Te Apuesto Mi Vida ❀ Blue Exorcist

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Nunca me sentí tan avergonzada en toda mi vida. Desde que ese demonio Amaimon llegó no puedo ni siquiera mirarlo sin que esa escena pase frente a mis ojos nuevamente. Yo me senté junto a la ventana mientras que él y Mephisto comenzaban a conversar entre ellos.

- ¿A qué has venido? -Mephisto parecía disgustado con la presencia de su hermano-

- Uh... buena pregunta... -Quedó pensativo- ¿a qué había venido?... -Murmuraba para si mismo- Oh, cierto... nuestro padre me pidió que viniera y buscara a la joven Artemisa

- ¿Artemisa?, ¿de qué hablas? -Repitió confundido-

Yo sabia de que hablaba. En cuando ese nombre pasó por mis oídos comencé a temblar. Permanecí en silencio mirándolos.

- Hablo de ella... 

Tan pronto sentí sus miradas sobre mí, no hice más que buscar alguna excusa o una mentira.

- N..No se de qué hablas... -Permanecí sin moverme-

- No mientas, tu sabes quien eres. Seguro que no le dijiste a Nii-san la verdadera razón por la que hablas huido de Gehenna... -Sus palabras me tomaron por sorpresa- solo quieres regresar por...

- ¡Basta! -Grité-

Mephisto se veía confundido. Solo podía mirarnos sin decir ni una sola palabra. Me puse de pié sin apartar la mirada de Amaimon.

- Vete... has lo que quieras pero vete... ¡y regresa diciendo que esa dichosa Artemisa no está! -Apreté los puños-

Una extraña sensación me comenzó a envolver. Un aura oscura apareció en mí haciéndome poco a poco perder el control de mí misma. Estaba asustada de que Mephisto supiera qué soy en verdad. Es por eso que no solo mis cuernos aparecieron, si no que también aquel poder que tanto he querido ocultar estaba comenzando a salir.

- Lo que digas... Artemisa.... -Dijo en tono monótono- vendré por ti después 

- ¡Espera, Amaimon!... ¿qué diablos está pasando aquí? -Al fin habló Mephisto-

- Supongo que eso deberías preguntárselo a ella -Me señaló-

No tardó en irse. La oscuridad que hace minutos estaba consumiendo desapareció dejándome ser quien soy nuevamente. Ahora que estábamos solos sabia que Mephisto me preguntaría por Artemisa. Aquello con lo que nací y que me volvió el ángel caído más temido en toda Gehenna.