16.

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Me enderezo con el sonido del despertador, me giro para despertar a Brandon pero este ya no se encuentra, suspiro y me pongo de pie, hay ruido en la cocina y sonrío al imaginarlo cocinando,  camino hasta la ducha a prisa.

Me coloco un vestido negro cuando termino con zapatos de tacón blancos y una chaqueta a juego, recojo mi cabello en una cola dejando el restante al natural y me apresuro a bajar para besar a mi esposo.

-¡Feliz ter.... -me detengo y frunzo el ceño, una nota  apresurada esta sobre la mesa en el cuaderno de la despensa y me dejo caer en la silla, de nuevo se fue sin despedirse, -feliz tercer aniversario de bodas esposo -digo con sarcasmo y me pongo a desayunar sola.

Durante mi desarrollo había leído libros donde después de la boda no contaban la historia, simplemente nos decían 'y vivieron felices para siempre' lo que siempre he considerado pura mierda, y aunque esperaba que mi vida con Brandon me hiciera creerlo no lo hacía. Nuestro primer mes juntos fue la gloría, ambos hacíamos todo juntos y hacíamos el amor cada oportunidad que teníamos, pero parece que la maldición de la que el tío nos habló era cierta.

Después de nuestro primer mes las cosas comenzaron a cambiar, nuestros trabajos nos robaban tiempo, el estrés nos ponía de malas y el cansancio del día nos dejaba muertos, durante un mes más intentamos arreglarlo, controlarlo y demostrarle a la realidad que nuestro plan era el que mandaba, comíamos juntos todos los días y nos mandábamos notas melosas siempre que no estábamos juntos, nos quedábamos dormidos viendo películas y por las mañanas, solíamos aprovechar las duchas para tener intimidad, pero la rutina consumió nuestras personas y habíamos pedido cualquier oportunidad de estar juntos como una pareja real, para finales de diciembre su caso fue llevado a juicio y tuvo que salir de la ciudad por una semana, y a pesar de que creíamos que sería imposible logró regresar el día de mi cumpleaños para estar conmigo, por la mañana estuvimos en casa viendo películas y aunque el intentó contenerse se quedó dormido durante dos de ellas, más tarde me llevó a comer y durante nuestra comida su celular no dejó de sonar, debo darle el crédito de que lo ignoró durante mucho tiempo y que fui yo  quien le pidió que respondiera, me molestaba el sonido que emitía, y por la noche, cuando volvimos a casa me dio mi regalo de cumpleaños, un hermoso BMW negro mate y 3 potentes orgasmos, a la mañana siguiente lo dejé en la cama para ir a atender un caso y desde entonces, eso se volvió costumbre, no comíamos juntos entre el trabajo, no viajábamos juntos, hacía más de 3 semanas que no teníamos intimidad y ni siquiera habíamos hablado al respecto, porque no teníamos tiempo de nada.

Recojo la cocina después de desayunar y tomo mi bolso para salir de casa, me monto en mi coche y conduzco hasta la oficina.

-Buenos días Eliza -saluda Spencer y asiento en su dirección, abre su boca y la cierra en silencio sonriendo de lado en complicidad, frunzo el ceño y antes de poder girarme mis ojos son cubiertos, me sobresalto sorprendida pero me relajo consiente de quien es, abro la boca para decirle a Brandon que es un idiota pero él me gana, y me tenso porque no es Brandon.

-Feliz cumpleaños atrasado Licenciada Menster -retiro sus manos de mis ojos y me giro a prisa para verlo, maldición, Europa si que hace guapos a los chicos, una sonrisa se dibuja en sus labios y al notar que no me odia me lanzo en sus brazos.

-¡te eché de menos! -aseguro y me separo, sonríe y acaricia mi rostro, -¿Cuándo llegaste? -cuestiono.

-Esta mañana

-¿Estarás aquí mucho tiempo?

-Eso depende... -susurra y aprieto mis labios, no sé que quiso decir, pero espero que no fuera lo que imagino.

-¿Arié? -la voz de Martin nos interrumpe y ambos lo miramos, retrocedo ante la mirada acusadora que me da y me maldigo porque no he hecho nada malo, se acerca a saludarlo y yo aprovecho para retirarme, no sin antes asegurarle que fue un placer verlo de nuevo.

Una vida en el paraíso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora