la verdad...

Estaba confundido, ante sus palabras no sabía ni qué pensar o cómo reaccionar. Yo pensé que ya había dejado de mentirme desde que me contó sobre Artemisa. ¿O será acaso que habían cosas que no quería contarme?. Puede ser eso, por que sinceramente no creo que me estuviese mintiendo desde ese entonces.

- Sea lo que quieras decirme, te escucharé .-Firmemente intenté darle ánimos y confianza para hablar-

- Cuando escapé de Gehenna yo... esperaba poder encontrar a alguien para que pudiese ayudarme con todo esto... quería regresar a Assiah como lo que fui desde un principio... un simple espíritu más .-Hizo una pequeña pausa- Pero al darme cuenta de que las cosas ya no eran tan sencillas quise regresar, pensaba que una vida como demonio no era tan mala si lo pensaba bien. Luego... tuve que conocerte... -Desvió la mirada sonrojada- Me diste una razón por la cual ya no quería volver, por la cual quería seguir siendo lo que soy... todo por que te amaba...

Con aquellas palabras logró hacerme sonrojar, nunca pensé que ella podría confesarme tales cosas.

- De cualquier forma la felicidad no me duró, la cruel realidad tuvo que volver a ponerse frente a mí mientras ponía en riesgo la vida de mucha gente... -De sus ojos lagrimas comenzaban a caer- Es como si algo quisiera decirme que no puedo ser feliz...

- Akane, no vuelvas a decir esas cosas .-La tomé de los hombros- Encontraremos la manera de acabar con Artemisa...

- No puedes, o al menos no sin que alguien termine herido .-Interrumpió-

La miré confundido.

- No quiero... hablar de ello... -Murmuró-

Tal vez tenga inmensas ganas de saber aquello que no quiere mencionar, pero si ella no se siente segura de decirlo entonces no la obligaré. Puede que cambiar de tema sea lo mejor por ahora.

- Dime, ¿tocas el piano? .-Intentaba iniciar otra conversación-

Se giró a ver el hermoso instrumento para luego asentir mientras volvía a voltearme a ver.

- Cuando estaba viva mi madre me llevaba a clases. Es una larga historia... -Soltó una leve risa-

- ¿Podría oírte tocar?.

Fue cuestión de segundos para que volviera a asentir pero esta vez con un leve rubor en las mejillas. Todavía era difícil para ella levantarse así que la ayudé y la llevé al piano. Me senté a su lado, ella miraba las teclas con desánimo, estaba por decir algo al respecto pero antes de que pudiese hablar puso sus manos sobre dichas teclas.

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Con suavidad comenzaba a tocar, era una melodía tan tranquila que me hacía solo perderme en la manera tan suave en la que sus manos se movían. Sin duda toda ella era hermosa. Hubo un punto en el que tuvo que dejar de tocar por que había comenzado a llorar, algo andaba mal y no encontraba la manera de ayudarla. Se lanzó a mi regazo aferrándose, abrazarla fue lo único que pude hacer.

- ¡No quiero!... ¡¡no te quiero perder!!... pero... tampoco me quiero ir..... -Lloraba-

- A..Akane... no te entiendo.... e..explicate...

- No se si pueda... -Alzó la mirada- no sé cómo irías a reaccionar...

- Por favor...  -Insistí-

Aún aferrada a mí tomo aire, parecía costarle decirlo, eso me asustaba. No estaba seguro de lo que estaba por decirme, no sabía si era bueno o malo, por alguna razón de igual forma traté de calmarme, no sé por qué comenzaba a esperarme lo peor.

- No se puede salir de este lugar... amenos que uno de ambos muera... -Finalmente confesó-

Quedé en shock, esperaba todo menos eso. Me costaba procesar sus palabras, no quería admitir a fin de cuentas que no había otra forma de salir. Quería que todo fuese una mentira. En eso recordé a los gemelos Okumura, seguramente ellos ya están pensando en algo.

Solo por esta vez debía confiar en que ellos pudiesen evitar una tragedia...