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Lentamente comencé a despertar. Pude darme cuenta que aun seguía en el corredor pero al intentar moverme, note que estaba en los brazos de alguien, aun conservando mi forma de perro. Levante la mirada y me encontré con akane... espera... ¿¿AKANE??.

Quede en una especie de estado de shock que no me permitía hacer nada. Ella estaba dormida en el suelo, recargada contra la pared y teniéndome a mi en brazos. Al ver sus vestimentas comencé a pensar: "¿de donde las saco?". Tenia unos pantalones negros con una chaqueta color entre amarillo y blanco mientras que sus cuernos sobresalían de su capucha.

Sentí mis mejillas arder en cuando despertó y me sonrió para luego abrazarme. Pero... ¿será que no sabe que soy yo?. Preferí quedarme en silencio.

-¿de donde saliste, perrito? -dijo mientras jugaba con el cabello de mis costados-

Me limite a ladrar.

Se levanto aun teniéndome en brazos y comenzó a caminar. No tenia ni la mas remota idea de a donde me llevaba, pero no tenia mas opción que mantener firme mi actitud de perro.
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Al final... termino llevándome a mi propia habitación. ¿Que hacia allí?, no lo se... y espero que no sea lo que acabo de pensar.

-no creo que aquel payaso diga algo si me quedo contigo -sonrío-

Bueno... esto es malo... necesito distraerla para desaparecer. Lamentablemente akane no apartaba la vista de mi y esa era una desventaja. Supongo que... no tengo de otra. Tendré que volver a mi forma humana antes de que cualquier cosa vaya a...

-ven aquí, supongo que debes estar cansado -se hinco frente a mi-

Su siguiente acto fue depositar un beso en mi nariz. Maldicion... ya es suficiente. Cuando se separo de mi decidí volver a mi forma humana. Akane quedo en shock... y yo solo pude acomodar mi sombrero aun teniendo el sonrojo en mis mejillas.

-¿¿eras tu?? -exclamo señalándome-

-¿sorprendida?

Analizo el acto que había echo hace un par de segundos y se sonrojo. No hizo mas que levantarse, esconderse sobre las sabanas de mi cama y quedar como una bolita en total silencio.

-o..oye... esa es mi cama -fingí estar enfadado-

-¡no me importa!

Suspire y trate de sacarla de ahí. Se negó repetidas veces, pero después de quitarle las sabanas de encima y de tomarla de la muñeca pude llamar su atención. Ahora si me iba a escuchar.

-no se si lo recuerdes... pero el que da ordenes aquí soy yo

Sus ojos abiertos como platos me miraban. Aquellos orbes rojos desviaron la mirada para luego apartarme y alejarse. Se acostó en el amplio sofá y me ignoro.

Ya son 2 días... y en poco tiempo se ira. De alguna forma, el simple echo de saber que se ira me hace sentir deprimido. Pero... ¿por que?.

Te Apuesto Mi Vida ❀ Blue ExorcistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora