Me desperté y miré el reloj. Eran las nueve de la mañana. Me dolía la espalda por el incómodo sofá y una parte de mi brazo y mi hombro seguían doliendo también. Me incorporé y me levanté para beber un vaso de agua. Subí las escaleras y vi la puerta de mi habitación abierta. Me asomé para ver cómo estaba Finn, pero no estaba. Mi cama estaba hecha y el pijama de Kol estaba plegado en la esquina de la cama, encima había una nota. Me acerqué para leerla: "Gracias por todo lo que habéis hecho por mí pero no quería seguir molestando, así que me he ido pronto a casa. Nos vemos pronto, Kat. – Finn."
¿Cómo era posible que no haya sentido sus pasos por las escaleras o la puerta abrirse?
Porque duermes como un lirón.
Bajé a desayunar y vi a Chloe en la cocina haciéndose el desayuno.
-¿En qué momento has bajado? En serio la gente en esta casa se tele transporta o algo. – Chloe rió. Su risa era tan dulce que me daban ganas de abrazarla de por vida.
-¿Has dormido bien? Hemos visto que estabas en el sofá.
-Sí, bueno, no.
-¿Qué hacías ahí?
-Larga historia.
-Tengo tiempo. Tu hermano duerme como un tronco.
-Está bien. – Pensé que era hora de contárselo a alguien ajeno a las personas del pueblo, y Chloe era perfecta para la ocasión. Empecé con la fiesta donde conocí a Connor y lo hice por primera vez, pasando por la primera vez que noté una reacción extraña por su parte hasta el episodio de su casa con Rachel. También le conté como había conocido a Finn y a su familia. Ella rió en esa parte pero se mantuvo seria el resto de la historia. Era agradable tener a alguien que te escuchara hasta el final sin interrumpirte para decir lo mal que lo habías hecho o para abrazarte o darte consejos. Obviamente no rechazaba los consejos de Nina, pero a veces se ponía pesada con ese tema. Terminé la historia con lo que había pasado el día anterior, ella dio un gran suspiro.
-Buff, tu vida es emocionante y alarmante a la vez. – Me alcé de hombros. - ¿Estás bien? – Negué con la cabeza y mis ojos se humedecieron. Ella me abrazó.
-Gracias Chloe. Solo necesitaba que alguien me escuchara.
-¿Te doy un consejo? – Asentí mientras me limpiaba una lágrima. – Finn.
-¿Finn?
-Sí, Finn. Creo que él es el indicado para ti. Es maduro, te respeta, le gustas, es buena persona, es artista... ¿Qué más puedes pedir? – Me alcé de hombros otra vez. – Está claro que quiere estar contigo, y que a ti te gusta él, pero no sabes lo que quieres, ¿verdad? – Asentí. – Tienes que darle una oportunidad, Kat. No te arrepentirás, te lo digo por mi experiencia con los chicos. Tu hermano es como él. El indicado. Por otra parte, nunca he tenido ningún novio como Connor.
-Nosotros ni siquiera fuimos novios.
-Oh... Bueno, lo que te aconsejo es que te alejes de él lo máximo posible. No esperes nada de él, ni que te pida perdón. Si te dirige la palabra, ignóralo. Al final se cansará.
-¿Y si vuelve a hacer algo como lo de ayer?
-En eso tienes razón. Por eso creo que debes decírselo a sus padres o a su hermana, aunque mejor a su hermana. Si ya hizo algo por ti una vez volverá a hacerlo, créeme. Ella también es una víctima por lo que me has dicho, pero es su hermana, así que deja que ella se encargue. Y si vuelve a hacer algo como lo de ayer, se lo pensará dos veces. Ayer tuviste suerte, Kat, pero tienes que ser rápida si es que hay próxima vez. Nadie puede saber si volverá a pasar o no, pero esperemos que no. – Hice una mueca. – Esto no ayuda, lo sé, lo siento. – Se tapó la cara.
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Just my Luck
Fiksi Remaja¿Qué pasa cuando nada ni nadie puede cambiar tu vida y solo tú tienes la oportunidad de tirar el dado? ¿Lo tirarías? ¿O esperarías a que otra oportunidad llegue volando de algún lugar secreto? Kat no es de las que espera, pero tampoco de las que arr...