A pesar de haber temido que las cosas en el trabajo se complicaran, desde aquel 20 de octubre no volví a verlo, ambos habíamos estado llenos de trabajo y había escuchado que él había viajado a Alemania durante las últimas dos semanas para llevar el caso del cenador, la señora Rebecca me había hablado todos los días, al igual que mamá para asegurarse de que yo estuviera bien, y lo estaba, no ver a Brandon había sido una gran ayuda y aunque aun pensaba en él, no dolía, sobre el caso en su contra él se había negado a reunirse con Renee lo que nos llevaba al juzgado para enfrentarnos, en dos días.
-¿Conseguiste las cartas? -pregunto a mi clienta y ella asiente.
-Traje todo lo pediste, y Philip llegará esta tarde a la ciudad para mañana venir conmigo al juicio.
-No creo que sea correcto para él, al final de cuentas es un niño y...
-Es su hijo -me recuerda y se siente como un golpe en el estomago, -tal vez lo vea y no pueda resistirse a él -agrega y asiento, él era así con todos los niños, ella tenía razón, además, después de todo, eso era lo que como abogada debía lograr, que él aceptara a su hijo, SU hijo, no nuestro, sacudo la cabeza y niego.
-Entonces nos vemos el viernes en el juicio -murmuro y me pongo de pie, la mano de la mujer toma la mía y me tenso.
-Muchas gracias por ayudarme, sabía que contigo no habría manera de perder -dice y niego.
-Aun no ganamos -le recuerdo y sonríe.
-Se que lo haremos -dice con seguridad, por supuesto que lo haríamos, ese hijo era suyo y no lo dudaba, porque ella estaba dispuesta a hacerle una prueba de ADN.
-Nos vemos después Renee -digo y me giro saliendo, camino hasta la parada de autobús y cuando finalmente llego al hotel me dejo caer frente a la lap y continúo con mi búsqueda de un nuevo departamento.
****
Mis piernas tiemblan y me odio por eso, hacía casi un mes que había terminado mi compromiso con Brandon, hacía casi un mes que lo había visto por última vez, las primeras semanas él me había buscado todos los días y l no obtener respuesta finalmente, se rindió en mi, y aunque sabía que era lo mejor, seguía doliendo. Me encontraba a cinco minutos de comenzar el juicio que lo haría reconocer su paternidad y darle el apellido y reconocimiento como su hijo.
-¿Ya debemos entrar? -cuestiona Renee y asiento, caminamos hacia nuestro lugar y nos sentamos, muerdo mi labio nerviosa y me tenso cuando las puertas son abiertas de nuevo, escucho pasos y me estremezco, siento su mirada fija sobre mí y me obligo a mostrarme inafectada ante su presencia, escucho el chirrido de la silla siendo arrastrada y me odio ante toda la atención que me encuentro dándole, ante toda la percepción que mi cuerpo recibe de él, aprieto mis puños bajo la mesa reprimiendo el impulso que me nace pero antes de poder evitarlo mi mirada se encuentra con la suya, sus ojos han perdido el brillo bajo ellos una nube oscura se encuentra, su ceño fruncido y labios apretados, abre su boca y contengo el aliento, ''escúchame'' pide y yo quiero hacerlo, pero no debo, no puedo.
Cinco minutos más tarde el juez hace su aparición y todos nos ponemos de pie, él asiente y nos sentamos de nuevo, toma el mazo y todo comienza.
-El caso numero 26984 da inicio -dicta y el golpe me hace saltar, mi primer caso en el cual no pude dejar mi opinión de lado, el primer caso que jamás olvidaré, mi primer caso sin el apoyo de Brandon, mi primer caso en su contra, -Le concedo la palabra a licenciada Menster -asiento y me pongo de pie, -esperen... ¿usted no es la pareja de... -su mirada baja a la carpeta, -¿del acusado? -mi corazón duele pero me mantengo firme.
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Una vida en el paraíso.
ChickLitTercer libro de la trilogía Cooper. Obra registrada en Safe creative No. 1509015045772 Todos los derechos reservados. cualquier copia parcial o total de la obra es considerada robo y eso es un delito.